En América Latina, las desigualdades en el acceso a una educación de calidad y la desconexión entre el aprendizaje y las problemáticas sociales son obstáculos que limitan el desarrollo de las personas y de las comunidades. Es por esta razón que se ha vuelto una necesidad imperiosa el formar a estudiantes que, además de adquirir conocimientos técnicos, estén preparados para enfrentar los desafíos reales de sus comunidades.
En respuesta a esta necesidad, Ticmas y Ashoka han constituido una alianza estratégica que busca transformar la educación en Latinoamérica. Ticmas, la experiencia educativa que apoya a estudiantes, docentes e instituciones en su transición hacia un entorno de aprendizaje accesible y digital, se unió a Ashoka, organización global líder en innovación social. Juntas, integran la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos con contenidos inspiradores creados a partir de las experiencias de los fellows de Ashoka, quienes han realizado un impacto social concreto en áreas como la nutrición, la inclusión y el medioambiente.
“Desde Ashoka creemos que todas las personas son agentes de cambio, capaces de transformar la realidad que los rodea. Y, para desarrollarse como tales, es fundamental contar con una educación que acompañe a niños, niñas y adolescentes a poner en práctica habilidades como la empatía, el trabajo en equipo y el liderazgo”, señala Ariela Lijavetzky, directora de Alianzas de Ashoka Cono Sur. La alianza con Ticmas, dice, es una manera de “encender la chispa creativa y la iniciativa emprendedora” en estudiantes de toda la región.
La propuesta del acuerdo busca potenciar las fortalezas de cada institución para tomar el poder transformador de la educación y conformar una nueva generación de jóvenes comprometidos con su entorno. A través de Ticmas, los estudiantes acceden a historias y metodologías desarrolladas por los emprendedores sociales de Ashoka, que han encontrado formas innovadoras de abordar problemáticas urgentes.
“Los niños pueden ser los puentes entre una alimentación saludable, sus familias y la comunidad”, dice Diego Ruete, uno de los fellows involucrados, que promueve la educación nutricional desde el juego con su proyecto Petit Gourmet. En tanto, Silvana Veinberg, que desde la Asociación Civil Canales trabaja por la inclusión educativa de la comunidad sorda, afirma: “La lengua de señas es la clave para que las personas sordas accedan a una educación inclusiva y de calidad”. El tercer fellow que inicia la colaboración Ashoka-Ticmas es Germán Montero. Él impulsa la conservación ambiental en la Patagonia mediante la participación ciudadana. Dice: “La conservación del medioambiente comienza con la participación de la comunidad”.
Un camino transformado
Layla Calomiti, líder del Área de Niñez y Juventud de Ashoka Cono Sur, subraya la importancia de conectar la innovación social con el sistema educativo: “Sabemos que la educación es una herramienta fundamental de transformación, y las escuelas, una institución clave en el crecimiento de niños, niñas y adolescentes”. Para Calomiti, que el trabajo de los emprendedores sociales de Ashoka llegue a las escuelas a través de la alianza con Ticmas es “una gran oportunidad de crecimiento y articulación para vivir en una sociedad más justa”.
El impacto de esta colaboración se extiende a la red de Escuelas Transformadoras de Ashoka en Argentina, instituciones comprometidas con el cambio social. Estas escuelas tendrán acceso a la plataforma Ticmas ABP, lo que permitirá a más estudiantes y docentes beneficiarse de un enfoque educativo que no solo fomenta el aprendizaje, sino que también inspira a los jóvenes a ser protagonistas de un cambio positivo en sus comunidades. Esta colaboración busca inspirar a una generación que, a través del conocimiento y la acción, pueda construir un futuro más equitativo y sostenible para todos.