¿Se puede entrenar el pensamiento creativo? Así se medirá esta habilidad en la prueba PISA 2025

La evaluación PISA 2025 llegará para medir el rendimiento de los estudiantes de 15 años en diversas áreas clave para su desarrollo académico y profesional. Esta prueba, impulsada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tiene como objetivo determinar el nivel de desempeño en lectura, matemáticas y ciencias, así como la capacidad de los jóvenes para aplicar estos conocimientos en situaciones de la vida cotidiana.

El Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) se aplica en 80 países a nivel mundial. En América Latina y el Caribe participan los siguientes países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. En 2022 se aplicó esta prueba y en junio de 2024 se dieron a conocer los resultados, que revelaron un bajo rendimiento académico generalizado para la región.

Además de las evaluaciones tradicionales, la edición pasada incluyó una medición del pensamiento creativo de los estudiantes. En los resultados se mostró que México tuvo un resultado menor al promedio con solo 29 puntos de 60 posibles; sin embargo, se consideró que este número fue mayor al esperado al considerar su desempeño en matemáticas. En el caso de Argentina, sus estudiantes no realizaron dicha prueba. El periodista Alfredo Dillon consultó a Gabriela Diker, exsecretaria de Evaluación e Información Educativa durante la gestión de Nicolás Trotta, quien declaró que la prueba de creatividad no se aplicó por “problemas técnicos de confiabilidad” y por la dificultad para comparar la creatividad en distintos países y culturas por medio de los mismos ítems.

Pero a todo esto, ¿qué se evalúa cuando se habla de pensamiento creativo?

PISA es una evaluación estandarizada de carácter comparativo y periódico que permite medir el nivel de adquisición y retención de conocimientos y habilidades fundamentales en estudiantes de nivel secundaria, quienes se encuentran en la etapa final de su educación básica.

En Lectura se mide la capacidad de los estudiantes para comprender, interpretar y reflexionar sobre textos escritos. En Matemáticas se evalúa la habilidad de los alumnos para razonar y resolver problemas matemáticos en distintos contextos, mientras que en Ciencias se analiza el grado de comprensión y aplicación del conocimiento científico en la vida cotidiana.

En el caso del pensamiento creativo, la OCDE busca medir la capacidad de los estudiantes para generar, evaluar y mejorar ideas en distintos entornos y contextos. Con ello, se espera que los estudiantes demuestren habilidades para abordar problemas de manera original, formular soluciones novedosas y expresar ideas innovadoras en situaciones cotidianas.

El pensamiento creativo es evaluado mediante tareas diseñadas para medir la fluidez, flexibilidad y originalidad en la generación de ideas, así como la capacidad para mejorar y refinar soluciones creativas. Estas tareas pueden incluir la resolución de problemas abiertos, la interpretación de situaciones desde distintas perspectivas y la formulación de propuestas innovadoras en escenarios tanto académicos como de la vida real.

“El pensamiento creativo puede aplicarse no solo a contextos relacionados con la expresión de la imaginación, como la escritura creativa o las artes, sino también a otras áreas donde la generación de ideas es fundamental para la investigación de problemas o inquietudes de la sociedad”, se lee en la página de la OCDE.

La evaluación del pensamiento “fuera la de caja” incluirá en este 2025 cuatro dominios: expresión escrita, expresión visual, resolución de problemas sociales y resolución de problemas científicos. En cada uno, los estudiantes se enfrentan a tareas abiertas que no tienen una única respuesta correcta, por lo que se les pide dar múltiples respuestas o una solución no convencional.

El pensamiento creativo no es una habilidad exclusiva de individuos con talento innato, sino que puede desarrollarse mediante estrategias de enseñanza y aprendizaje. La OCDe menciona que el pensamiento creativo puede tener una influencia positiva en el interés y el rendimiento académico de los estudiantes, su identidad y su desarrollo socioemocional.

Además, esta forma de pensar puede ayudar a los estudiantes a adaptarse a diferentes entornos y tiempos sociales, así como a la organización de sus espacios.

Existen diversas formas y enfoques pedagógicos para trabajar y fomentar la creatividad en los estudiantes, tanto en el aula como en su vida cotidiana. Algunas de ellas son las siguientes:

• Aprendizaje basado en problemas: implica la presentación de situaciones reales o hipotéticas que los estudiantes deben resolver mediante el análisis crítico y la generación de soluciones innovadoras.
• Fomento del pensamiento divergente: mediante actividades que motiven a los alumnos a explorar múltiples soluciones a un mismo problema, ampliando sus perspectivas y evitando respuestas convencionales.
• Uso de preguntas abiertas: promover cuestionamientos que no tengan una única respuesta correcta permite a los estudiantes ejercitar su capacidad de razonamiento y exploración de nuevas ideas.
• Integración del arte y la creatividad en el currículo: disciplinas como la música, la literatura y las artes plásticas fomentan la expresión libre y el desarrollo de habilidades creativas.
• Entornos de aprendizaje flexibles: un ambiente que incentive la experimentación y la autonomía en la resolución de problemas ayuda a fortalecer la confianza de los estudiantes en su capacidad para innovar.

De acuerdo con la OCDE, los países con mejores resultados en pensamiento creativo tienen políticas educativas que integran la creatividad como un eje transversal en el aprendizaje, lo que promueve la experimentación y el desarrollo de habilidades analíticas desde edades tempranas.

El desarrollo del pensamiento creativo es esencial para la formación de ciudadanos capaces de enfrentar los desafíos del siglo XXI.