Los castillos y lugares en los que se inspiraron las películas más famosas de Disney

Cuando Disney celebró sus 100 años, la compañía reveló algunas de las localizaciones reales que sirvieron de inspiración para sus películas de animación más icónicas. Este hito coincidió con el estreno y estreno de varias películas de su catálogo, así como con la divulgación de curiosidades y secretos sobre estos lugares reales. Además, Disney realizó una encuesta entre sus admiradores de todo el mundo para conocer qué lugares les gustaría ver representados en sus próximas películas.

En la película Peter Pan, estrenada en 1953, una de las escenas más memorables es cuando Peter Pan, Campanita y los niños sobrevuelan Londres, pasando sobre los tejados de la ciudad y el emblemático Big Ben.

Este monumental reloj situado junto al río Támesis, al noroeste del Palacio de Westminster, funcionó por primera vez en 1843 y es uno de los símbolos más reconocibles de Londres. Peter Pan no es la única película de Disney que utiliza escenarios de Londres: la Catedral de Saint Paul es notable en Mary Poppins (1964), Regent’s Park sirve de escenario en 101 Dálmatas (1961), y la histórica fachada de los almacenes Liberty. inaugurados en 1875, aparece en Cruella (2021).

Great Fosters es una finca de estilo tudor ubicada en Windsor, en el condado de Surrey, que ha servido de inspiración para la película Alicia en el país de las maravillas (1951). Esta propiedad, ahora convertida en un exclusivo alojamiento, consta de varios edificios y 50 hectáreas de jardines adornados con esculturas, puentes y un laberinto, un ambiente que evocó a los creadores de Disney para diseñar el mundo donde Alicia queda atrapada.

Basada en la novela de Víctor Hugo “Nuestra Señora de París”, la película de Disney El jorobado de Notre Dame (1996) captura la grandiosidad de la Catedral de Notre Dame. Este monumento parisino, fundado en 1131, se encuentra en proceso de reconstrucción tras el incendio de 2019. París también juega un papel importante en Ratatouille (2007), con escenarios como el restaurante Le Train Bleu.

La impresionante estampa del Mont Saint-Michel, en la frontera de la región de Normandía, Francia, sirvió de inspiración para la película Enredados (2010). Basada en el cuento de hadas de Rapunzel por los Hermanos Grimm, esta pequeña isla coronada por una abadía aporta una atmósfera casi mágica que se recrea en la película.

El Castillo de Chambord, situado en el Valle del Loira, es uno de los más icónicos y reconocibles por su arquitectura renacentista francesa. Construido en el siglo XVI, este castillo inspiró a Disney para crear el castillo encantado donde Bella y Bestia viven su historia de amor en La Bella y la Bestia (1991).

El castillo de Neuschwanstein, en Alemania, es otra de las locaciones que inspiraron a Disney para La Bella Durmiente (1959). Luis II de Baviera, conocido como el Rey Loco, construyó esta fortaleza que comparte la pasión por la fantasía con Walt Disney. Además, la compañía reconoció que tomó elementos del Palacio de Saumur, a orillas del Loira en Francia, para completar el diseño de la ficción.

Aunque frecuentemente se piensa que el castillo de La Sirenita está inspirado en el Castillo de Chillon, Suiza , Disney ha revelado que la verdadera inspiración provino de Dubrovnik, Croacia. Las torres cilíndricas y la ubicación sobre las rocas de esta ciudad costera capturaron la imaginación de los creativos de Disney.

La película Luca, lanzada en 2021 por Pixar, presenta una trama ambientada en la Riviera Italiana, específicamente en una ficticia llamada Portorosso que recuerda mucho a los pintorescos pueblos de Cinque Terre. Además tiene similitudes con Manarola y Riomaggiore.

El hogar de Elsa y Anna en los que se inspiraron los autores es el auténtico castillo de Arandelle. La fortaleza de Akershus, es un complejo medieval situado en las afueras de Oslo, Noruega, que destaca por su poderosa muralla y por los bastiones de su interior.

Finalmente, el Alcázar de Segovia en España ha sido una inspiración reconocida para el castillo de Blancanieves y los siete enanitos (1937). Con sus torres elevadas sobre un acantilado, la similitud entre esta fortaleza y el castillo de la película de Blancanieves es notoria