A lo largo de los años, Jane ha trabajado arduamente para ganarse un lugar en la industria musical, solo que la fama de su padre ha añadido una serie de expectativas y desafíos a su trayectoria. Desde su infancia, Jane ha estado presente en numerosas ceremonias y eventos a los que asistía su padre, lo que despertó su interés en este ámbito.
En 2012, Jane participó en el reality show “American Idol”. Aunque fue eliminada en la segunda semana, la experiencia no hizo más que fortalecer su determinación de seguir persiguiendo su pasión por la música. Los jueces que la puntuaban eran los artistas Jennifer Lopez, Steven Tyler y Randy Jackson. Al principio le dieron el ok para que siga en el reality, pero más tarde quedó afuera. “Es un poco difícil de crecer en la sombra de algo y tratando de encontrar un lugar en el mundo debajo de esa sombra enorme”, contó en su presentación en el programa sobre el legado de su padre.
“Fue divertido crecer con él como padre porque no es una celebridad extravagante, es bastante normal. Es difícil crecer a la sombra de algo y encontrar tu sitio en el mundo bajo una sombra tan alargada. Mi apellido ayuda y molesta. Siento que me enfrento a una presión extra para ser aún mejor, porque si logro sobresalir, me arriesgo a que me acusen de haber triunfado solo por mi apellido”, contó Jane, en el video de presentación antes de subir al escenario en American Idol.
Su sueño era ser cantante y lo quería concretar a todo costa, es por eso, que un tiempo después de ser parte de American Idol, formó su propia banda llamada “The Jane Carrey Band”, y logró que dos de sus canciones aparecieran en la película “Dumb and Dumber To”, protagonizada por su padre.
Por otro lado, en el ámbito personal, Jane se casó en 2009 con Alex Santana, vocalista de la banda de metal “Blood Money”. En 2010, la pareja tuvo un hijo, Jackson Riley Santana, que actualmente tiene 14 años. No obstante, el matrimonio no duró mucho y terminó en divorcio en 2011, solo dos años después de haber contraído matrimonio, debido a diferencias irreconciliables.
Jane Carrey ha contado con el respaldo de su padre en momentos cruciales de su vida y carrera. Jim, de 62 años, ha tenido a su hija a su lado durante periodos difíciles, como su batalla contra la depresión, tras el suicidio de su ex novia. Ahora se encuentra en un duro presente, debido a este suceso, pero se mantienen unidos, igualmente.
La figura de Jim Carrey como un padre presente y amoroso ha inspirado a Jane a seguir adelante a pesar de los obstáculos. Ella continúa trabajando en su música, buscando ser reconocida por su talento más allá del legado de su famoso apellido. La historia de Jane Erin Carrey es un ejemplo claro de la búsqueda de identidad propia y la perseverancia en un campo saturado y exigente, siempre bajo la sombra de una figura paternal icónica, pero con la determinación de brillar con luz propia