En el proceso educativo la memoria es un componente esencial, influye en la capacidad de los estudiantes para adquirir, retener y aplicar conocimientos. Pero, en el entorno formativo la memoria no solo permite recordar información sino que también facilita la conexión con nuevos conceptos a través de experiencias previas, lo cual enriquece la comprensión y el aprendizaje.
Adicionalmente, el desarrollo de habilidades de la memoria contribuyen con la formación de pensamiento crítico y analítico, lo cual es crucial para el crecimiento personal y éxito académico. Frente a este panorama, desde diferentes sectores ha sido motivo de análisis y estudio entender recordamos y olvidamos los conocimientos adquiridos, el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus ha dado luces reveladoras sobre los mecanismos de funcionamiento de la memoria, señalando que aproximadamente dos terceras partes de lo que aprendemos se olvida tan solo 24 horas después.
Ebbinghaus y sus contribuciones a la memoria
En el siglo XIX, Hermann Ebbinghaus se aventuró a estudiar los misterios de la memoria utilizando un enfoque científico riguroso. Antes de sus investigaciones, filósofos como John Locke y David Hume ya habían discutido la naturaleza de la memoria, sugiriendo que se basaba en la asociación de ideas y experiencias. Sin embargo, Ebbinghaus fue el primero en probar estas teorías empíricamente. Decidió ser el único sujeto de sus experimentos, emprendiendo un intensivo proceso para eliminar cualquier influencia de asociaciones previas.
Para esto, creó más de 2 mil “sílabas sin sentido”, es decir, combinaciones aleatorias de consonante-vocal-consonante, de modo que no tuvieran ningún significado intrínseco, estas sílabas eran agrupadas en listas y memorizadas meticulosamente por él mismo. Este método permitió a Ebbinghaus estudiar la memoria de una manera pura, sin la interferencia de conocimientos o asociaciones previas.
Metodología de memorización
El enfoque de Ebbinghaus para memorizar estas listas era sistemático; leía cada lista, haciendo una breve pausa entre sílabas, y luego se tomaba 15 segundos antes de proceder con la siguiente lista. Repetía este proceso hasta poder recitar cada lista completa y sin errores. Adicionalmente, experimentó con listas de diferentes longitudes y variados intervalos de aprendizaje, anotando los tiempos requeridos tanto para aprender como para olvidar la información. Estos métodos detallados le permitieron descubrir principios fundamentales sobre la memoria humana.
Principales hallazgos
Uno de los descubrimientos más reveladores del psicólogo alemán fue que la memoria humana es significativamente más eficiente cuando se trata de material con sentido. Comparando su capacidad para recordar un poema con la memorización de las sílabas sin sentido, concluyó que el material con sentido se retenía hasta diez veces más fácilmente, este hallazgo subrayó la importancia del significado y la asociación en la retención de información.
Otro importante descubrimiento fue la eficacia de la repetición en la memorización; Ebbinghaus observó que cuantas más veces se repetían las sílabas, menos tiempo se necesitaba para memorizarlas. Sin embargo, notó que las primeras repeticiones eran las más efectivas, indicando que la memorización sigue un patrón de eficiencia decreciente con el aumento de las repeticiones, lo que se conoce hoy en día como el efecto de repetición decrecida.
La curva del olvido
Uno de los puntos más reconocidos en los estudios de Ebbinghaus es su investigación sobre el olvido, por medio de sus análisis descubrió que el olvido ocurre rápidamente poco después del aprendizaje, con una disminución notable de la retención en las primeras horas. Después de una hora se olvida aproximadamente el 56 % de la información, después de nueve horas alrededor del 60 %, a las 24 horas se olvida el 66.6667%, es decir, aproximadamente dos tercios de lo aprendido.
Ebbinghaus representó estos hallazgos en un gráfico conocido como la curva del olvido, esta curva muestra una caída inicial pronunciada en la retención de la memoria, seguida de una pendiente más gradual. La curva ilustra cómo la memoria se deteriora rápidamente al principio, pero luego la tasa de olvido se desacelera con el tiempo.
Influencia en la educación
Hoy en día, los principios descubiertos a través de la investigación de Ebbinghaus son aplicados en diversas disciplinas. Por ejemplo, la curva del olvido proporcionó una base de técnicas como la repetición espaciada, la cual se ha convertido en una técnica popular para ayudar a los estudiantes a retener información a largo plazo; esta técnica consiste en revisar el material aprendido en intervalos crecientes, lo que fortalece la memoria y reduce el efecto del olvido.
Es decir, la distribución del aprendizaje en el tiempo favorece una mayor retención a largo plazo, ya que refuerza la consolidación de la información en la memoria. Este enfoque incrementa significativamente la probabilidad de recordar los conceptos aprendidos en el futuro en comparación con la memorización intensiva a corto plazo.
Además, la repetición espaciada permite a los estudiantes recordar la información de manera más eficiente, enfocándose en los contenidos que están en riesgo de ser olvidados. Esto evita el esfuerzo innecesario de revisar constantemente conceptos ya consolidados.
Por otro lado, esta técnica permite la personalización del aprendizaje, adaptándose a las necesidades individuales de cada estudiante. Los intervalos de repaso pueden ajustarse según la dificultad y familiaridad con el material, haciendo que el proceso de aprendizaje sea más efectivo y acorde al ritmo de cada persona, asimismo, al observar mejoras en la retención de información, los estudiantes experimentan un aumento en su confianza y motivación para continuar aprendiendo, lo cual fomenta un ciclo positivo en su educación.