La educación continua es uno de los pilares fundamentales de la sociedad actual, ya que a través de este es que se adquieren los conocimientos necesarios para mantener a las personas actualizadas.
El aprendizaje a lo largo de la vida se refiere al enfoque educativo que promueve la adquisición de conocimientos y habilidades de manera constante y a lo largo de toda la vida. Este concepto ha evolucionado para abarcar no solo la educación formal, sino también el aprendizaje informal y no estructurado que ocurre en diversos contextos.
Cuál debe ser el perfil del estudiante, cómo desarrollar las competencias necesarias para el mundo laboral, así como el impacto de las habilidades socioemocionales en el aprendizaje para toda la vida, son algunos de los puntos que trató Markel Lehman, actual Director de la Facultad de Negocios en la Universidad La Salle, en entrevista con Infobae.
Lehman es ejecutivo senior de marketing, conferencista, consultor, así como coach. Tiene licenciatura en Administración en la Universidad La Salle México, así como estudios de especialización en Relaciones Públicas y Medios en la misma institución, así como un MBA con especialidad en Marketing Corporativo por parte de Aliat Universidades.
Seguir aprendiendo, más que una tendencia
En un mundo donde las habilidades demandadas cambian rápidamente, la educación continua es una necesidad imperativa en el mercado laboral. Así lo destacó Markel Lehman en la charla que mantuvo con Infobae donde subrayó la urgencia de seguir aprendiendo a lo largo de la vida. “La única salida o el único camino sostenible es precisamente la educación continua”, afirmó el especialista.
El Foro Económico Mundial señala las 10 habilidades más demandadas por los trabajadores para los próximos cinco años, las cuales son creatividad, pensamiento crítico, alfabetización, alfabetización tecnológica, curiosidad, aprendizaje continuo, resiliencia, pensamiento sistémico, inteligencia artificial y Big Data. Lehman enfatizó que, aunque las universidades fomenten estas habilidades a través de su modelo de Formación Integral, es crucial que los estudiantes y profesionales no se queden únicamente con lo que les ofrece la academia. “La persona no puede quedarse únicamente con lo que le damos aquí. ¿Cómo puede hacerlo? Hoy en día hay un sinnúmero y un sinfín de opciones y alternativas para desarrollar estas habilidades”, detalló.
La continua actualización y adaptación a nuevas realidades se vuelve esencial en un mundo donde, según datos del Instituto Mexicano de la Competitividad , el 43% de las habilidades básicas requeridas por los obstáculos cambiarán en los próximos cinco años. Esta tendencia evidencia la urgencia de adoptar un enfoque de aprendizaje a lo largo de toda la vida. El también conferencista resaltó que la Universidad La Salle está comprometida en formar profesionales que sean auténticos agentes de cambio y transformación social. Para ello, la institución cuenta una serie de programas de licencias, ingenierías y posgrados, además de áreas de aprendizaje a lo largo de la vida que “constantemente está desarrollando y está ofreciendo distintos diplomados, cursos, talleres orientados hacia las habilidades necesarias y los temas de coyuntura, como por ejemplo el nearshoring”, dijo.
Otro aspecto que destacó el director de la Facultad de Negocios de La Salle es el incentivo a la curiosidad y al aprendizaje permanente entre los estudiantes. “Es necesario incentivar a los estudiantes a que lean, a que no se conforman con lo que se les comparte durante las clases, no porque sean insuficientes, sino porque hay una obligación complementar, cuestionarse y por supuesto, de actualizarse”, declaró Lehman. Este enfoque busca preparar a los estudiantes no solo para el presente, sino para un futuro en constante transformación.
“Una de las habilidades que están buscando los trabajadores es la curiosidad, las ganas de aprender; también exige el uso de la inteligencia artificial como una herramienta y por último, la orientación al servicio”, mencionó Lehman, que también recalcó las posibilidades de contiuar aprendiendo a través de plataformas en línea, de hacer microcredenciales, siempre y cuando se adapte a lo que el estudiante necesite.
