La robótica en el ámbito educativo se ha consolidado como una herramienta ideal que ayuda al desarrollo de habilidades en áreas STEM (sigla que en inglés representa: ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), además de ser clave para el desarrollo de competencias en lingüística y creatividad. Es un enfoque que no solo fomenta el pensamiento lógico de los estudiantes sino que estimula la imaginación, permitiendo que niños y adolescentes aborden las problemáticas de la vida diaria con múltiples perspectivas y mayor eficacia.
Al respecto, Martín Salas, coordinador de programación y robótica de la experiencia educativa Ticmas, señala que “lo más importante de la robótica educativa no es el robot en sí, sino el fondo y el espíritu de lo que se busca lograr a través de ella”. La robótica es un medio para introducir a los estudiantes en el campo de la programación y desarrollar el pensamiento computacional: habilidades esenciales para enfrentar los desafíos del mundo.
En la educación inicial y primaria, los kits de robótica les proporcionan a los estudiantes las herramientas necesarias para construir y prograr robots sencillos, basando su aprendizaje más en la práctica que en la teoría. “Los robots educativos”, dice Salas, “permiten realizar construcciones que después pueden aplicarse para resolver problemas en contextos reales. Por ejemplo, un robot que mide la humedad del suelo y construye un sistema de riego automatizado”.
Cómo son los recursos educativos para integrar la enseñanza de la robótica
La robótica educativa está casi naturalmente preparada para el trabajo con proyectos interdisciplinarios y persigue un aprendizaje que excede los límites del aula. “Esto es gracias a la vinculación de proyectos escolares con situaciones de la vida diaria”, explica Salas, “que fomenta un conocimiento que no está dividido en compartimentos separados, sino que integra las diferentes áreas del saber”. En la robótica educativa no solo enseña programación y pensamiento computacional, sino que también se abordan temas como el ambiente, los objetivos de desarrollo sustentable y las propiedades de los materiales. El resultado es un aprendizaje con sentido y, por lo tanto, más significativo.
La experiencia educativa Ticmas diseñó un trayecto educativo que abarca desde los primeros años de vida escolar hasta el comienzo de la secundaria. “Comenzamos con la introducción al pensamiento computacional y la programación en niños de cuatro y cinco años, utilizando material concreto y juegos didácticos. Luego, en primaria, profundizamos estos conceptos con herramientas como Scratch y dispositivos como las plaquetas Makey Makey y robots Coopers”, dice Salas.
El enfoque maker es otro elemento importante para promover el “aprender haciendo” con proyectos que requieren construcciones y resoluciones prácticas. Es un enfoque que ayuda a los estudiantes a comprender conceptos técnicos, pero sobre todo a resolver problemas de manera estructurada. Dice Salas: “Trabajamos con circuitos eléctricos, motores y otros elementos que permiten a los niños construir y entender cómo funcionan los dispositivos antes de programarlos”.
Kits de robótica
Con kits que pueden comenzar a usarse desde los 5 años y hasta los 14 o 15, la robótica permite integrar conocimientos interdisciplinarios, contextualizados y significativos, aplicables para la vida. “Nuestra propuesta abarca toda la primaria y la secundaria baja”, señala Salas, “dando a los estudiantes una base sólida para continuar con lenguajes de programación más complejos en etapas posteriores”.
Los kits de Ticmas incluyen objetos para proyectos Maker, como hélices, motores, portabaterías, cables y luces LED; también plaquetas Makey Makey que se pueden programar con Scratch, y robots Coopers que traen diferentes sensores preparados para realizar tareas complejas. Son kits que pueden realizar proyectos sencillos, como hacer un ventilador, hasta lograr funciones más elaboradas, como la automatización de una huerta. Pero siempre teniendo al aprendizaje como objetivo: “La idea es que estos dispositivos sirvan como hilo conductor para desarrollar el pensamiento computacional y la resolución de problemas”, dice Salas.