Educación del futuro en la Ciudad de Buenos Aires

Un colegio donde la tecnología es un herramienta para generar nuevos desafíos en el aprendizaje cotidiano; así es el Instituto Sudamericano Modelo que hace más de tres décadas trabaja en una educación integral bajo el sistema STEAM (por sus siglas en inglés) que apunta al pensamiento crítico y creativo con el foco en Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas.

“El colegio busca ser y se apunta como el primer colegio con educación STEAM de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, explica Carlos Pereira desde el área de Prensa y Comunicación y destaca: “Aparte de la tecnología, el colegio también tiene otros tres pilares fundamentales que son el deporte, el bilingüismo y el arte. El arte este último año ha crecido muchísimo”.

Sin perder de vista los procesos que implican experiencias analógicas, el instituto se maneja con pantallas en lugar de pizarrones, por lo que educan permanentemente a su equipo docente con el asesoramiento de un Tecnólogo Pedagógico quien “los capacita con las distintas herramientas para que ellos puedan fusionar los conocimientos pedagógicos que tienen con las herramientas tecnológicas que el colegio posee”.

“El eslogan del colegio es Educación del futuro. Entonces estamos preparando a nuestros chicos y chicas para que el día de mañana puedan asumir profesiones nuevas y para puedan tener las herramientas y habilidades para poder desarrollarse en eso”, celebra Pereira. Y agrega: "Nuestro Director General, Víctor Luis Creatore, continúa el legado de su padre, don Víctor Juan Creatore, fundador del Instituto Sudamericano Modelo. Como segunda generación al frente del colegio, Víctor Luis aporta una visión fresca y audaz, combinando creatividad con una profunda comprensión de los desafíos y oportunidades del mundo actual. Consciente de los cambios constantes en nuestra sociedad y en la educación a nivel global, su enfoque se centra en preparar a los estudiantes para ese nuevo mundo que ya está aquí. Su liderazgo impulsa al instituto a mantenerse a la vanguardia, brindando a los jóvenes las herramientas necesarias para enfrentarse a un futuro lleno de posibilidades con confianza y determinación".

La docente y socióloga Mariana Ruggiero es la directora del nivel inicial y define su rol en la institución como un permanente “desafío gratificante”. Ya que: “Son edades tempranas en donde está todo por desarrollarse, todo por recorrer. La idea es buscar las mejores herramientas posibles para brindarles, los mejores aprendizajes, las mejores vivencias para generar un ambiente que sea muy cálido, muy receptivo y sobre todo muy amoroso; siempre de la mano del juego y de la literatura”.

Al trabajar con tecnología desde edades tempranas, Ruggiero explica que se trata de mantener “el equilibrio”. Y subraya: “Sabemos que la tecnología y la educación digital son áreas que tienen que estar presentes sin salirnos del objetivo que es maximizar la incorporación de contenidos que estén presentes de manera significativa. Porque además, en el nivel inicial, ellos están en lo que se llama la etapa de las operaciones concretas, que es lo que los ayuda a aprender”.

Además de regular el uso de las pantallas --en especial antes de la sala de 5 años-- desde la institución llevan la temática a las casas: “Hicimos algunas charlas con familias en relación al tiempo de acceso en las pantallas, el uso. Y ahora tenemos pensado para el año que viene hacer una encuesta a las familias en función de que cuánto tiempo están en pantallas, qué tipo de pantallas, qué tipo de aplicaciones y demás, y en función de eso poder nosotros recabar información para ver cuál es la base de la que partimos con los nenes y las nenas y a su vez también poder hacer un acompañamiento a las familias en relación al uso que hacen en sus casas”.

Ruggiero celebra que aprende y se sorprende de forma cotidiana y trae una experiencia espontánea que le dejó una huella en su práctica: “La otra vez me pasó que estaba en la dirección donde hay dos escritorios y cada uno tiene un teléfono de línea. Entonces vinieron los chicos de una sala de cuatro que estaban sacando fotos para un proyecto de mucho uso de la tecnología de manera integrada. Justo me venían a sacar fotos a mí y a su vez a los espacios del cole y del jardín que ellos conocen.. Y de repente, como el otro escritorio estaba vacío, uno se sienta y a mí se me ocurre llamarlo por interno y que atienda el teléfono. Cuando atiende y escucha mi voz y digo «Hola, si con Nicolás, por favor». Todos se miraron y entonces yo les dejé mi espacio y se hicieron dos filas y se iban charlando por teléfono. Y después le propuse a la seño que les pregunte cómo creían que llegaba ese sonido entre ellos y bueno, y ahí salieron un montón de hipótesis. Es tomar lo espontáneo que surge también para resignificar el conocimiento y para que lo reconstruyan”.

