Por qué es importante formar a los maestros en educación emocional

Un docente emocionalmente saludable tiene mayor capacidad para mantener la paciencia, la empatía y la motivación, cualidades esenciales para crear un ambiente de aprendizaje positivo y estimulante

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Estudios muestran que las emociones positivas influyen en el aprendizaje de los alumnos; si los docentes no tienen una buena gestión y control emocional, pueden transmitir esto al grupo. - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Estudios muestran que las emociones positivas influyen en el aprendizaje de los alumnos; si los docentes no tienen una buena gestión y control emocional, pueden transmitir esto al grupo. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Como parte de la innovación educativa se habla sobre la urgencia de que los estudiantes desarrollen habilidades socioemocionales para su óptima integración en la sociedad del siglo XXI. Que puedan hablar abiertamente de sus emociones, que sepan cómo gestionar sus sentimientos y cómo tener las herramientas para ser empático con los otros.

Y mientras el sistema educativo está enfocado en hacer que desde pequeños los alumnos tengan este desarrollo, a la mayoría de los docentes aún no se les forma en este ámbito por lo que les es difícil transmitir esos mismos conocimientos aun cuando tengan las guías. La atención al bienestar emocional de los docentes se ha convertido en un tema de creciente importancia en el ámbito educativo. Esta dimensión, a menudo subestimada, juega un rol crucial en la calidad de la enseñanza y en la experiencia educativa de los estudiantes. La presión a la que están sometidos los maestros, sumada a una serie de desafíos complejos, requiere una revisión de las políticas de apoyo emocional.

Los maestros enfrentan diariamente una amplia gama de responsabilidades que van más allá de la simple transmisión de conocimientos. Además de enseñar, deben gestionar la diversidad en las aulas, atender exigencias administrativas y apoyar el bienestar emocional de sus alumnos. Estos factores generan un considerable estrés, que repercute en su capacidad para proporcionar una educación de alta calidad.

¿Qué es la salud emocional?

Si los maestros tienen una buena gestión emocional pueden transmitir de la forma correcta a sus estudiantes este tema.
Si los maestros tienen una buena gestión emocional pueden transmitir de la forma correcta a sus estudiantes este tema.

De acuerdo con Intermountain Healthcare, la salud emocional es la capacidad de expresar sentimientos, adaptarse a los desafíos emocionales, tolerar la frustración, hacer frente a los estresores de la vida sin dejar de disfrutarla. tener bienestar de emociones permite conocer las fortalezas, así como en qué puntos se puede mejorar de acuerdo a los tropiezos, en lugar de caer en la frutración y la apatía. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) habla del concepto salud mental para hablar sobre la forma correcta de hacerle frente a los estados de estrés, así como a desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.

“Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho humano fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico”, explica en el texto Salud mental: fortalecer nuestra respuesta.

En los últimos años, se ha visibilizado más la importancia del factor emocional. Que los docentes puedan tener un buen estado de ánimo es primordial para que las estrategias que se busca impartir en las aulas escolares sean enseñadas de la forma correcta.

Salud emocional de los maestros

La docencia es una de las profesiones con mayores índices de estrés y exigencia laboral, por lo que es importante que los docentes cuenten con herramientas de gestión emocional.
La docencia es una de las profesiones con mayores índices de estrés y exigencia laboral, por lo que es importante que los docentes cuenten con herramientas de gestión emocional.

Un artículo del académico Juan Pablo Somer recalcó que el estrés en la educación se manifiesta de múltiples formas, desde “la tensión palpable en la sala de profesores hasta el agotamiento evidente en la expresión de los educadores”. Y es que la docencia es una de las profesiones más demandantes de la sociedad, debido a que requiere de constantes actualizaciones y trabajo para hacer después del horario laboral como calificar tareas y exámenes o diseñar clases con nuevos materiales que entretengan a los estudiantes.

“La presión de cumplir con estándares académicos, la gestión de conductas desafiantes, y el equilibrio entre las demandas personales y profesionales forman parte del paisaje diario de los educadores. Este estrés no solo afecta su salud mental y emocional, sino que también tiene un impacto directo en la calidad de la enseñanza que pueden brindar”, se suscribe en la investigación de Somer.

En ese sentido, Pepe Menéndez, asesor español de instituciones educativas y gobiernos de varios países, explicó en entrevista con Infobae que el clima general de la escuela para definir el bienestar del aprendizaje -que se refiere a un ambiente cómodo para trabajar y en el que las emociones puedan ser gestionadas- contempla a todos los actores que componen las aulas, es decir, tanto a maestros como a estudiantes.

“Es muy difícil que crear un clima de bienestar hacia los alumnos si no has trabajado con las personas que son los intermediarios de ese proceso de enseñanza y aprendizaje, y del proceso integral de la persona. Parece una obviedad, pero hay que trabajar en primer lugar el ámbito relacional, el ámbito estimulante, el de libertad, de sentirse reconocido, pero al mismo tiempo, vinculado a un proyecto educativo en el que todos reman hacia el mismo lado”, comentó el especialista español.

Pepe Menéndez es asesor de instituciones y gobiernos de varios países, y uno de los creadores del proyecto de innovación educativa Horizonte 2020 en Barcelona. -(Gastón Taylo/ Infobae)
Pepe Menéndez es asesor de instituciones y gobiernos de varios países, y uno de los creadores del proyecto de innovación educativa Horizonte 2020 en Barcelona. -(Gastón Taylo/ Infobae)

Laura Lewin, autora y consultora en temas de gestión educativa, contó a Infobae que la salud emocional de los docentes no recibe la atención necesaria en la discusión sobre la calidad educativa, y se pasa por alto que las y los maestros enfrentan una multitud de desafíos diariamente, y experimentan niveles elevados de estrés, frustración y ansiedad.

