En una jornada dedicada al aprendizaje socioemocional en el auditorio de Ticmas, Cynthia Gutiérrez, representante de las Hermanas Misioneras Catequistas de Cristo Rey, ofreció una visión integral sobre la resolución de conflictos en el ámbito escolar. Durante su intervención, Gutiérrez subrayó la importancia de abordar estos desafíos con estrategias adecuadas y un enfoque de equipo. “Las situaciones de conflicto dentro de una comunidad educativa ocurren a diario. No se trata de ser un buen o mal líder por tener un conflicto, sino cómo se gestiona la solución”, afirmó con énfasis Gutiérrez.
La variedad y la constante aparición de conflictos requieren una preparación exhaustiva de los equipos directivos. Según Gutiérrez, los conflictos no son homogéneos y varían dependiendo del contexto social y comunitario de la escuela. “Lo interesante de esta tarea es que todos los días tienes un conflicto diferente porque obedecen a los cambios sociales y a la comunidad que rodea la escuela. Por eso se propone capacitar a los equipos directivos y fomentar el trabajo en equipo”, sostuvo Gutiérrez.
El enfoque en la cultura institucional y el contexto es fundamental para gestionar estos conflictos. “Cada distrito tiene una guía de resolución de conflictos, además de la cultura institucional y el contexto. Debemos priorizar el bienestar del niño, niña o adolescente y asegurarnos de ejecutar realmente la garantía del interés superior”, destacó Gutiérrez. Ella insiste en la importancia de no buscar culpables, sino responsables comprometidos. “Reunimos al equipo, hacemos un mapeo del conflicto, asignamos roles y garantizamos que la solución priorice los derechos de los niños y adolescentes”.
En relación con la estructura jerárquica de las escuelas, Gutiérrez observa que, a pesar de los esfuerzos, muchas instituciones siguen operando de manera verticalista. “Los docentes son excelentes resolviendo conflictos siempre y cuando haya un mapeo, un plan trazado, objetivos claros. Estos deben ser formulados por un equipo determinado para que los docentes se sientan protegidos y enfocados en un camino común”, explicó.
La participación y el apoyo de las familias son cruciales para una resolución efectiva de los conflictos. Gutiérrez remarcó la dificultad que encuentran muchos padres al enfrentar conflictos que afectan a sus hijos. “Los padres buscan a través del amor llegar a sus hijos, pero a veces les faltan herramientas. Por eso creo que incluir a las familias en el mapeo de conflictos es fundamental para ayudarlos”, subrayó con optimismo.
La prevención es una estrategia esencial que no se puede dejar de lado. Según Gutiérrez, es crucial estar informados sobre el contexto socioeconómico y político del país. “Tuvimos una reunión con las hermanas para discutir la situación socioeconómica del país y preparar a los equipos de conducción sobre lo que podría venir. Esto permite que los miembros del equipo se sientan acompañados y preparados para resolver conflictos”, comentó.
Sobre la formación y adaptación de los docentes, Gutiérrez insistió en que es un proceso continuo y adaptativo. “Cada institución tiene su cultura y debe adaptar sus estrategias de resolución de conflictos a las necesidades cambiantes de la sociedad. Desde el inicio, los docentes deben comprender el carisma de la escuela y el porqué de las decisiones”, detalló.
La tecnología y las redes sociales representan un nuevo frente de conflictos que no se puede ignorar. “No podemos negar la tecnología, tenemos que incorporarla y trabajar en la prevención. Muchas directoras y directores explican en las charlas de inicio de año el impacto de compartir información en redes sociales y la importancia de la inclusión”, dijo Gutiérrez. También insistió en la necesidad de trabajar directamente con los padres desde los niveles iniciales.
Finalmente, Gutiérrez resaltó que una gestión adecuada de conflictos beneficia significativamente el ambiente y la productividad en el aula. “Una escuela sana, donde los conflictos se gestionan de forma real, no solo soluciona problemas sino que sana a toda la comunidad educativa, permitiendo un mejor aprendizaje para todos”, concluyó.
Esta visión proporcionada por Cynthia Gutiérrez ofrece una base sólida para entender cómo la resolución de conflictos puede integrarse de manera efectiva en el ambiente escolar. Con un firme apoyo institucional y familiar, esta metodología busca enfrentar y resolver los desafíos que plantean los conflictos en las escuelas, centrando su enfoque en la capacitación, la prevención y el trabajo en equipo, siempre priorizando el bienestar y los derechos de los estudiantes.