La licenciada Gisela Reyes dirige todos los ciclos de la primaria en el instituto y destaca el rol de puente entre lo inicial y el secundario sin perder la reflexión propia hacia el interior del mismo nivel y el trabajo de “contenidos espiralados a través de todo el ciclo” donde “se trabaja al interior de cada grado, con los propósitos de cada grado. Y teniendo en cuenta diferentes realidades, porque nuestras aulas son heterogéneas”.

“Nosotros trabajamos de manera bimodal, o sea, no trabajamos ni todo digital ni todo analógico, sino que hacemos una combinación, una hibridez entre las dos modalidades”, desarrolla Reyes y subraya: “Para nosotros es importante seguir manteniendo y sosteniendo algunos aspectos de la educación que tienen que ver con lo analógico, como puede ser la lectura en soporte papel. Armamos proyectos donde primero para nosotros está la elaboración de la propuesta de aprendizaje y en base a esa propuesta elegimos la transversalidad con lo digital. No es al revés, porque si no estaríamos basados en una digitalización como fin en sí mismo. Y en realidad lo que tiene validez es la propuesta de enseñanza atravesada por lo digital”.

Por otro lado, Reyes celebra que los proyectos en los que trabajan siempre se basan en: “Formar estudiantes en el nivel primario que no solamente sean consumidores, sino que sean productores de tecnología. Por eso para nosotros hoy es importante que todo lo que está afuera, y que los alumnos utilizan en su vida cotidiana, traerlo hacia adentro y potenciarlo. Eso es lo que tenemos que lograr con nuestros alumnos que esto genere un pensamiento crítico y reflexivo acerca del uso y la producción de tecnología. Es la propuesta de enseñanza la que le da sentido a esta incorporación”.

“Yo vengo de ser directora de una escuela que no tenía recursos digitales. Y cuando empecé a ejercer dentro de la gestión en esta escuela es como un mundo distinto que se te abre y vas repensando la educación desde otro lugar”, reflexiona Reyes y resalta: “Hoy todos los docentes somos curadores de contenido. Hay mucha sobreinformación y la labor del docente justamente es poder hacer accesible esa información a los chicos sin perder el objetivo”.

El Lic. Sebastián Trullas, rector del nivel secundario del Instituto Sudamericano Modelo, lidera con pasión el desarrollo pedagógico de esta etapa crucial en la formación de los estudiantes. Al reflexionar sobre el propósito de la educación secundaria, Trullas señala: “¿Qué egresados? ¿Qué personas estamos formando? Nuestra orientación en Ciencias Sociales es un pilar, pero no el único camino. Imaginamos una secundaria que sea un campo de posibilidades, donde cada estudiante pueda descubrir lo que los motiva, lo que los inspira y lo que los desafía. Queremos que elijan a conciencia. Ahí es donde ponemos el foco: en cómo construir las bases para esas decisiones futuras que tomarán cuando ya no estén en la escuela, con las herramientas que les brindamos desde ahora para que puedan llegar a ese momento con seguridad y autonomía.”

En cuanto al rol de la tecnología en la educación, Trullas destaca la importancia de integrarla de manera natural en la experiencia cotidiana de los estudiantes. “No se trata de polarizar entre libros o pantallas. La escuela debe ser un laboratorio de experimentación, un espacio donde la curiosidad, el error y el aprendizaje se den la mano. Negar lo que los estudiantes ya encuentran en su vida diaria, como la interacción con pantallas, sería quedarnos fuera de tiempo. Si hoy pueden ir a un local y pedir comida a través de una pantalla, ¿por qué no enseñarles a usar esa tecnología de manera crítica y significativa dentro del aula?”

Con esta visión, Trullas defiende la incorporación de la tecnología como una herramienta más dentro del proceso educativo. “La tecnología es, en realidad, una excusa más para el aprendizaje. Lo importante es cómo la utilizamos para despertar la curiosidad y fomentar el pensamiento crítico.”

Al abordar la irrupción de la inteligencia artificial generativa en las aulas, Trullas reflexiona sobre el rol del docente: “Como cualquier salto tecnológico, es primero un desafío para nosotros, los educadores. La pregunta clave es: ‘¿Cómo me sirve a mí como herramienta educativa?’. Y luego, trasladar esa pregunta al estudiante para que también reflexione. Lo más valioso que podemos enseñarles es la capacidad de estar en un aprendizaje continuo, una habilidad esencial para el mundo en constante cambio que ya enfrentan.”