La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, en colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Secretaría de la Commonwealth, publicaron recientemente un informe que revela las consecuencias económicas de no proporcionar educación de calidad a niños y jóvenes en todo el mundo. La investigación sugiere que la economía mundial se ve afectada negativamente en 10 billones de dólares anuales debido a la falta de educación básica y habilidades entre los jóvenes.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, señaló que “el costo mundial de la desescolarización y de las carencias educativas es vertiginoso: 10 billones de dólares al año. Y a estas consideraciones económicas se añaden importantes estragos sociales”.
En el desarrollo del estudio titulado “El precio de la inacción: El costo global privado, fiscal y social de que las y los niños y jóvenes no aprendan”, se estima que si todos los niños estuvieran en la escuela y adquieren habilidades básicas, el Producto Interno Bruto (PIB) mundial aumentaría en más de 6.5 billones de dólares cada año. Asimismo, se señala que se eliminarían grandes costos sociales significativos, como la tasa de criminalidad y los embarazos adolescentes, que suelen asociarse con la falta de educación.
Sin embargo, la realidad es otra, a pesar de los esfuerzos de diferentes países para mejorar la educación, el informe señala que 250 millones de niños siguen fuera de la escuela. Además, un alarmante 70% de los niños en países de ingresos bajos y medios no pueden entender un texto simple a los 10 años. Esta situación refleja no solo una crisis educativa sino también una barrera para el desarrollo económico y social. Al respecto, Azoulay enfatizó que “no cumplir con los compromisos educativos tiene un costo económico y social elevado, atrapando así a las economías en un estado de baja productividad y educación deficiente”.
El costo fiscal anual para los gobiernos debido al abandono escolar y la falta de habilidades básicas se estima entre 1.1 y 3.3 billones de dólares, respectivamente. Esto implica que los gobiernos pierden enormes cantidades de ingresos fiscales que podrían invertirse en mejorar los sistemas educativos. En otras palabras, al mejorar las condiciones de educación en los niños, niñas y jóvenes e incorporarlos a los sistemas educativos se impulsa el crecimiento del PIB.
Pero no todo es dinero y millones o billones de dólares, el informe también aborda aspectos no monetarios, como los altos índices de embarazos adolescentes y criminalidad en ausencia de educación. Estima que la incidencia de homicidios es un 8.7% más alta debido al abandono escolar y 57% más alta debido a la falta de habilidades básicas. También se reporta un 39% más de robos y un 37% más de agresiones físicas vinculadas a estas deficiencias educativas.
Afectaciones en América Latina
El informe subraya la urgente necesidad de la región por mejorar la calidad educativa. Actualmente, el 64% de los niños en América Latina y el Caribe no han alcanzado habilidades básicas, lo que pone de manifiesto una grave deficiencia en el sistema educativo. La alta tasa de abandono escolar y las bajas competencias socioemocionales se traducen en significativos costos económicos y sociales, tanto para las personas como para los gobiernos. Porque esto incluye pérdida de ingresos laborales, reducción de ingresos fiscales y aumento de gastos en áreas como salud y seguridad pública.
Además, el informe destaca que la región enfrenta una problemática considerable relacionada con los embarazos adolescentes, con un 55% de las niñas que abandonan la escuela temprano debido a esta causa. La falta de educación adecuada y la escasez de habilidades básicas contribuyen significativamente a la incidencia de embarazos tempranos, lo que perpetúa el ciclo de pobreza y limita las oportunidades de desarrollo personal y económico. Para abordar estos desafíos, se requiere una inversión sustancial en la educación y la implementación de políticas que aseguren que todos los niños y niñas reciban una educación de calidad
Recomendaciones para revertir esta situación
En medio de una reunión celebrada en la sede de la Unesco, ubicada en París, Francia, Audrey Azoulay lanzó un llamado a los 194 estados miembros a cumplir su compromiso de transformar la educación en un derecho universal. La directora general señaló que la educación es esencial para enfrentar desafíos contemporáneos como la reducción de la pobreza y la lucha contra el cambio climático, destacando su importancia como recurso fundamental.
Precisamente, se propusieron una serie de recomendaciones en el informe. La primera establece que los estados deben garantizar una educación gratuita y financiada con fondos públicos durante al menos 12 años para cada niño y niña. Además, se enfatiza la necesidad de invertir en la educación de la primera infancia para establecer bases sólidas de aprendizaje y combatir las desigualdades desde temprana edad. También se recomienda implementar programas de “segunda oportunidad” para aquellos que no han podido acceder a la educación o cuya escolarización fue interrumpida.
El análisis también subraya la importancia de un entorno de aprendizaje seguro e inclusivo. La organización pide que las distancias entre los hogares y las escuelas sean cortas, especialmente en zonas desfavorecidas, y que todas las escuelas tengan acceso a agua y saneamiento. Además, se debería reducir el tamaño de las clases y asegurar que las asignaturas sean impartidas por docentes calificados y motivados. Es esencial que estos maestros apoyen a todos los estudiantes de manera equitativa, prestando especial atención a la igualdad de género. La UNESCO también anima a los Estados a involucrar a las comunidades y las familias en la educación y las actividades escolares.