La noticia de la muerte de Maggie Smith estremeció a sus seguidores. La actriz británica, conocida por su extensa y brillante trayectoria, falleció en la mañana del 27 de septiembre de 2024, a los 89 años. Aunque era un rostro familiar para varias generaciones, su fama se consolidó con papeles como el de la estricta y entrañable Profesora Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter.
La actriz murió pacíficamente en el Chelsea and Westminster Hospital, rodeada de familiares y amigos cercanos, según informó su familia en un comunicado a la BBC.
Sus hijos, los actores Toby Stephens y Chris Larkin, se pronunciaron sobre el fallecimiento de su madre. “Nos llena de profunda tristeza anunciar el fallecimiento de la Dama Maggie Smith”, escribieron en una declaración. “Como una persona intensamente reservada, estuvo con sus amigos y su familia en el final de sus días. Deja dos hijos y cinco nietos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela.”
La actriz deja un legado inmenso que abarca más de seis décadas de actuaciones en teatro, cine y televisión. Desde su Óscar a la Mejor Actriz en 1969 por “The Prime of Miss Jean Brodie”, pasando por su inolvidable papel como la Condesa Viuda de Grantham en “Downton Abbey”, hasta su presencia en películas contemporáneas, Maggie Smith fue un ícono de la actuación británica. Pero detrás de esa grandeza artística y profesional, hubo un capítulo oscuro que muchos desconocían: su lucha contra el cáncer de mama mientras filmaba Harry Potter.
La lucha de Maggie Smith contra el cáncer mientras grababa <i>Harry Potter</i>
En 2008, mientras interpretaba a la sabia y firme Minerva McGonagall en la sexta película de la franquicia, “Harry Potter y el misterio del príncipe”, Maggie Smith recibió un diagnóstico que cambiaría su vida. Descubrió un bulto en el pecho, un hallazgo que inicialmente no le preocupó, pues años atrás había tenido uno similar que resultó ser benigno. Pero esta vez fue diferente. La noticia de que tenía cáncer de mama a sus 74 años fue devastadora.
“Me dejó sin aliento”, confesó la actriz en una entrevista con The Daily Telegraph en 2009. La lucha no fue sencilla. Aunque inició inmediatamente el tratamiento de quimioterapia, los efectos secundarios eran devastadores. La actriz se sentía debilitada, calva y, según sus propias palabras, “horriblemente enferma”. Aun así, la idea de dejar su trabajo en el set de Harry Potter no estaba en sus planes. Smith se mantuvo firme en su compromiso con el personaje y la saga.
La actriz reconoció que trabajar bajo los efectos de la quimioterapia fue todo un reto. En el set, se mostró profesional, aunque por dentro llevaba una batalla intensa. “Estaba totalmente calva. No tenía problemas con usar una peluca. Era como un huevo cocido”, contó sobre aquellos días duros. A pesar de la gravedad de su enfermedad y el agotador tratamiento, Maggie se propuso completar todas las películas de la franquicia, aunque tuviera que “arrastrarse o tambalearse” durante el proceso.
Una batalla privada y una recuperación pública
Maggie Smith siempre fue una mujer de pocas palabras sobre su vida privada, y su lucha contra el cáncer no fue la excepción. Al hablar sobre su diagnóstico y tratamiento, dejó claro que el proceso fue aterrador. “Me sentía muy incierta. No sabía lo que me deparaba el futuro, si es que había algún futuro. No creo que haya mucho, por mi edad; simplemente, no hay”, declaró en su momento. Sus palabras evidenciaban la vulnerabilidad de una actriz que había pasado su vida entera en los escenarios y frente a las cámaras, pero que se enfrentaba a una enfermedad que amenazaba con arrebatarle esa seguridad.
Durante esos años, la actriz también confesó que volver al teatro era algo que le resultaba impensable. “No estoy segura de poder volver al trabajo teatral, aunque el trabajo en cine es más agotador”, admitió. La quimioterapia había cambiado su vida de tal forma que sentía temor de volver a las tablas, el lugar donde había comenzado su carrera y donde siempre se sintió más cómoda.
Sin embargo, Maggie logró salir adelante. Tras dos años de tratamiento y lucha constante, logró recuperarse del cáncer. Y aunque se tomó un tiempo para volver a trabajar con regularidad, su espíritu inquebrantable la llevó nuevamente a la pantalla. Poco después de finalizar la saga de Harry Potter, la actriz protagonizó “The Best Exotic Marigold Hotel” y retomó su memorable papel de Violet Crawley en Downton Abbey, ganándose el cariño de nuevas generaciones de fans. En la gran pantalla, Maggie siguió conquistando con su talento en proyectos como “The Miracle Club” en 2023.
El papel de Maggie Smith como Minerva McGonagall en la franquicia de Harry Potter no solo le otorgó un lugar especial en el corazón de los fanáticos, sino que su fuerza y valentía fuera de cámara le dieron un nuevo significado a su personaje. McGonagall, una profesora severa, pero justa y valiente, se convirtió en un espejo de la propia Maggie durante esos años difíciles. Su lucha contra el cáncer, su decisión de continuar trabajando y su capacidad para sobreponerse a la adversidad inspiran a muchos hasta el día de hoy.
Más allá de la magia y los hechizos, la verdadera historia heroica de Dame Maggie Smith es la de una mujer que, a pesar de las adversidades, nunca dejó de hacer lo que amaba. Ni el cáncer ni el agotador tratamiento pudieron con su pasión por la actuación ni con su profesionalismo.