Las referentes de la OEI que formentan la lectura en la región: “Es una herramienta para volver a empezar”

Andrea Talamoni y Virginia Desmourés hablan con Ticmas de los desafíos de la mediación lectora y destacan las iniciativas que han llevado la lectura a espacios no convencionales, desde ferias del libro hasta contextos de encierro, en una región tan diversa como Iberoamérica

Guardar

Nuevo

Virginia Desmourés y Andrea Talamoni, referentes del programa Iberlecturas de la OEI
Virginia Desmourés y Andrea Talamoni, referentes del programa Iberlecturas de la OEI

Iberlectura es el programa de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) dedicado a la promoción de la lectura en la región. Iniciado como un proyecto para relevar y dar a conocer los planes de lectura de cada país, se ha expandido a lo largo de los años, desarrollando iniciativas que buscan fomentar la lectura en diversos contextos y para distintas audiencias. Uno de los proyectos más destacados del programa fue la campaña “Lectura en Movimiento: los textos circulan por la ciudad”, que se presentó durante el Congreso Internacional de la Lengua Española en Córdoba, en 2019, que llevó la lectura a espacios públicos y no convencionales, como plazas y transporte, acercando la literatura a un público más amplio.

Las hacedoras de Iberlectura son Andrea Talamoni y Virginia Desmourés. Talamoni estuvo a cargo del programa durante nueve años y es una referente en la promoción de la lectura y la capacitación docente en la región. Recién jubilada, le deja la posta a Virginia Desmourés, gestora técnica de cooperación de la OEI, quien desarrolló diversas iniciativas dentro del programa y ahora tiene la responsabilidad de continuar con su legado. En esta entrevista con Ticmas, las expertas abordan los desafíos que requiere la mediación de la lectura, a la vez que hablan de las iniciativas que han desarrollado y que siguen siendo exitosas en la región.

¿Cuáles son las buenas prácticas que debe tener un mediador de la lectura?

Andrea Talamoni: Ante todo, el mediador tiene que leer. Un docente de primaria no solo tiene que leer textos de primaria, él mismo tiene que ser un lector para compartir con los chicos y adolescentes y jóvenes y adultos, la pasión por la lectura. Por eso, a partir del relevamiento que hicimos, surgió el área de formación de lectura. Diseñamos tres cursos. Un curso introductorio para la lectura literaria infantil, un curso de profundización en lectura en primera infancia y un curso de promoción de la lectura literaria juvenil. Eran cursos que no solo estaban destinados a bibliotecarios y docentes, sino que era para cualquier persona que trabajara en una fundación, en un comedor comunitario, etcétera, y quisiera llevar la lectura a esos espacios. El curso implicaba diseñar un proyecto de mediación lectora que se les proponía en la clase cero.

Cómo son los cursos de la OEI para los mediadores de lectura

Con “Lectura en movimiento”, entre otras cosas, vinculaban un relato literario con un relato audiovisual. ¿Cómo se toma la relación hoy, cuando hay tanto discurso híbrido?

Virginia Desmourés: A nosotros, como mediadores, nos interesa mucho trabajar la lectura en las infancias y una forma de llegar a las infancias es con ilustraciones en los textos. Es algo que viene funcionando desde siempre, ¿no? También nos interesa trabajar en cómo se puede ilustrar un texto, porque ahí se cruzan distintos tipos de lenguaje y es una producción mucho más rica de la que uno podría llegar a creer. El dibujo no está solo ahí de forma decorativa, sino que acompaña la textualidad.

Andrea Talamoni: Eso se ve, por ejemplo, en el concurso de escritura de diarios de viaje, en el que invitaba a estudiantes de secundaria a imaginar un viaje a la Antártida y escribir un diario. Se hicieron dos clases: una de cómo escribir un diario de viaje y otra de cómo ilustrar el diario. Resultó un libro maravilloso que está en nuestra web. Como dice Virginia, las ilustraciones eran primordiales en esos diarios. Toda herramienta que estimule la lectura, la conversación y el intercambio de opiniones nos parece que es fundamental.

Virginia Desmourés: Las proyecciones que se realizaron en “Lectura en movimiento” tenían una conexión con algún libro literario que después se podía abordar en las clases. Y las películas venían con una guía didáctica. Esos cruces son siempre súper enriquecedores.

Quisiera volver a la campaña que hicieron en la vía pública.

Andrea Talamoni: Con las postales armamos una antología para difundir las voces de escritoras y escritores iberoamericanos de cada país de la OEI. La campaña fue en 2019 y nuestra primera antología en 2020, cuando la OEI cumplió 70 años. Hicimos Celebraciones con las postales que tenían poemas de distintos países acompañados por ilustradores argentinos. Esa campaña después se fue ampliando y así surgió “Lectura en movimiento: Viaje al centro de la ciencia”.

