Argentinos por la Educación organizó un bloque de actividades en el auditorio de Ticmas, donde uno de los paneles fue “La educación como prioridad: ¿por qué empezar por la alfabetización?”. Con la moderación de Victor Volman (director del Observatorio de Argentinos por la Educación), participaron Valeria Abusamra, doctora en Lingüística de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora del CIIPME - CONICET, y Beatriz Diuk, directora de la iniciativa “DALE!” y experta en los procesos de aprendizaje de la lectura y escritura.
¿Qué sabemos sobre alfabetización inicial desde el punto de vista de la academia?
Beatriz Diuk señaló que se sabe un montón, agregando que en los últimos cincuenta años, la investigación en el campo de la lectura y escritura ha experimentado una revolución, ampliando profundamente el conocimiento sobre su aprendizaje y las dificultades asociadas. Desde perspectivas psicológica, neuropsicológica y neurocientífica, se ha avanzado significativamente en entender cómo se aprende a leer y escribir y cuáles son los métodos más efectivos para hacerlo. Aunque se conoce menos sobre los métodos de enseñanza y, aunque existe una ciencia de la lectura, la ciencia de la enseñanza de la lectura está menos desarrollada, todavía se posee un conocimiento considerable. Diuk también mencionó que la enseñanza tiene particularidades locales, sugiriendo que las estrategias pedagógicas pueden variar significativamente de un país a otro o entre diferentes lenguas, pero reafirmó que, en términos de aprendizaje, hoy en día se cuenta con un amplio entendimiento.
Por su parte, Valeria Abusamra destacó que el interés en la lectura ha sido una constante durante muchos años, pero que recientemente se ha consolidado una ciencia de la lectura y de la enseñanza de la lectura, enriquecida por aportes desde enfoques conductuales, cognitivos, neurales y ambientales, reconociendo la complejidad del objeto de estudio. La preocupación principal, según ella, no radica en la cantidad o en la calidad de los desarrollos alcanzados en estos campos, sino en la dificultad para implementar estos avances teóricos y conceptuales en la práctica educativa concreta. La doctora sugiere que este desafío se debe, en parte, a la complejidad de traducir la teoría en práctica efectiva y, en otro aspecto, a cierto escepticismo o falta de confianza en los aportes de las ciencias experimentales a la educación en este ámbito específico.
Durante la conversación, Volman, moderador del encuentro, señaló que, a pesar de los amplios conocimientos disponibles en la academia, las estadísticas revelan una realidad desalentadora: antes de la pandemia, el 46% de los niños no alcanzaba los niveles mínimos de comprensión lectora según las pruebas del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) aplicado por la Unesco. Actualmente, se desconoce la situación exacta, pero es probable que haya empeorado. Por lo tanto, se discutió cómo, desde la perspectiva académica, se puede facilitar la aplicación práctica del conocimiento para mejorar la situación y qué recursos serían necesarios para lograrlo.
Abusamra reconoció que, aunque los resultados actuales son desalentadores, con informes recientes indicando que incluso estudiantes de entornos educativos privilegiados enfrentan dificultades en la comprensión de textos—siendo uno de cada tres los que tienen este problema—, es crucial clarificar y consensuar las definiciones de los conceptos involucrados debido a la existencia de apreciaciones confusas. Subrayó que los desafíos son mayores en la producción y planificación de textos que en la comprensión de los mismos. A pesar de los resultados negativos, Abusamra manifestó optimismo, señalando que las habilidades lingüísticas, al ser culturales, pueden desarrollarse, enseñarse y ejercitarse, ya que nadie nace sabiendo leer, escribir ni producir textos. Enfatizó la importancia de un consenso y trabajo conjunto para mejorar estas habilidades y resaltó que numerosas investigaciones demuestran el impacto positivo de los programas de mejora, aportando evidencia sólida de que es posible lograr avances significativos en este ámbito.
