La experiencia educativa Ticmas organizó en la Feria del Libro una Jornada de Educación Federal; un día en el que participaron ministros, secretarios, académicos y referentes de la educación nacional. Mercedes Miguel, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires –y quien fuera Secretaria de Innovación y Calidad Educativa durante la presidencia de Mauricio Macri– fue una de las invitadas y habló de los proyectos que tienen para abordar con soluciones innovadoras la situación de la escuela primaria, la manera de acortar la brecha de género en las escuelas técnicas, la formación docente y también los resultados esperados en la Universidad de la Ciudad.
Estos son algunos de los momentos más salientes de la entrevista, que estuvo a cargo de Patricio Zunini-
—En relación a la alfabetización y fluidez lectora, la Ciudad de Buenos Aires es de todos los distritos la que tiene los mejores resultados, pero los resultados todavía están por debajo de lo esperable. ¿Cómo están trabajando para mejorar o profundizar los resultados de alfabetización?
—Toda falla en la alfabetización es un derrame hacia cualquier otra área del conocimiento que los chicos tengan que estar sólidos para la trayectoria escolar. Sabiendo que es el mismo niño, niña que ingresa en inicial y hace todo su recorrido por el sistema educativo. Nosotros ahora estamos concretamente con una política de alfabetización y fluidez lectora; de comprensión de textos que inicia en sala de cinco años, tenemos una medición en tercer grado y una medición en sexto grado de primaria. Y nuestro propósito es si bien a nivel Argentina, y al nivel del resto del país, estamos estadísticamente un poco más avanzados, no nos conforma para nada y tenemos deudas enormes todavía. Por eso es un objetivo prioritario en nuestra agenda. Trabajamos no solamente desde la Unidad de Evaluación Estadística en hacer estas observaciones, sino que por supuesto tenemos que trabajar con los supervisores, los directivos, y los docentes. Incluso hoy estábamos analizando la posibilidad de que sean los mismos supervisores y directivos los que hagan, en sala de cinco, la observación del nivel de alfabetización de los chicos. Que en verdad es una preparación para el ingreso en primaria.
—Una especie de alerta temprana para ver a los chicos que estén por debajo del nivel esperado.
—Exacto. Estamos observando que ingresan a primer grado, en muchos casos, no solamente que no reconocen las letras sino que no tienen una oralidad; o no no se comunican y eso es algo que queremos intervenir lo antes posible para que los chicos --en el transcurso de la primaria-- logren los objetivos para poder después encarar la secundaria. Es como una cadena de aprendizaje que tenemos que resguardar mucho porque aquello que no se aprende, es lo que los chicos terminan arrastrando a lo largo de su escolaridad y los perjudica enormemente. Por algo, en todo el mundo --no solamente en la Ciudad de Buenos Aires o la Argentina-- lo que tiene que ver con alfabetización, lengua y matemáticas son los que se denominan los saberes fundacionales. Son la base de todo lo otro.
—Mencionaste a las matemáticas. ¿Qué programas desarrolla la Ciudad? Los resultados de las pruebas PISA también muestran una necesidad de mejora.
—Nosotros también tenemos nuestras propias evaluaciones; además de las evaluaciones APRENDER que son a nivel nacional; y de las de la OECD. Hay un estado de estancamiento en matemática que queremos revertir, y estamos haciendo dos cosas prioritarias. Una es en términos de nivel primario: estamos modificando todo el diseño curricular de la primaria. Estamos haciendo una modificación en el acceso a la alfabetización; ya vamos a hablar de lengua estrictamente; y en matemática una nueva manera de encarar el aprendizaje. ¿Por qué? Porque tiene que ver con que los chicos que no van ganando confianza en saberes de matemática en la primaria después no quieren saber nada en la secundaria y mucho menos en la elección de una carrera que esté ligada a las ciencias duras o a las ingenierías, por la presencia de la matemática en el plan de estudios. Se vuelve el área o la materia que los chicos no quieren. Y la verdad es que estamos trabajando mucho para que los resultados que hoy estamos viendo, que es que seis de cada diez chicos están en los niveles más bajos de matemática y esto lo tenemos que revertir urgentemente.
—¿Y el segundo nivel?
—Estamos trabajando no solamente en el nivel del diseño curricular, sino también en cambiar la práctica docente. Una política de trabajo con los docentes. Una política que denominamos de Matemática en Red, y es el trabajo sobre la práctica docente; por que también hay docentes que ellos tuvieron una experiencia con la matemática determinada. Creo fuertemente en el trabajo entre pares, y en la confianza que ganen los docentes en transformar su práctica para que eso se vuelva algo más significativo. Hoy la matemática, en general, se enseña de una manera que hace que los chicos no le encuentren un sentido y ninguna relación con la vida cotidiana. Y lo cierto es que la matemática está presente en todos los aspectos de nuestra vida y ahí es donde nosotros queremos intervenir fuertemente. Si vamos a hacer un cambio en el diseño curricular, eso va a impactar en los institutos de formación de los futuros docentes, eso impacta en la universidad de la Ciudad, y en los trayectos formativos que haga. Y eso, por supuesto, tiene que impactar en la práctica docente y en lo significativo que pueda llegar a ser en los chicos y las chicas.
Transformar al docente
—¿Cómo se incentiva la formación docente?
