Pablo Fiuza, presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), brindó una detallada visión del presente y futuro del sector durante una entrevista en el auditorio de Ticmas. Fiuza destacó la creciente relevancia de la industria del software, tanto en Argentina como en el ámbito internacional, subrayando que “desde hace varios años, la industria del software está siendo la más requerida a nivel empresarial”.
El crecimiento acelerado del sector ha generado una demanda que supera la oferta disponible, una situación que se repite tanto a nivel regional como global. Al respecto, Fiuza puntualizó: “El software atraviesa casi toda nuestra vida. Cuando alguien va a una farmacia y factura, hay un programa de software detrás. Los vehículos cada vez tienen más software”. Agregando que la CESSI agrupa a cerca de 5.500 empresas nacionales, de las cuales, “el 90-95% son pymes” señaló.
La necesidad constante de innovación en la industria del software fue otro de los puntos destacados por Fiuza en la charla. Subrayó la relevancia de mantenerse a la vanguardia, especialmente con la irrupción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA): “Si no innovás, te quedaste”. El crecimiento del sector también se refleja en la academia, donde carreras relacionadas con el software y la programación han tenido un incremento significativo en su matrícula. Ejemplo de esto es la carrera de Ingeniería de Datos en la Universidad de Buenos Aires, que surgió hace apenas tres años y ya cuenta con una matrícula considerable.
En el ámbito laboral, Fiuza detalló la generación de empleo que impulsa el sector del software: “Nuestra industria genera 150.000 puestos de trabajo en el país. Este año esperamos generar entre 6.000 y 8.000 puestos de trabajo”. Sin embargo, una gran cantidad de estos puestos quedan vacantes debido a la falta de experiencia necesaria: “Hay aproximadamente 6.000-7.000 puestos que no pueden cubrirse. Son puestos más senior que requieren más experiencia”, explicó.
La formación y capacitación de nuevos talentos es un eje central de la estrategia de la industria para cubrir estas vacantes. Fiuza mencionó la aparición de carreras más cortas y cursos específicos como respuesta a la alta demanda: “Nosotros capacitamos 10-15 personas al año que tomamos de cursos cortos y después las formamos en la empresa durante 6-7 meses”. También resaltó la importancia de estos programas en la inserción laboral: “Un curso de entre uno y dos años es un tiempo razonable para ingresar a la industria. Después hay que seguir formándose”.
La IA tiene un impacto considerable en la forma en que se desarrolla el software, según Fiuza. Indicó que la Inteligencia Artificial está cambiando los procesos, especialmente en etapas como el testing o control de calidad de las aplicaciones: “Hoy, en gran cantidad de casos, el testing ya está automatizado. La Inteligencia Artificial prácticamente permite que se convierta en un proceso totalmente automático”.
En términos de exportación y talento, Fiuza aclara que Argentina se encuentra bien posicionada a nivel global. “Nuestro país, en términos de talento, sigue estando reconocido en el top cinco de los países más importantes. La ley de economía del conocimiento y la ley de promoción del software han permitido que nuestra industria en Latinoamérica crezca significativamente”, afirmó.
Fiuza también subrayó la importancia del software argentino en el contexto internacional, mencionando que muchas empresas locales trabajan para el exterior: “Hay personas que, aunque viven en Argentina, están trabajando para países de Latinoamérica, Estados Unidos o España”.
La relación entre el software argentino y el mercado extranjero se caracteriza por su fluidez y adaptabilidad. “En nuestra industria hay institucionalizaciones que capacitan en productos de uso universal como Microsoft o SAP”, detalló. Además, reveló cifras de exportación: “El software argentino exporta alrededor de 2000 millones de dólares, y considerando toda la economía del conocimiento, la cifra alcanza los 10,000 millones de dólares, ubicándonos como el tercer consorcio exportador del país después de la soja y las cerealeras”.
Como mensaje final, Pablo Fiuza animó a quienes estén interesados en involucrarse en la industria del software a sumarse a la Cámara o a alguno de los polos de desarrollo tecnológico en las provincias. “Es bueno compartir la problemática y experiencias con aquellos que llevan años trabajando en la industria. Esto puede acelerar significativamente el crecimiento profesional de las nuevas generaciones”.
La industria del software en Argentina no solo enfrenta un presente pujante, sino que también se proyecta hacia un futuro diversificado y en constante evolución, con grandes oportunidades para quienes decidan formar parte de este vibrante sector.