La formación docente va más allá del momento escolar de futuros maestros y maestras, pues también involucra las actualizaciones que los docentes adquieren sobre los procesos de aprendizaje y las temáticas mismas que atraviesan a los estudiantes. Es este factor uno de los determinantes de la calidad educativa, ya que esta depende en gran medida de la preparación y actualización constante.
En un contexto donde los cambios sociales, económicos y tecnológicos son frecuentes, los docentes necesitan herramientas y estrategias que les permitan adaptarse y responder a las nuevas demandas del sistema educativo.
En una entrevista reciente, Jennie Brand, coordinadora de Formación Docente en la Universidad La Salle, compartió sus perspectivas sobre la importancia de la formación docente y las estrategias que se están implementando para mejorar la calidad educativa en el país. Brand es doctora en Educación, maestra en Pedagogía y licenciada en Educación Primaria. Es integrante de la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores (REDUVAL) y Red Internacional de Docencia Universitaria Lasallista (RIDUL) Recibió el Reconocimiento a la Mujer 2024 por parte del Parlamento Internacional de Educación y el Senado de la República.
¿Cuál es el perfil de un buen docente?
En entrevista con Infobae, Jennie Brand consideró que un buen docente no necesita cuestiones específicas que giren en torno a cargos o reconocimientos, sino más bien que deben de contar con las aptitudes correctas para dirigir a los grupos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Primero, Jennie Brand explicó que es necesario que los docentes tengan una conciencia de sí mismos y una comprensión del contexto en el que operan. Ella afirmó: “Es imprescindible que un buen docente tenga conciencia del contexto político, económico, social y cultural.” Esta perspectiva aborda la importancia de no solo enseñar dentro del aula, sino también de estar conscientes de los entornos exteriores que influyen en la educación y en la vida de los estudiantes.
“No podemos dar lo que no tenemos. La docencia implica también el cuidado del otro, entonces es un ejercicio en el que hay que estar atentos en el acompañamiento de estos profesionales. Hay que prestar atención a quien se forma, ya que ellos son los que van a hacer la transformación social. (...) Un buen docente tiene que también tener una conciencia del contexto; y es que por mucho tiempo se consideró que el docente estaba en aula y ese era su contexto, pero más bien implica tener esta relación y concientización de los entornos político, económico, social, cultural”, recalcó la especialista y dijo que cuestiones que al momento marcan historia, como el anuncio de que la próxima persona que dirigirá el país será una mujer, es una cuestión que no puede y no debe ignorarse dentro de los salones de clases.
En este sentido, la Universidad La Salle se enfoca en formar docentes que no solo sean expertos en su campo, sino también conscientes de su entorno y capaces de contribuir a la transformación social.
“El docente debe de conocer, apropiarse y asimilar esas metodologías que emanan la institución a la que pertenecen; esto desde jardín de niños hasta el doctorado. Pero esas metodologías didácticas tienen que ir acorde a esa apuesta pedagógica. Pero hay que tener claro cuál es el perfil de egreso también para abonar los futuros profesionales a la sociedad”, señaló la especialista, enfatizando que es importante tener en claro cuáles son las características y necesidades de los estudiantes.
Los docentes nunca dejan de aprender
La implementación de la nueva escuela mexicana ha generado un amplio debate sobre la preparación de los docentes y la integración de nuevos materiales educativos. La discusión se ha centrado en cómo los profesores se están adaptando a estos cambios y cómo se incorporan a las aulas metodologías innovadoras como STEM y el aprendizaje basado en proyectos.
Jennie Brand subrayó que “ciertamente un docente puede tener formación inicial y formación permanente”, destacando la importancia de ambas vertientes en la educación. La formación inicial se enfoca en preparar a los maestros para distintos niveles educativos, desde la educación preescolar hasta la media superior. Esta formación se estructura en un trabajo intenso y la creación de recursos que ayudan a los docentes en su labor.
Al cuestionarle a la experta si hay estrategias efectivas para continuar con esta formación del docente, Brand respondió afirmativamente, indicando que la educación permanente ha visto un crecimiento significativo, especialmente en el contexto pospandemia. “La formación permanente se ha abierto un abanico impresionante en programas formales e informales”, dijo la especialista de La Salle, haciendo alusión a las oportunidades de desarrollo profesional a través de diversas plataformas.
Asimismo, Jennie Brand mencionó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) cuenta con ejes formativos esperados en cada nivel educativo, lo cual es esencial para que los maestros se alineen con los objetivos de que la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Añadió que esto es importante, porque se pueden ver cuáles son los ejes transversales que existen desde el nivel básico hasta el rango universitario, lo cual enfatiza la cohesión entre los distintos niveles educativos.
El esfuerzo para actualizar y capacitar a los docentes incluye la participación de múltiples instituciones educativas, como la Universidad La Salle, que brinda programas de formación continua. Sin embargo, Jennie Brand mencionó que también existen diversas plataformas digitales, como es Ticmas, que juegan un papel crucial en este proceso, brindando acceso a cursos cortos y específicos que permiten a los maestros obtener microcredenciales y mantenerse al tanto de las últimas tendencias en educación.
Y es que el panorama de la formación continua también se extiende más allá de las ofertas institucionales, considerando el acceso a información a través de internet y plataformas educativas en línea. Brand destacó que el uso de la inteligencia artificial puede asistir en la búsqueda de información y autogestión del aprendizaje.
¿Es necesario que los maestros tengan competencias emocionales?
La necesidad de trabajar en las habilidades socioemocionales de los estudiantes y docentes es un tema crucial en el ámbito educativo actual. Jennie Brand subrayó en la entrevista con Infobae la importancia de este aspecto en el desarrollo integral de los profesionales, indicando que estas habilidades son esenciales no solo durante la carrera universitaria, sino a lo largo de toda la vida.
Brand resaltó la importancia del autocuidado y la actualización constante de los docentes: “definitivamente estas habilidades socioemocionales son esenciales, porque el docente debe de tener un cuidado de sí mismo”. Esto implica que los maestros no solo deben estar al día en su especialidad, sino también en su desarrollo personal y emocional.
La docente enfatizó que la educación no termina con la obtención de un título, sino que es un proceso continuo. Según sus declaraciones, “la educación es un derecho humano, entonces tiene que ser a lo largo de la vida”. En este sentido, los docentes tienen un papel fundamental en inspirar a las nuevas generaciones y preparar a los estudiantes para seguir formándose a lo largo de sus vidas. “Convicción del cómo ser docente. Y con esto tenemos que en estas habilidades entender que formamos a esto que la UNESCO nos llama a lo largo de la vida”, explicó Brand.
Por último, la especialista de la Universidad La Salle mencionó que los principales retos y oportunidades en la formación docente en México son la autoridad docente, inspirar un respeto personal y por ende reconocimiento a la dignificación del profesorado, transposición didáctica, inclusión y diversidad, así como tener un dominio en el campo del saber, es decir, prestigio o expertise profesional que articule el campo de conocimiento, contenido curricular, contenido didáctico y contenido construido por el estudiantado en pro del aprendizaje.
También señaló que es importante concientizar y actuar en consecuencia sobre las implicaciones a docentes de la reforma al Código Penal Federal con relación a la orientación sexual, identidad o expresión de género del estudiantado, al mismo tiempo que se da un entretejido de la integridad académica con la inteligencia artificial; ambas cuestiones para actuar éticamente y con responsabilidad social haciendo un uso adecuado de la información.