Virginia Desmourés: Claro, se hizo con el mismo espíritu en la semana de la ciencia. Aquí ya nos movimos hacia las microficciones científicas, que también se repartieron en formato de postal Ciencia y luego fueron recopiladas en un libro que se llama Lectura en movimiento Moléculas.

¿Cómo se trabaja en literatura desde lo local, sin descuidar lo global?

Andrea Talamoni: Pensamos una campaña diferente para cada país. Por ejemplo, Lectura en Movimiento en Lima se hizo en el marco de la Feria del Libro y trabajamos con socios como el Ministerio, la Biblioteca Nacional, la Cámara del Libro y la Biblioteca del Bicentenario. Las antologías tienen escritoras y escritores de todos los países de la OEI y después, en cada campaña que se hace local, se maneja la difusión de las escritoras y escritores de ese país en particular, y la posibilidad de descargar todas las antologías. El formato digital es muy bueno porque no podemos pensar en entregar libros a todas las escuelas del país: son muchas escuelas y es mucha plata. Por eso con Virginia ponemos códigos QR con links para la descarga.

Virginia Desmourés: Retomando el punto sobre lo local y lo iberoamericano, al unir en una misma publicación distintos tipos de voces de un mismo en un mismo género, se ve una línea que une un rasgo iberoamericano compartido, pero además va resaltando el aspecto nacional en la forma en que se produce ese texto de manera particular.

Andrea Talamoni: Nuestro secretario general, Mariano Jabonero, dice: “la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad”.

Qué es Lectura en Movimiento

¿Qué piden los mediadores de lectura?

Andrea Talamoni: Literatura de calidad.

Virginia Desmourés: Es muy variado, porque nosotros nos centramos en generar recursos gratuitos y están colgados en Internet. Cualquiera los puede descargar, pero puede haber lugares en la región donde la accesibilidad sea un problema. Pero eso, si no llegás con la digitalización, necesitás la apoyatura física. Por eso también entregamos postales con poemas. La gente se los lleva casi como un objeto para atesorar.

¿Cómo se expandió “Lectura en movimiento”?

Andrea Talamoni: “Lectura en movimiento” es una campaña de promoción de la lectura en espacios no convencionales, ¿no? Bueno, un día llegó a nuestras manos un libro de Bettina Caron, Leer en el encierro.

¿Tenía que ver con la pandemia o con otro tipo de encierro?

Andrea Talamoni: En la pandemia hicimos “Lectura en movimiento: en casa” y desarrollamos materiales para docentes y familias, pero esto era sobre el encierro carcelario. Así diseñamos “Lectura en movimiento en contextos de encierro”, que lo hicimos en Jujuy gracias al apoyo de Carla Torcoletti, que es la directora de Educación en contextos de encierro, y del Servicio Penitenciario. Yo siempre destaco que el Servicio Penitenciario puso una nota en Facebook, que decía: la lectura, una herramienta para volver a empezar. Diseñamos una bitácora de lectura para que cada interna tuviera posibilidad de escribir qué le había parecido para cada libro, hacer una valoración, y además tenía páginas en blanco para que pudiera escribir sus propias experiencias. Lo hicimos dos años con mujeres adultas y el tercer año con adultos varones. La experiencia fue más rica de lo que imaginábamos. Hubo quienes retomaron los estudios para terminar la primaria y la secundaria.

Empezaron un proyecto hace cinco o seis años, ¿qué esperan para los próximos cinco?

Virginia Desmourés: Todavía tenemos algunas cosas por salir, que son nuevas ediciones de Iberoamérica Lee. Está al salir Iberoamérica lee haikus e Iberoamérica lee poesías para las infancias. No es que hay un corte porque se va Andrea y algo que empieza de cero; es una continuidad. Espero que dentro de cinco años lleguemos a más lugares con nuevos tipos de proyectos, todos orientados a la promoción de la lectura. Pero encontrando diversidad.

Andrea Talamoni: Yo dejo el área en muy buenas manos y, aunque ya estoy jubilada, tenemos un bebé en la colección “Iberoamérica Lee” que es Iberoamérica lee cuentos y leyendas de pueblos originarios. Nos llevó todo un año de trabajo con la oficina de OEI México. México tiene 68 lenguas, con lo cual este primer libro de la colección va a ser “México 1″. Tenemos 28 lenguas originarias. Trabajamos con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y el de Lenguas Indígenas y con los ministerios

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias