Alfabetización, ausentismo y secundaria, entre los desafíos “transideológicos” del sistema educativo

La jornada “Los desafíos de la educación en Argentina” reunió a funcionarios, expertos, docentes y referentes de la sociedad civil en la UADE, donde se plantearon discusiones sobre la situación educativa nacional, el panorama en CABA y PBA, y la importancia de construir acuerdos

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El secretario de Educación, Carlos Torrendell, con Héctor Masoero, presidente y rector honorario de la UADE
El secretario de Educación, Carlos Torrendell, con Héctor Masoero, presidente y rector honorario de la UADE

Este viernes la jornada “Los desafíos de la educación en Argentina” reunió a funcionarios, especialistas, docentes y representantes de la sociedad civil en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), donde se plantearon discusiones sobre la situación educativa nacional, el panorama en CABA y provincia de Buenos Aires (con una mesa específica dedicada a la reciente reforma del régimen académico), la cuestión de la evaluación y la promoción y la necesidad de una “gran transformación”.

En la apertura, el secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, destacó el trabajo articulado que vienen realizando la Nación y las provincias en el marco del Consejo Federal de Educación: “El pasado 28 de diciembre planteamos en el Consejo el desafío de la alfabetización, que implica consolidar los aprendizajes fundamentales. Fue un consenso unánime y espontáneo de todos los ministros. Para mí eso fue muy grato”.

Torrendell señaló que también hay consenso en torno a la necesidad de cambiar la secundaria y la carrera y la formación docente: “Son desafíos transideológicos, en los que coincidimos todos. En educación hay un reservorio de acuerdos para tratar de resolver los problemas fundamentales”.

El secretario subrayó que durante los primeros meses del año se logró avanzar con los acuerdos en torno a la alfabetización en un contexto económico complejo, en el que el Gobierno nacional decidió eliminar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y mantuvo fuertes restricciones en las transferencias a las provincias, entre otros recortes que impactaron en el sistema educativo. Finalmente, a fines de mayo se aprobó el Compromiso Federal por la Alfabetización, que en julio fue presentado por el presidente Javier Milei en San Juan.

“Aunque podemos pensar distinto, el cambio requiere encontrar entre todos cuáles son nuestros desafíos fundamentales, con mucha humildad y desconfiando un poco de las propias certezas”, dijo Torrendell. Y aclaró: “No podemos hacer un acuerdo para seguir igual: tiene que haber audacia para cambiar”. Aseguró que “en alfabetización se pueden logar mejoras en dos años, no es una cuestión de largo plazo”. Y afirmó: “Se puede aprender a leer y escribir a los 6 años, incluso en los sectores vulnerables, como lo hizo Argentina en el siglo XIX, cuando se expandió la alfabetización mientras el 80% de la población era pobre”.

Torrendell subrayó la necesidad de convertir la alfabetización en “una causa nacional”. En ese sentido, lamentó que la educación no figure entre las prioridades de la dirigencia argentina, y citó una encuesta de Poliarquía de este año, en la que solo el 3% mencionó la educación entre los problemas más importantes del país. “Aunque el lugar común dice que la educación es muy importante, las preocupaciones centrales de la élite son más bien coyunturales”, advirtió el secretario.

En ese sentido, el titular de la cartera educativa nacional insistió: “Los docentes y directivos argentinos somos mejores que los resultados educativos que obtenemos”. Y planteó que los problemas críticos de la educación argentina están en la política educativa y en el sistema: “Por supuesto que tenemos que mejorar, pero cualquiera de nosotros tiene dificultades para desplegar su potencial si está dentro de un sistema que no funciona”. También resaltó que muchas escuelas y universidades impulsan buenas experiencias a contramano del sistema.

Antes de Torrendell, la presidenta de la Academia Nacional de Educación, Paola Scarinci de Delbosco, definió la educación como “una tarea profundamente humana” centrada en la “apertura de las mentes” de los estudiantes. Delbosco enfatizó la necesaria “apertura del adulto frente a los interrogantes que traen los nuevos”, porque “ellos ven cosas que nosotros no podemos ver”. También citó a Inés Aguerrondo al señalar que el sistema educativo necesita cambiar, y “no hay cambio sin turbulencias”.

Miradas desde CABA y provincia de Buenos Aires

En el evento hubo un espacio para que Lucía Feced Abal, subsecretaria de Gestión del Aprendizaje de CABA, y Pablo Urquiza, subsecretario de Educación de provincia de Buenos Aires, presentaran algunos datos de diagnóstico y los principales lineamientos de política educativa en sus jurisdicciones. Su exposición fue moderada por José María La Greca, miembro de la Academia Nacional de Educación.

José María La Greca (miembro de la Academia), Lucía Feced Abal (subsecretaria de Gestión del Aprendizaje de CABA) y Pablo Urquiza (subsecretario de Educación de PBA)
José María La Greca (miembro de la Academia), Lucía Feced Abal (subsecretaria de Gestión del Aprendizaje de CABA) y Pablo Urquiza (subsecretario de Educación de PBA)

Lucía Feced Abal habló sobre los principales ejes del plan estratégico Buenos Aires Aprende, enfocado en mejorar los aprendizajes fundacionales (Lengua y Matemática), impulsar la innovación en la enseñanza (con especial prioridad en la secundaria) y promover la transformación digital (para el aprendizaje y para la gestión del sistema educativo). La funcionaria señaló que la Ciudad de Buenos Aires mejoró en los últimos años sus indicadores de cobertura y de eficiencia interna (repitencia y abandono), pero que el gran desafío está en los aprendizajes, según lo muestran las evaluaciones nacionales y las que toma el Ministerio de Educación porteño.

También reconoció una especial preocupación por las brechas de aprendizaje entre alumnos de diferentes niveles socioeconómicos, dado que estas desigualdades son mayores en CABA que en otras jurisdicciones del país. Y mencionó el problema del ausentismo estudiantil, que también fue planteado en el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación. Feced Abal mencionó que CABA tiene desde hace dos años un registro unificado de inasistencias que les permite observar la dinámica del presentismo en las escuelas: las cifras porteñas muestran que un 30% de los estudiantes falta 2 de cada 8 semanas de clase.

Feced Abal también mencionó que desde el Ministerio están trabajando de cerca con “un núcleo de escuelas que logran buenos resultados a pesar de estar en contextos desfavorables”, para relevar las estrategias que explican esa “resiliencia”. Además, indicó que la fuerte baja en la natalidad en los últimos 8 años está teniendo un impacto en el nivel inicial (donde ya hay un 40% menos de niños por cohorte) y mencionó que ese fenómeno puede ser una “oportunidad” para mejorar la cobertura y fortalecer la atención de los estudiantes.

Por su parte, Pablo Urquiza empezó su exposición hablando de la complejidad del sistema educativo de la provincia de Buenos Aires, con más de 5 millones de estudiantes, más de 567.000 cargos docentes y 12.000 edificios escolares distribuidos en 135 municipios. Explicó que, aunque algunas miradas han planteado que la provincia es “ingobernable”, desde el Gobierno provincial vienen trabajando para fortalecer la dimensión administrativa del sistema educativo, que implica un trabajo articulado entre la Dirección General de Cultura y Educación (DGE), los municipios y los Consejos Escolares.

Urquiza también mencionó el impacto de la caída de la natalidad (este año la provincia tiene 60.000 alumnos menos en nivel inicial y en nivel primario), pero a la vez dijo que hay distritos como Pilar y Pinamar donde la población creció, lo que genera la necesidad de ampliar la infraestructura. “La inversión es un desafío muy importante en la provincia”, dijo Urquiza, y señaló que el porcentaje del presupuesto educativo dedicado a estos gastos se amplió del 2,5% en 2019 al 7% en la actualidad.

El funcionario bonaerense abordó también el problema del ausentismo de los estudiantes, que en algunos distritos alcanza “niveles preocupantes”. En ese sentido, contó: “Estamos monitoreando la asistencia todos los días en nivel inicial y primario con reportes que envían las escuelas. Necesitamos ejercer un control más eficaz de las licencias y las ausencias docentes de pocos días”.

Entre otros desafíos, Urquiza puntualizó la necesidad de ampliar la oferta educativa para los niños de sala de 3 y 4 años y planteó como objetivo la universalización de la sala de 3. También enfatizó, como los funcionarios de Nación y CABA, la necesidad de fortalecer la alfabetización inicial en primaria. Sobre los cambios en el nivel secundario, explicó que el año que viene se trabajará sobre la reforma de los diseños curriculares y definió: “Las transformaciones no pueden ser impuestas, van a surgir del debate democrático”.

La reforma de secundaria

Luego hubo una mesa enfocada en la reciente reforma del régimen académico de secundaria en provincia de Buenos Aires, que implica entre otras cuestiones que ya no se repetirá un año completo, sino que solo se recursarán las materias desaprobadas. Allí participaron Alejandra Apolonio (secretaria de Cultura y Educación de la municipalidad de Pinamar), Karina Uribe (secretaria de Cultura, Turismo y Educación del partido de General Madariaga), Laura Savino (directora de nivel secundario del Colegio San Agustín de Monte Grande) y Camila Zulli (docente de nivel secundario de ese colegio), con la moderación de Liliana Arco (asesora de Educación de UADE).

Hubo una mesa dedicada específicamente a debatir sobre la reforma del régimen académico de secundaria impulsada en la provincia de Buenos Aires
Hubo una mesa dedicada específicamente a debatir sobre la reforma del régimen académico de secundaria impulsada en la provincia de Buenos Aires

Las expositoras compartieron sus reflexiones sobre los desafíos que implicará la aplicación de la reforma en las escuelas a partir de febrero del año que viene. Mencionaron, entre otras cuestiones, el problema de la falta de infraestructura (en el caso de Pinamar, fue uno de los distritos con mayor crecimiento de población entre los últimos censos), que ya trajo obstáculos para implementar la “Hora más” (la quinta hora de clase en las escuelas primarias estatales de jornada simple, lanzada en 2022).

También mencionaron las dificultades para conseguir docentes y la necesidad de fortalecer los equipos, además de los desafíos relacionados con el presupuesto y la reorganización institucional de cada escuela. Por otro lado, reconocieron que la repitencia no genera mejores aprendizajes, sino al contrario, y que la reforma planteada por la DGE, lo recoge varias cuestiones que se venían planteando desde las escuelas. “El centro debe ser cada estudiante y su trayectoria, pero el desafío también es no bajar el nivel. Nos preocupa cómo llegan los estudiantes del nivel primario; en algunos casos no están alfabetizados”, advirtió la directora Laura Savino.

Entre los expositores también estuvieron Héctor Masoero (presidente y rector honorario UADE), Agustín Porres (Fundación Varkey), Cecilia Veleda (IIPE-Unesco), Alieto Guadagni (Academia Nacional de Educación), Gloria Vidal Illingworth (exministra de Educación de Ecuador) y Roberto Igarza (CONEAU), entre otros.

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