“En el ajetreo de atender las demandas académicas y emocionales de sus estudiantes, y las presiones de las familias, sumados a la realidad de correr de una escuela a otra por necesidad, muchos docentes sienten ansiedad y una soledad palpable. Este aislamiento, sumado a las presiones inherentes a su profesión, puede acarrear consecuencias significativas en su bienestar general y en su capacidad para enseñar de manera efectiva”, explicó la también experta en neuroeducación y manejo del aula.

Por su parte, el Carlos Ordóñez, director de Salud Integral y Bienestar Estudiantil del Tecnológico de Monterrey, también sumó a la conversación que hay que remarcar y tener como prioridad “el cuidado del cuidador”, y de no tenerlo dentro de la agenda educativa, será más complejo para los docentes poder identificar emociones negativas o malas condiciones por las que atraviesen los estudiantes.

Cómo trabajar el bienestar emocional de los maestros

Pepe Menéndez dijo que todos los contenidos son adaptables, por lo que no es descabellado pensar en que las estrategias que ya se despliegan para los estudiantes se realicen con los maestros y las maestras. En ese sentido, rescató que muchas consultoras actuales que trabajan el bienestar emocional en las empresas privadas utilizan diversas herramientas provenientes de contextos escolares.

“Hay numerosas herramientas que que permiten trabajar, pero una cosa muy importante es que el primer elemento básico es que una persona cuando se incorpora a un proyecto de escolar, la primera sensación que que ha de tener es que está creciendo, que está aprendiendo. Es verdad que también es necesario que las personas tenga esa predisposición a interpelar sus ideas, a cambiar sus maneras de hacer, a trabajar con otros. (...) Lo mismo que debe ocurrir con los estudiantes, que se sientan pertenecientes, se sientan estimulados a aprender porque están a gusto con sus compañeros y con los docentes”, detalló el especialista.

Menéndez agregó que es tan importante hablar sobre dicho tema para que los docentes vivan las situaciones relacionales y de aprendizaje iguales a aquellas que buscamos que los estudiantes obtengan y pongan en práctica. Una forma de relacionarse con esta gestión emocional es relacionandose con otros y conociendo cuáles son sus estrategias de educación.

“Muchas veces en la escuela lo que ha ocurrido es que el docente entra en clase y cierra la puerta y allí no entra nadie, solo están los estudiantes. Pero eso hay que romperlo, se pueden observar las clases de otros no con la idea de controlar o vigilar, sino de aprender y compartir prácticas docentes tanto las del maestro veterano como las de las nuevas generaciones. (...) Si no compartimos y no experimentamos juntos, no podremos identificar las competencias buenas de un docente y lo que tiene que mejorar”, expuso Pepe Menéndez en charla con Infobae.

Laura Lewin, autora del libro “Hackeando la educación tradicional” (Agustín Brashich/Ticmas)
Laura Lewin, autora del libro “Hackeando la educación tradicional” (Agustín Brashich/Ticmas)

Por su parte, Laura Lewin consideró que las escuelas deben adaptarse y hacer frente a estos temas, por ejemplo con la implementación de programas de bienestar liderados por una nueva figura en la escuela: la de un Coordinador de Bienestar Escolar, lo cual respondería a las demandas y desafíos del mundo educativo actual. Y aunque destacó que podría parecer utópico tomando en cuenta los bajos presupuestos que se manejan en educación, consideró necesario establecer estas estrategias.

“Un Coordinador de Bienestar actuaría como promotor de un ambiente escolar saludable, desarrollando programas que atiendan la salud mental, física y emocional de la comunidad educativa. La finalidad es crear un entorno propicio que favorezca el aprendizaje, la inclusión y el respeto mutuo”, detalló Lewin al tiempo que enlistó las funciones que éste podría tener, como crear e implementar programas y políticas para promover la salud emocional, física y mental de los docentes y equipo directivo; ofrecer apoyo emocional y estrategias que ayuden a aliviar el estrés y prevenir el agotamiento profesional; trabajar para crear un entorno físico y cultural que apoye el bienestar; organizar talleres, seminarios y otros eventos educativos para concientizar sobre la importancia del bienestar y enseñar habilidades de manejo del estrés, mindfulness, entre otras herramientas.

La también especialista en neuroeducación y manejo del aula dijo que si bien hay actividades dirigidas a niños que se pueden adaptar en adultos, pidió tomar en consideración la madurez, las experiencias de vida y la capacidad de reflexión de los maestros para que estas estrategias sean efectivas.

En ese sentido, las estrategias de Ticmas en aprendizaje sociemocional son compartidas entre los estudiantes y los docentes que conforman una comunidad educativa. En sus colecciones digitales, Ticmas cuenta con material diseñado para apoyar a educadores, estudiantes y familias en el aprendizaje socioemocional. Esta iniciativa, que aborda temas como el autoconocimiento, la autorregulación, la conciencia social, las habilidades sociales y la toma de decisiones responsable, busca transformar la experiencia educativa.

La serie educativa toma en cuenta un enfoque evolutivo e interactivo, ofreciendo recursos multimediales que facilitan el desarrollo de competencias socioemocionales. De acuerdo con Susel Jacquet, Soft Skills Manager en Ticmas, el material con el que cuentan no solo es significativo para los estudiantes, sino que también promueve el bienestar escolar y contribuye a la creación de ambientes de aprendizaje más amigables. Esta estrategia también ofrece una oportunidad importante para los docentes, al invitarlos a reflexionar sobre sus propias competencias socioemocionales. Investigaciones han demostrado que aquellos docentes con habilidades socioemocionales desarrolladas disfrutan de mayor bienestar emocional y están mejor equipados para manejar el estrés asociado con las demandas de la enseñanza.

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