¿A quién le importa la educación en Argentina? Esa fue la pregunta que reunió al director ejecutivo senior de Accenture, Sergio Kaufman, y a la periodista especializada Luciana Vázquez en la segunda conferencia del Ciclo Somos Directores 2024, organizado por el área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) con apoyo de Infobae, Revista Colegio y Fundación Varkey.
Mariano Narodowski, director del área de Educación de la UTDT, inició la conferencia señalando que, como planteó en su libro El colapso de la educación, ante la pregunta del “círculo rojo” –periodistas, políticos, empresarios y sindicalistas– sobre cómo resolver “el problema de la educación”, antes de tener una respuesta técnica es necesario tener una respuesta política y lograr un consenso en la dirigencia. La conversación entre un dirigente empresario y una periodista, ambos de larga trayectoria y compromiso con la educación, fue planteada precisamente para ayudar a pensar este tema.
Luciana Vázquez, profesora de Letras (UNLP) y Executive MBA (IAE) y columnista de La Nación, destacó que, actualmente, no hay tantas oportunidades para hablar de educación en Argentina, excepto en momentos de especial interés, como cuando se realizan paros docentes o las pruebas PISA. Planteó, además, que el título de la conferencia –”¿A quién le importa la educación en Argentina?”– presentaba una pregunta inquietante porque tenía implícita la idea de que hay quienes no se interesan por la educación. Si la educación realmente importa, dijo, cabe preguntarse a quiénes y a cuántos les importa. Y si es a muchos, entonces hay que pensar por qué necesitamos plantearnos esta pregunta.
A continuación, brindó una serie de datos sobre varios problemas que desde hace años afectan al sistema educativo en todos sus niveles, cuya persistencia podría desmentir la idea de que a la sociedad y a la dirigencia les preocupa la educación, aunque las familias valoran la educación obligatoria de sus hijos y muchos chicos desean seguir estudiando al terminar el secundario. El crecimiento de la matrícula privada (que representa el 34% de la matrícula total a nivel nacional) y la reciente movilización por el presupuesto universitario pueden verse como indicios de esta valoración. Por otro lado, los problemas de terminalidad en el secundario, las bajas tasas de graduación universitaria y los bajos resultados de aprendizaje evidenciados por las pruebas PISA en comparación con otros países de la región evidencian problemas importantes.
Sergio Kaufman, ingeniero industrial (UBA) y director ejecutivo senior de Accenture, contó que se formó en escuelas y universidades públicas con las que se mantiene en relación. A su vez, por su trabajo está en contacto con jóvenes graduados de países con sistemas educativos y culturas sumamente diversas. Esto se refleja en cómo las familias preparan a sus hijos para el ingreso a la educación obligatoria y en la conciencia que tienen acerca de cómo el desempeño escolar puede limitar la libre elección de carreras y universidades a las que podrán acceder al finalizar la escuela secundaria. Kaufman compartió algunas anécdotas para mostrar hasta qué punto lo que sucede en algunos países asiáticos o anglosajones difiere de lo que sucede en Argentina, donde si se realizara una encuesta, la mayoría contestaría que sí le importa la educación, aunque las prioridades efectivas no siempre acompañen este discurso.
Al respecto, Kaufman opinó que el tema de la búsqueda de excelencia (muy presente, por ejemplo, en Asia) tiene que ver con el peso entre el presente y el futuro, y lo individual y lo colectivo que se juega en cada sociedad. Mientras en Asia el peso está puesto en el futuro y cómo este depende de la educación, en países como Argentina, donde las urgencias son apremiantes, muchos graduados de universidades públicas y privadas que invirtieron tiempo y recursos estudiando en el país deciden que su futuro está en otro lado.
“Que tu talento, que es tu futuro como sociedad, se vaya” es muestra de una crisis muy grande, señaló Kaufman. Y expresó que Argentina está enfocada en lo individual y en el presente, lo que no permite invertir de la manera correcta en la educación y hace que un porcentaje de los que sí pueden invertir en ella, que son los que están mejor, se vayan al finalizar sus estudios. No obstante, señaló que la formación de los graduados argentinos sigue siendo de buena calidad en comparación con gente formada en otros países de la región. Entre otros temas, el director ejecutivo senior de Accenture también planteó la necesidad de contar con más graduados en disciplinas como matemática y tecnología.