Las tendencias y necesidades en el ámbito laboral están claramente influenciadas por múltiples factores, incluyendo avances tecnológicos y cambios en las demandas sociales. En este contexto, la educación continua emerge no solo como una tendencia, sino como una necesidad imperiosa para cualquier persona que desee mantenerse relevante y competitiva. “Aquellos que crean que únicamente con haber cursado su programa académico ya están listos y preparados, pues de cierta forma sí, pero el mercado va cambiando tan rápido... es imperante una actualización”, reiteró Lehman.
El perfil del curioso
Markel Lehman consideró que no hay cuestiones específicas que se requieran para ser un estudiante “para toda la vida”, pero sí destacó que en realidad la única constante en el aprendiza continuo es la curiosidad.
“Es la cuarta habilidad señalada por el FEM, esa curiosidad traducida en las ganas de seguir descubriendo el mundo, de conocer qué más hay. Inclusive se trata de una consciencia que intenta retar el status quo”, señaló como parte de cuestionarse qué y por qué se dictan ciertos temas en las instituciones de educación formal. “Si mezclas curiosidad con pensamiento crítico te deja saber para qué sirven las cosas, cómo se utiliza el conocimiento y cómo puedes sacarle mejor provecho”.
El además ex-alumno de Universidad La Salle considera que cualquier persona formada en cualquier disciplina, en cualquier ámbito, tiene la capacidad de continuar aprendiendo sin importar el momento en el que se encuentre. En ese sentido, destacó el confinamiento a propósito de la pandemia de coronavirus como un momento clave para cientos de personas que intentaron adquirir nuevas habilidades durante el encierro.
“Muchos se preguntaban ‘¿qué más puedo aprender?’ Muchos de nosotros nos decantamos inclusive por habilidades y actividades que quizás nunca nos hubiéramos imaginado y que a final de cuentas constituyen también el lifelong learning”, agregó.
Sobre la misma línea, Markel Lehman enfatizó que no es un requisito que la educación continua se coloque en la misma línea de la formación profesional, y hasta puede ser “todo lo contrario”, pues así es como se complementan los conocimientos y se enriquese la transdisciplinariedad, que de hecho es lo que la sociedad requiere y demanda.
“Cada vez me percato más de la cantidad de perfiles profesionales que han llegado a grandes posiciones. Son increíbles agentes transformadores de cambio. Afortunadamente puedo decir que muchos de ellos son alumnis [término utilizado por La Salle para identificar a sus egresados] que quizás se formaron en un área de ingeniería en su educación profesional y después profesionalizaron a través de un posgrado o alguna maestría en alguna otra disciplina como puede ser negocios, servicios, etcétera”, destacó.
Soft skills y el aprendizaje para toda la vida
Hacia el final de la conversación con Infobae, el director de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle señaló que las habilidades blandas se han convertido en un elemento esencial en el entorno laboral. Lehman mencionó que a las empresas hoy en día les importa, al mismo nivel que los títulos universitarios, qué habilidades tienen los profesionales, donde unas de las más valoradas son la resiliencia y la capacidad de adaptación.
El mercado laboral demanda profesionales con habilidades específicas que permitan a las organizaciones enfrentar situaciones diversas y adversas. El especialista expresó que estos requerimientos se traducen en preguntas como: “¿Qué tan bueno eres para trabajar en equipo? ¿Eres resiliente? ¿Puedes sobreponerte ante una situación de adversidad?“. Estas habilidades, también conocidas como soft skills, facilitan la capacitación y adaptación del empleado a la cultura organizacional.
Sobre el tan recurrente término de resiliencia, Markel Lehman diferenció del trabajar bajo presión, ya que el primero se refiere a la capacidad de sobreponerse y superarse después del trabajo, mientras que el segundo término implica cumplir con tareas en tiempos limitados y con recursos escasos. “El fracaso no es sinónimo de fallar; realmente fracasas cuando lo deja de intentar”. Además, sostuvo que la transformación digital ha intensificado la necesidad de estas competencias. Indicó: “Con la evolución tecnológica de todas estas herramientas [...] colaboramos, pero también nos aislamos, por lo que las soft skills se vuelven imprescindibles para trabajar eficazmente en entornos digitales y diversos”.
Markel Lehman concluyó que estas habilidades no solo son cruciales para la adaptación al entorno laboral, sino también para la vida personal. En su experiencia como docente de posgrado, resaltó la importancia de enseñar competencias ejecutivas que fomenten una actitud resiliente y adaptativa ante los desafíos.