Beatriz Diuk enfatizó en la necesidad de mejorar la educación y destacó que, más allá de enfocarse exclusivamente en la alfabetización, es fundamental reinstaurar la confianza en los maestros y maestras. Resaltó que en años anteriores se aplicaron políticas que imponían metodologías o prohibían estrategias que los educadores consideraban efectivas para el aprendizaje. La Directora de la iniciativa “DALE! argumentó contra la idea de que las reformas educativas puedan llevarse a cabo sin la participación activa de los docentes, planteando cómo se pueden crear condiciones adecuadas para su labor, no limitándose a aspectos económicos, sino también al reconocimiento y respeto por su trabajo. Mencionó que, a menudo, se han presentado conceptos generales difíciles de implementar en la práctica, pero cuando se ofrecen estrategias de enseñanza concretas, adaptadas a la realidad del aula y basadas en el conocimiento académico, los docentes están dispuestos y ansiosos por aplicarlas. Diuk subrayó la importancia de respetar y enriquecer las herramientas que cada educador posee y criticó la falta de apoyo a esta práctica en el país. Concluyó que al potenciar estas capacidades, se puede generar un crecimiento exponencial en el ámbito educativo, comparando la introducción de nuevas ideas con el florecimiento de una selva a partir de tres semillas, indicando la necesidad de oxigenar y valorar este potencial que ha sido subestimado.
¿Qué experiencias que ustedes conozcan de la política pública, de sus propios programas, de alguna organización en territorio, les transmite esperanzas a ustedes de que podemos ir cambiando esta realidad y podemos lograr que cada vez más chicos entiendan lo que lean?
La investigadora del CIIPME - CONICET, expresó su esperanza en el programa dirigido por Beatriz Diuk, destacándolo como un claro ejemplo del potencial para generar un cambio positivo, a pesar de reconocer que es un proceso lento. Resaltó que tanto a nivel macro como micro, existen motivos para ser optimistas, especialmente al interactuar con docentes comprometidos que, a pesar de los desafíos, aplican nuevas metodologías, en ocasiones de manera discreta, por la convicción en su efectividad. La implicación de los estudiantes en la comprensión de textos también le genera esperanza, la doctora rememoró el caso de una adolescente de 15 años que se le acercó para decirle que su proyecto de trabajo, que iba a hacer durante todo el año, iba a hacerlo sobre por qué en la escuela primaria no se comprendía lo que se leía. Estas iniciativas individuales y colectivas son vistas por Abusamra como señales alentadoras hacia el cambio.
En esta misma línea, Diuk agregó que no le gusta colocarse de ejemplo, pero destacó que el programa “DALE!, el cual ella está dirigiendo, está acompañando varias provincias y hay muchas razones para ser optimistas, “creo que lo primero es que el tema está en agenda; pasamos de la gente que me decía la alfabetización, no es un tema, a: la alfabetización es el tema. Eso es un cambio enorme”, agregando que en los ministerios de educación hay mucha preocupación por esto, hay mucha conciencia de que esto es muy importante y eso es fundamental porque tiene que haber voluntad política para que esto cambie; entonces eso a mí me da esperanza, creo que tenemos que ayudar a los gobiernos a que tengan las herramientas para que esa preocupación política se convierta en acciones concretas.
Ante la pregunta del ¿por qué decidieron dedicarse a este campo tan particular que tiene que ver con enseñar a escribir, a leer, a comprender textos, todo el tema de la alfabetización inicial? Diuk señaló que eligió su camino profesional tras concluir la secundaria al final de la dictadura, influenciada por Paulo Freire y su experiencia enseñando en barrios. A los 19 años, decidió dedicarse a enseñar a leer y escribir a niños desfavorecidos, un compromiso que mantiene a lo largo de los años. Valeria Abusamra, por su parte, fue motivada por una educación familiar, recordó que su padre, cada vez que le pasaba algo malo le decía “eso te pasa por no saber leer”, y por su fascinación por la lingüística y el aprendizaje, iniciando su carrera en el ámbito clínico junto a neurólogos antes de enfocarse en la educación y el estudio de los procesos mentales relacionados con el lenguaje.
Para concluir la conversación, se les pidió compartir recomendaciones que darían como especialistas a los padre de familia para aquellos niños y niñas que están en la escuela para que mejoren su habilidad de comprensión lectora y transiten en el camino de alfabetización inicial de una manera más positiva.
Para familias con recursos, Diuk recomendó leerles a los niños desde pequeños y escucharlos cómo leen conforme crecen, enfatizando la importancia de desarrollar la autonomía lectora en un ambiente familiar. Para aquellas familias con limitaciones, la experta sugiere confiar en la escuela para proporcionar las oportunidades de lectura y aprendizaje que no pueden ofrecer en casa. Abusamra agregó la importancia de fomentar la oralidad, considerándola fundamental para el desarrollo de habilidades lectoras y lingüísticas posteriores.