Bridgerton, la exitosa serie de Netflix, regresa con su tercera temporada, dividida en dos partes y estrenadas el 16 de mayo y el 13 de junio. Esta nueva entrega se centra en la relación entre Colin Bridgerton (interpretado por Luke Newton) y Penélope Featherington (Nicola Coughlan), continuando con los dramas y romances de la alta sociedad inglesa de principios del siglo XIX, aunque con un enfoque deliberadamente anacrónico.
Inspirada por la literatura de Jane Austen, autora contemporánea del periodo histórico en el que se ambienta la serie, la tercera temporada promete seguir con el estilo poco riguroso y excéntrico característico de Bridgerton. Este enfoque ha sido una de las claves del éxito de la serie, distinguiéndose de otras producciones históricas al celebrar sus licencias creativas.
A pesar de los anacronismos notables, la serie ofrece una ventana para explorar la vida durante la Regencia inglesa (1811-1820). Este periodo comenzó cuando el rey George III fue declarado no apto para gobernar, como se refleja en el spin-off dedicado a la Reina Charlotte. Los detalles que Bridgerton presenta, aunque a menudo inexactos, invitan a los espectadores a cuestionar y aprender cómo realmente se vivía en esa época.
Preguntas surgen sobre si existían las ceremonias matrimoniales, como las muestra la serie, qué música se bailaba, y cómo vestían los candidatos. Los errores históricos de la producción sirven para educar al público sobre estos aspectos, haciendo que la ficción se convierta en un punto de partida para descubrir la verdadera historia de la era de la Regencia.
Vestuarios
Los trajes de época de los personajes femeninos, como Dafne y Eloïse Bridgerton, incorporan toques modernos mientras mantienen la esencia del estilo Regencia.
Durante la era georgiana anterior a la Regencia en Inglaterra, los vestidos eran conocidos por su peso y ornamentación, a menudo apoyados por estructuras internas. Sin embargo, en la época de la Regencia, la moda femenina se caracterizó por prendas más simples y clásicas, con escote ancho y mangas abombadas. En Bridgerton, este estilo histórico es respetado, pero con la adición de tul para otorgar un aire contemporáneo.
La diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick, quien ha trabajado en reconocidas películas como “Atracción fatal” (1987) y “Wall Street” (1987), buscó dar a los trajes de la serie una apariencia dinámica. Mirojnick decidió añadir capas de tela para crear movimiento y proporcionar una versión personalizada de los trajes de la Regencia.
El equipo de vestuario de la serie se esmeró en mezclar autenticidad histórica con diseño moderno, lo que logró así que los trajes no solo sean fieles a la época, sino también atractivos para el público contemporáneo. Esto refleja cómo el vestuario puede desempeñar un papel crucial en la creación de una serie de época, añadiendo profundidad y autenticidad a la narrativa visual.
Música
La Regencia Inglesa abarca el periodo conocido como la época georgiana. Durante esta época, el matrimonio desempeñó un papel fundamental en la vida social, fenómeno ampliamente explorado tanto en la literatura como en la serie.
Aunque la serie Bridgerton refleja fielmente ciertos aspectos de estos eventos, como los bailes, hay detalles históricos que no son representados con precisión. Un ejemplo destacado es la música. Como por ejemplo en algunas escenas del programa, se escuchan versiones en violín de canciones contemporáneas como lo fue en esta temporada “Snow on the beach” de Taylor Swift y “Happier than ever” de Billie Eilish, lo que es anacrónico dado que en la Regencia Inglesa el instrumento predominante era el piano, no el violín, por no nombrar que esas canciones no existían en esa época.
Las ceremonias estaban acompañadas principalmente por piezas de compositores como Mozart, Schubert, Schumann y algunas sinfonías de Beethoven. El vals también comenzó a aceptarse socialmente alrededor de 1810 en Inglaterra, lo que contrasta con las modernas interpretaciones musicales mostradas en la serie.
Estas inexactitudes musicales reflejan una distancia audiovisual con respecto a la realidad histórica de la Regencia Inglesa, y aunque aportan un toque contemporáneo a la serie, no se alinean con la autenticidad de los eventos de ese período.
Peinados
En la actualidad, es común ver a las mujeres con el cabello suelto, aunque históricamente no siempre fue así. Durante la Regencia Inglesa, esta estética era impensable, y el uso de peinados modernos en series ambientadas en esa época introduce un evidente anacronismo.
En la serie el pelo suelto representa una licencia artística moderna, no acorde con la moda de la época descrita. Según expone Clare Le Corbeiller autora de “La era de Napoleón. El traje de la Revolución al Imperio (1989)”, los peinados femeninos de la Regencia Inglesa se inspiraban en estatuas grecorromanas, predominando extensos recogidos decorados con tiaras o diademas.
Tránsito
Se ha detectado un error histórico relacionado con las líneas amarillas de aparcamiento, un detalle que ha llamado la atención de los fanáticos más observadores y ha generado comentarios en redes sociales. Este anacronismo aparece en una escena de la primera temporada, estrenada en 2020, donde las calles del Londres actual se pueden ver marcadas con dichas líneas.
Estas señales viales, habituales en la ciudad de Londres a partir de la década de 1960, son un elemento moderno. La preocupación por la seguridad vial no es exclusiva de nuestra era, ya los antiguos romanos construían infraestructuras como miliarios y pasos de peatones. Sin embargo, las líneas amarillas para aparcamiento no habrían existido en la época en que se desarrolla la serie.
El empleo de estas señales comenzó en Londres, casi en coincidencia con la firma de la Convención de Viena sobre Señalización Vial en 1968. Este tratado internacional, aceptado por diferentes países, incluía nuevas normas de señalización para mejorar la seguridad en las carreteras.
Inclusión
A pesar de que la serie se ambienta en la Inglaterra del siglo XIX, presenta personajes negros en posiciones de poder y propone romances interraciales, lo que ha suscitado disquisiciones respecto a la exactitud de estos elementos en la trama.
Según han señalado investigadoras de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) y reportado por varios medios, la elección de incluir personajes negros en roles prominentes y de poder no se correlaciona con el contexto histórico. En esa época, la esclavitud de personas negras era una práctica común y su emancipación en el Reino Unido no se hizo efectiva hasta 1838. Por lo tanto, personajes como Lady Danbury o matrimonios como el de Anthony Bridgerton y Kate Sharma no habrían sido posibles en la vida real del siglo XIX.
No obstante, este anacronismo sirve a un propósito que va más allá de la simple narración histórica. La creadora Shonda Rhimes utiliza estas incongruencias como una herramienta para plantear debates contemporáneos sobre el racismo y la aceptación social. El enfoque de Rhimes no intenta borrar el pasado racista de Inglaterra, sino que busca cuestionar premisas actuales sobre la igualdad y el amor, lo que invita al público a reflexionar sobre quién es digno de ser amado, según se expone en el análisis hecho por las investigadoras.
Bridgerton ha logrado captar la atención y el interés del público, quienes están pasando noches en vela mirando los cuatro capítulos recientemente estrenados. A la espera de la siguiente parte de la temporada para ver cuál es el final de Penélope Featherinton y su vida amorosa.