Día con día hay diversas cuestiones que desestabilizan el bienestar emocional de las niñas, niños y adolescentes. Ya sea por factores dentro de casa o por problemas que pueden surgir en las aulas escolares que impacten directamente en su salud emocional, esto puede desencadenar en problemas de ansiedad y depresión si no se tratan de la forma adecuada.
Una de las formas que pueden utilizarse para reducir los niveles de estrés y preocupación es el mindfulness, una técnica de atención plena que permite a las personas concentrarse en el presente y apartar aquellas preocupaciones del pasado o la incertidumbre del futuro.
Según la definición de Carlos García Rubio, miembro del equipo de Estrés y Salud de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, la atención plena se puede definir como la habilidad de estar en el momento presente y aprender a relacionarse con las sensaciones, pensamientos y emociones, u otras experiencias, desde una actitud menos juiciosa o reactiva, y que sí sea más amable, afectuosa y de mayor aceptación.
¿Cómo practicar la atención plena de los niños?
En la sociedad de hoy, los niños y jóvenes enfrentan un aumento de los problemas de salud mental, el acoso y el ciberacoso y una sociedad rápida y exigente que requiere de muchos recursos atencionales y emocionales, lo cual resulta altamente estresante.
Diversas investigaciones señalan ahora que la escuela del siglo XXI necesitan desplegar intervenciones que enseñen al alumnado habilidades para poder gestionar estos retos, más allá de su desarrollo académico, así como promover el aprendizaje socioemocional, que además se ha visto que es un prerrequisito para un adecuado rendimiento académico.
Si bien se ha incrementado el número de escuelas que han desarrollado intervenciones basadas en la atención plena, es necesario que existan más iniciativas que permitan a todas las edades poder tener atención enfocada en el hoy. Para practicar la atención plena con niños en la escuela, se pueden implementar diversas estrategias y ejercicios que fomenten la concentración, la regulación emocional y el bienestar general. Según un artículo del Tec de Monterrey, hay un par de recomendaciones clave que pueden seguirse para practicar mindfulness
1. Ejercicios breves de meditación
Iniciar el día con una práctica breve de meditación, como ejercicios de respiración, puede ser muy beneficioso. Dedicando solo cinco minutos al día, se puede ayudar a los niños a centrarse y reducir el estrés. Esto ha demostrado tener un impacto positivo en la atención y el bienestar emocional de los estudiantes
2. Modelar el comportamiento
Los profesores deben ser ejemplos de atención plena. Cuando los niños ven a sus maestros practicar mindfulness, es más probable que se interesen y participen en estas actividades. La práctica personal de los educadores puede inspirar a los estudiantes a adoptar estas actitudes.
3. Uso de lenguaje sencillo
Es fundamental explicar la atención plena en términos que los niños puedan entender. En lugar de hablar de mindfulness, se puede usar la expresión “darse cuenta” de lo que sienten y experimentan, tanto internamente como en su entorno. Esto facilita la conexión y la comprensión del concepto.
4. Actividades lúdicas
Incorporar actividades lúdicas que fomenten la atención plena puede ser muy efectivo. Algunas sugerencias incluyen:
- Visualizaciones guiadas: Llevar a los niños en un paseo imaginario, describiendo lo que ven, oyen y sienten. Esto les ayuda a concentrarse en el presente
- Colorear con intención: Pedir a los niños que elijan colores que representen sus emociones actuales mientras colorean. Esto no solo es creativo, sino que también promueve la autorreflexión
5. Paciencia y constancia
La práctica de la atención plena requiere tiempo y paciencia. Es importante ser constante y adaptar las actividades a las necesidades y respuestas de los niños. Los resultados no siempre son inmediatos, por lo que la perseverancia es clave.
6. Fomentar la regulación emocional
La atención plena ayuda a los niños a identificar y manejar sus emociones. Al enseñarles a hacer pausas y respirar en momentos de estrés, se les proporciona herramientas para enfrentar situaciones difíciles.
7. Crear un ambiente de aprendizaje positivo
Fomentar un lenguaje común sobre la atención plena en el aula puede ayudar a los niños y maestros a manejar el comportamiento y las emociones de manera más efectiva. Esto convierte los incidentes problemáticos en oportunidades de aprendizaje. Implementar estas estrategias puede contribuir significativamente al desarrollo emocional y académico de los niños, creando un ambiente escolar más saludable y consciente.
Cuáles son los beneficios de la atención plena
Aunque el interés social es cada vez mayor, la investigación sobre los beneficios de las intervenciones basadas en la atención plena en la escuela es todavía reciente. Un estudio global sobre la efectividad de los programas de atención plena en la escuela con niños y niñas de 6 a 12 años mostró que tras los programas mejora la atención, la regulación emocional y del comportamiento, la competencia social y los comportamientos prosociales, y aumentan las emociones positivas.
Según el Child Mind Institute, la práctica de mindfulness ayuda a los niños a manejar el estrés y la ansiedad, permitiéndoles enfrentar situaciones difíciles con mayor calma y control emocional. Esto es especialmente útil para aquellos con trastornos como TDAH, ansiedad o depresión. Cuando los niños practican la atención plena, también aprenden a identificar y gestionar sus emociones, lo que les permite responder de manera más reflexiva en lugar de reaccionar impulsivamente.
La tención plena también tiene beneficios cognitivos, pues fortalece la capacidad de los niños para concentrarse en las tareas, lo que se traduce en una mejor retención de información y un rendimiento académico superior. De la misma forma, se aprende a observar sin juzgar, por lo que los niños desarrollan habilidades de pensamiento crítico y creatividad, lo que les permite explorar diferentes perspectivas y soluciones a problemas.
Incluso, el mindfulness puede mejorar las relaciones Interpersonales, ya que la atención plena promueve la empatía y la comprensión hacia los demás, lo que ayuda a los niños a construir relaciones más positivas con sus compañeros y adultos. Al practicar esta habilidad, las personas pueden comunicarse de manera más efectiva y a manejar mejor sus emociones en situaciones sociales, lo que contribuye a un ambiente más armonioso en el aula y en casa.