Fabián Yausaz: “La alfabetización en primer grado no debería ser un logro extraordinario”

En una conversación con Ticmas, el coordinador del área de alfabetización en Corrientes reflexiona sobre los desafíos y logros del programa “Queremos Aprender” y enfatiza la importancia de normalizar la alfabetización en primer grado

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Fabián Yausaz, coordinador del área de alfabetización del Ministerio de Educación de Corrientes y codirector de la Diplomatura en Alfabetización Inicial de la UNNE
Fabián Yausaz, coordinador del área de alfabetización del Ministerio de Educación de Corrientes y codirector de la Diplomatura en Alfabetización Inicial de la UNNE

El programa “Queremos Aprender”, implementado en la provincia de Corrientes, ha mostrado resultados significativos en la mejora de las habilidades de lectura y escritura en niños de primer grado. A pesar de la brevedad de la intervención —apenas un trimestre—, el 88% de los estudiantes logró escribir palabras sencillas con letra cursiva sin omitir letras, una habilidad que normalmente se enseña en el segundo grado. Además, el 85% de los niños obtuvo más del 60% de aciertos en pruebas más complejas de escritura y lectura, consolidando habilidades de decodificación que superan a las de estudiantes de grados superiores en otras escuelas de la provincia.

Fabián Yausaz, coordinador del área de alfabetización del Ministerio de Educación de Corrientes y codirector de la Diplomatura en Alfabetización Inicial de la UNNE, lidera la implementación de este programa en la provincia. Yausaz hasta el año pasado era profesor de alfabetización en un profesorado. “A mí me sancionaron por enseñar la línea de Borzone”, dice en diálogo con Ticmas, “y ahora me convocan para coordinar el programa”. Con una extensa trayectoria en la educación y un enfoque en la mejora de los procesos de aprendizaje en contextos vulnerables, ha sido una figura clave en la articulación de las propuestas didácticas del programa con las necesidades locales.

En esta entrevista, Yausaz detalla los factores que contribuyeron al éxito del programa, el rol crucial del acompañamiento docente y las estrategias implementadas para garantizar la continuidad educativa en Corrientes. Además, aborda los desafíos futuros y la importancia de la formación docente continua para mantener y expandir los logros alcanzados.

Klofkyna, la marcianita protagonista del programa de alfabetización de Corrientes
Klofkyna, la marcianita protagonista del programa de alfabetización de Corrientes

Me gustaría empezar, antes que, con una pregunta, con una observación: fueron muy buenos los resultados del programa Queremos aprender.

—Sí. El contacto con el equipo de Ana Borzone empezó en julio; ella participó del lanzamiento. Empezamos con una capacitación y los materiales llegaron a los chicos a mediados de agosto, casi septiembre. Con dos meses o tres meses de intervención, el 60% de los chicos estaba escribiendo textos en cursiva, leía. Parece una pavada, pero el tema de los distintos tipos de letra en primer grado es importante. Y los pibes pueden aprender un montón. Sí, los resultados fueron muy buenos.

¿Por qué funcionó?

—Creo que hay una propuesta que funciona, que está validada y tiene evidencia. Pero, como maestro, sé que no hay ninguna propuesta “a prueba de maestro”. Si un maestro no se la apropia, te puede hacer pelota la mejor propuesta. Y, entonces, en Corrientes hubo una cuestión clave, que fue el trabajo de los referentes. Los maestros tenían los equipos, las guías, la capacitación y recibían visitas de maestras jubiladas de distintas zonas de la provincia. ¿Por qué? Porque hay que persuadir a los docentes que el pibe puede aprender a leer y estas seños jubiladas eran un ascendente sobre las escuelas, tenían una cuestión de autoridad. Acá hay otra cuestión, y es que a veces el maestro está muy solo. Que lo acompañe alguien reconocido en la localidad le dio una organización a la inserción institucional de la propuesta que ha sido clave para estos resultados muy esperanzadores.

Tengo que decir que es un poco extraño que hablemos de alfabetización con un tono épico. Y digo que es extraño porque, finalmente, esa es la misión de la escuela.

—Los que tenemos un poquitito más de 30 años sabemos que no era un big deal. Era lo normal. Yo empecé la primaria en el Proceso —y no se trata de hacer una apología de la escuela de Proceso; simplemente tiene que ver con mi edad— y había logros esperables que se cumplían. No era nada del otro mundo. La gente se sorprende con que los chicos de primer grado aprenden a leer. Está buenísimo, pero registremos que es posible. Y lo es para niños en condiciones sociales difíciles, como pueden ser la situación de la mayor parte de los chicos que van a una escuela pública en Corrientes, donde los índices de pobreza históricamente superan el promedio nacional.

El programa de Ana Borzone se ha implementado en distintos lugares: Mendoza, Santa Fe, Chubut. Ahora Vanesa de Mier lo está desarrollando para implementar en CABA. ¿Cuál es el sabor local de “Queremos aprender” en Corrientes?

—La idea del programa de Ana es generar actividades, guías didácticas, material, formar gente y dejar capacidad instalada. En realidad, si querés, es una idea política de cómo concebir la innovación didáctica. Yo la conozco a Ana desde la década del 90, cuando junto con Celia Rosemberg y Beatriz Diuk hicimos unos libros para chicos del conurbano que se llamaron Las aventuras de Tomás. La idea de Ana siempre es la misma: son materiales orientados por un personaje y en este caso —a Ana le gusta mucho las cosas del espacio y volvió a sus marcianos— hay un personaje que se llama Klofkyna. Son cinco libros que se utilizan en una propuesta que larga en marzo y que nosotros empezamos este año en primero. ¿Qué nos pasó? Que con esos materiales aceleramos tanto el trabajo que nos quedamos sin materiales de segundo. Ahora la ministra de Educación de Corrientes hizo un convenio con CABA y nos autorizaron a usar los materiales de Vamos a leer, que es el libro que diseñó Vanesa de Mier para tercero y 6º. Acá elaboramos un cuadernillo para segundo grado que, de hecho, está entrando impresión. Lo vamos a distribuir a principios de septiembre.

El programa de alfabetización cubre el 25% de los chicos de primer grado de Corrientes (Imagen Ilustrativa Infobae)
El programa de alfabetización cubre el 25% de los chicos de primer grado de Corrientes (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Cuántos chicos cubre el programa?

—En la medida en que se van formando personas, técnicos, maestros, se genera un efecto multiplicador. Ana se caracteriza por ser muy rigurosa y a la vez muy generosa con su material. La cuestión es cómo hacemos para formar más docentes. Hoy cubrimos el 25% de la población de primer grado de la provincia. El viernes se va a lanzar una extensión y llegaríamos al 50%. Nos queda el otro 50%, que son escuelas rurales de personal único. A nivel de cantidad de chicos no es tan difícil, pero sí a nivel de llegar a esas escuelas. El desafío es cómo generar el recurso humano para atender a todos los chicos. Al menos a todos los chicos que van a escuela pública.

¿Cómo es la diplomatura universitaria que tienen con la UNNE, la Universidad Nacional del Nordeste?

—En principio es una formación de actualización docente que apunta a formarlos en una especialización en procesos de alfabetización temprana. El viernes se lanza la Diplomatura de primaria y una formación para maestras de inicial. Son cuatro módulos, que damos Ana Borzone, Vanesa de Mier, Bárbara Iribarne y yo. Los resultados del aprendizaje de los niños son estimulantes y supe que hasta empezaron a circular versiones fotocopiadas de Klofkyna. No es bueno para las autoras, porque va en detrimento su derecho de autor, pero los maestros se pasan en el boca a boca que esto funciona y lo están haciendo circular. Yo me considero un discípulo de Ana Borzone y creo que hay que tratar de sostener este método para que se instale y, si hay un cambio de gestión provincial, se pueda garantizar cierta continuidad.

¿Cómo acompañan a los docentes para sostener un programa de alfabetización como este?

—Uno de los grandes problemas de las innovaciones didácticas es que cuesta pasar de la fase piloto. Con la extensión que se larga el viernes estaríamos llegando al 50% de la población de primer grado de la provincia, que son entre 9.000 y 10.000 chicos. El tema es que, en esta fase, hay dos cuestiones. Por un lado, se necesitan referentes que, más allá de la instrumentación técnica, tengan llegada a la escuela, al maestro, una autoridad por la experiencia. Y, por otro lado, consolidar los equipos directivos y apuntar a la formación inicial de los docentes.

¿Qué quiere decir la consolidación de los equipos directivos?

—Las escuelas públicas tienen mucha circulación de docentes. El año pasado capacitamos a 250 docentes; este año, con la diplomatura de primer grado, a otros 250 más. No podemos más porque la universidad nos da un cupo. Pero hay mucha movilidad docente y terminás capacitando gente que se va a otras provincias. Corrientes exporta docentes al sur. Entonces, lo único que te queda es instrumentar a los equipos directivos, tratar de que dejen de estar tapados de papeles y que haya un vicedirector que se ocupe de lo pedagógico. O sea, instrumentar una continuidad institucional a partir de los equipos de conducción.

¿Cómo espera que evolucione el programa?

—Voy a dar un elogio para la gestión educativa provincial. Están pensando acciones en el nivel inicial: convocan al equipo de Rosemberg. Quieren plantear un proceso de alfabetización en primer y segundo grado: llaman a Borzone. Quieren plantear un programa de fluidez y comprensión lectora de 3° a 6° grado: los asesora Vanesa de Mier. Están pensando cómo dar una continuidad en el secundario pensando ejes como la fluidez lectora y la importancia de la oralidad en los procesos de comprensión. Hace poco salió una entrevista a Bárbara Gottheil que hablaba de la oralidad y la comprensión lectora.

Sí, la hice yo.

—Desde la provincia se le dio el nombre de Plan Marco. La progresión es que se instale este programa que reciba a los chicos estimulados del nivel inicial y que piense articulaciones con la secundaria y luego con la universidad, donde hay un programa de 6º para desarrollar competencias académicas vinculadas con el ingreso de los chicos que terminan el secundario. En las articulaciones vamos a tener que discutir, pero hay una búsqueda de continuidad en toda la educación obligatoria. ¿Va a funcionar? Ojalá que sí. Hagamos una entrevista en siete años y te digo cómo salió.

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