Entre el pasado 23 de abril y el 13 de mayo, más de un millón cien mil personas asistieron a la 48ª Feria del Libro de Buenos Aires, y gran parte de los visitantes docentes y alumnos visitaron el stand de Ticmas, participando de actividades prácticas y formativas, conociendo nuevas tecnologías educativas y asistiendo a charlas profesionales desarrolladas por los principales actores relacionados con la educación, el empleo y el desarrollo social.
El espacio de Academy, área de Higher Education de Ticmas, convocó especialmente a alumnos del último año del colegio secundario, a docentes de nivel secundario, terciario y universitario, y a referentes de educación de gobiernos y empresas. Todos con una misma misión: formar para potenciar la empleabilidad y para desarrollar profesionales del futuro.
Tanto en las entrevistas personales con directivos y especialistas, como en las encuestas para conocer el grado de preparación para el empleo, o en el test para saber si un joven tiene perfil (y en qué áreas) para ser un “nómade digital”, se han relevado algunos primeros hallazgos. Aunque aún es muy pronto para otorgarles rigor estadístico, estos primeros resultados, más cualitativos que cuantitativos, pueden ayudarnos a reflexionar sobre lo que unos y otros esperan de la educación para el empleo.
Qué dicen las encuestas
Uno de cada cuatro estudiantes del último año del colegio secundario aún no ha decidido qué carrera estudiar. Este dato revela una gran oportunidad para las instituciones educativas y los orientadores vocacionales. El 25% de los estudiantes está en busca de dirección, lo que subraya la importancia de reforzar los programas de orientación vocacional en las escuelas. Talleres, charlas con profesionales de diferentes campos y ferias de carreras pueden ayudar a estos jóvenes a tomar decisiones más informadas y a reducir la incertidumbre que sienten al finalizar el secundario.
Uno de cada seis estudiantes mujeres optan por carreras STEM. Aunque este porcentaje aún es bajo, representa una base sobre la cual construir. Promover programas específicos de mentoría y apoyo para mujeres en STEM puede incentivar a más estudiantes a considerar estas áreas. Las universidades y empresas tecnológicas pueden colaborar para ofrecer becas, pasantías y actividades extracurriculares que muestren a las mujeres jóvenes las múltiples oportunidades y el impacto significativo que pueden tener en estas disciplinas.
Entre los 446 estudiantes de ultimo año del secundario que completaron el test “nómada digital”, el top 5 de las preferencias para su primer empleo digital para trabajar “desde cualquier lugar y para cualquier lugar del mundo” se asocian a contenidos de Programación (26,5% de las respuestas), Ciencia de Datos (23,6%), Diseño Gráfico Digital (17,9%), Marketing Digital (16,1%) y E-commerce (15,9%).
Opiniones de los directivos y funcionarios
En entrevistas personales, cinco directivos (rectores, directores, coordinadores de universidades públicas y privadas) mencionaron estar muy preocupados no solo con el nivel de conocimiento previo que los ingresantes traen del secundario, sino con la dispersión del mismo en el aula, lo que les dificulta la nivelación inicial y posterga el dictado de contenidos con la profundidad que se requiere.
Sin embargo, esta preocupación también se puede ver como una oportunidad para innovar en métodos de enseñanza y currículos adaptativos que respondan a los diversos niveles de preparación. Implementar programas o plataformas digitales de nivelación y apoyo académico desde el primer año universitario puede ayudar a reducir estas brechas. Además, fomentar la colaboración entre escuelas secundarias y universidades para alinear los planes de estudio puede facilitar una transición más suave para los estudiantes.
Por su parte, funcionarios de diferentes gobiernos (ministros, secretarios o directores de áreas de educación) parecen coincidir en que tienen en su foco la formación para la empleabilidad, aunque --a diferencia de otros años-– la programación no es lo único, volcándose también a formaciones que van desde educación financiera, emprendedorismo, analítica de datos y habilidades “blandas”, ya que son herramientas y habilidades que demandan las empresas en estos perfiles.
Este enfoque integral es un paso en la dirección correcta. La combinación de habilidades técnicas y blandas es esencial para la formación de profesionales competentes y adaptables. Los programas educativos, aunque sean extracurriculares, que integren estas competencias pueden preparar mejor a los estudiantes para los desafíos del mercado laboral contemporáneo.
La visión de los docentes
Siete de cada diez docentes de los últimos años del secundario señalan que sus estudiantes están “ansiosos y perdidos” al momento de elegir una carrera, y que notan que carecen de las habilidades digitales y blandas necesarias para su primer empleo.
Este nivel de ansiedad y confusión entre los estudiantes resalta la necesidad de fortalecer el acompañamiento y la orientación en las escuelas secundarias. Estrategias como tutorías personalizadas, programas de desarrollo de habilidades blandas (como comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas), y talleres de habilidades digitales pueden ayudar a los estudiantes a sentirse más seguros y preparados para tomar decisiones sobre su futuro académico y profesional.
El 43% de los docentes de nivel secundario coinciden que en el top 3 de los conocimientos y habilidades que más necesitan sus alumnos son (en orden de prioridad): educación financiera, programación y habilidades blandas.
Además, estos docentes mencionan estar preocupados al ver cuando los alumnos “buscan aprender rápido, superficial y ‘mal’ con videos cortos”, o cuando “lo primero que miran a la hora de elegir una carrera universitaria es la dificultad: si tiene mucha matemática, y la duración”.
Este fenómeno subraya la importancia de desarrollar enfoques pedagógicos que integren la tecnología de manera constructiva. Crear contenidos educativos atractivos y de alta calidad en plataformas populares puede transformar estas herramientas en aliados para el aprendizaje profundo y significativo. También es esencial orientar a los estudiantes sobre la relevancia y las oportunidades de las diferentes disciplinas, más allá de su aparente dificultad.
Los docentes universitarios, por su parte, destacan que a los ingresantes “les falta lectocomprensión básica, los niveles de matemáticas son muy malos y que se frustran y desmotivan, requiriendo mucho acompañamiento/contención emocional”. Esto refuerza la necesidad de programas de apoyo académico y emocional desde los primeros años de la educación universitaria: implementar centros de tutoría, talleres de refuerzo en áreas clave y servicios de consejería pueden marcar una diferencia significativa en el rendimiento y la retención de los estudiantes.
Reflexiones finales
En el actual contexto que nos desafía, todos podemos ser parte de la solución. Fomentar la orientación vocacional, apoyar a las mujeres en STEM, capitalizar el potencial de la educación digital, y desarrollar programas educativos integrales que combinen habilidades técnicas y blandas son pasos cruciales hacia un futuro más prometedor para los jóvenes. Este diálogo entre educadores y jóvenes (sumando a gobiernos y empresas) es esencial para identificar y abordar las brechas en la formación y asegurar un futuro más prometedor para las próximas generaciones.
Varios de estos aspectos (y algunos complementarios) han sido trabajados con diferentes ópticas por parte de los principales referentes de educación, empleo y desarrollo de ONGs, gobiernos, empresas, universidades y colegios de Latinoamérica que estuvieron presentes en el auditorio de Ticmas durante la Feria. Todas las charlas están disponibles en el canal de YouTube de Ticmas.