—La Ciudad de Buenos Aires tiene una beca que promueve el ingreso a los institutos de formación docente como carreras prioritarias. Pero estamos haciendo un trabajo muy grande junto a todos los institutos de la Ciudad de Buenos Aires, y por supuesto de la Universidad de la Ciudad para poder acercar aún más la formación que tienen hoy los docentes al perfil de docente que sabemos que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires necesita. Estamos con una agenda abierta muy interesante para poder cambiar desde el inicio; desde la formación inicial cómo es ese docente que queremos dentro del aula. Los docentes enseñan cómo aprendieron, si nosotros no intervenimos en la forma en que nuestros futuros docentes están acercándose al mundo de la docencia, vamos a seguir replicando una práctica que queremos cambiar por Escuela de Maestros o por la formación continua, formación y servicio Entonces, la conversación de nuestro equipo es muy cercana y muy cotidiana. Es la Universidad quien está a cargo de la formación docente inicial y la formación docente continua para poder tener una coherencia política educativa.
—La idea recurrente es que el chico que empieza a estudiar para maestro ya tiene doce años de experiencia de cómo ser un maestro, a diferencia de quien quiere estudiar una carrera como medicina o ingeniería…
—Está buenísimo lo que decís porque todos tenemos la experiencia de haber sido alumnos. Por eso, uno enseña cómo aprendió. Y por eso si nosotros no podemos intervenir en la formación docente al final del día no vamos a estar cambiando esa práctica que queremos ver que es innovadora, motivadora. No hay ninguna profesión más linda que la de la docencia. Lo que genera ser maestro, o maestra, o ser profe es ese amor por lo que uno hace. Pero es una profesión y como todas las profesiones, necesita ser repensada y transformada a los tiempos que vivimos hoy.
La ansiedad matemática
—Hablábamos de matemática y si paso a la secundaria; un informe de Argentinos por la Educación dice que menos del 30% de las matrículas de las escuelas técnicas son mujeres ¿Cómo se revierte ese dato?
—Nosotros en la Ciudad, estamos muy contentos porque tenemos el 30% de la matrícula de mujeres y me encanta cuando recorro las escuelas técnicas, ver a las chicas ahí porque cada vez son más. Lentamente, pero cada vez son más. Y lo que estamos haciendo este año es una política que se llama “Niñas primero y Mujeres en STEM”. Esto es para promover cada vez más, en el nivel de la docencia, de las chicas en secundaria y de las niñas en primaria su amor e interés por las ciencias exactas. Hay mucha evidencia, y sobre todo en la OECD --y en las pruebas PISA- que está midiendo lo que se denomina “la ansiedad matemática” que es ese no querer, o ese rechazo, o ese autoconvencimiento de que las mujeres no somos buenas para las matemáticas. La estadística lamentablemente demuestra que puntuamos, casi once puntos porcentuales en el país, en la ciudad más abajo con los varones.
—Eso también tiene que ver con condiciones ambientales de que a las mujeres les digan que no son buenas en matemáticas
—Exactamente, la ansiedad matemática lo que tiene es que- claramente no tenemos ninguna diferencia de inteligencia con los varones- tiene más como un arrastre que se traspasa de mujer a mujer; de maestras y profesoras mujeres a las niñas. Y se va aceptando que los varones son mejores que las mujeres. A la inversa pasa con el lenguaje,las mujeres puntúan acá y en el mundo mejor. En Ciudad de Buenos Aires con “Niñas primero y Mujeres en STEM” estamos haciendo un trabajo, eligiendo a las mujeres de las escuelas técnicas como voceras. Porque ellas se animaron a romper ese preconcepto de que la escuela técnica no es para las mujeres. Ahí estamos haciendo un trabajo muy lindo con el área de Técnica de la Ciudad de Buenos Aires, con las chicas de las distintas carreras de técnica para que ellas salgan a contarle al resto de las chicas que ir a la escuela técnica y ser muy buena en las ciencias duras y matemáticas no solamente es una posibilidad sino que es muy lindo.
Entender las diferencias
—¿Cómo acompañan las diferencias y desigualdades en los barrios?
—Cada jurisdicción tiene su problemática y su diversidad. La Ciudad de Buenos Aires tiene una característica que la hace única en la Argentina y en un porcentaje bajo en el mundo: tenemos que el 50% de nuestra matrícula es pública estatal y el otro 50% es de gestión pública privada. Esto ya marca una gran diferencia y una complejidad; y, para mí, una motivación enorme ser Ministra de este sistema educativo que amerita que lo miremos en su diversidad. Y a veces uno tiene el preconcepto, pero dentro de la gestión privada hay una enorme diversidad; al igual que dentro de la gestión pública. Todas nuestras políticas públicas son para un solo sistema educativo que buscamos atender la diversidad. Nuestro plan estratégico a cuatro años es “Buenos Aires aprende”; un plan con tres ejes y doce políticas públicas para todo el sistema educativo. Y lo que estamos trabajando fuertemente es nivelar para arriba aquellas escuelas que estadísticamente observamos que ameritan un acompañamiento mucho más profundo que el resto de las escuelas. Este grupo de escuelas tanto de gestión privada como estatal se llaman “Escuelas en Foco” y vamos a estar trabajando con ellas muy cerquita; marca personal, como me gusta decir, para que puedan revertir su situación y no tengo ninguna duda que en dos años- vamos a cortar una meta a dos años y otra a cuatro años- que vamos a estar en un lugar mucho mejor en el que estamos hoy. Todas las escuelas tienen una enorme capacidad de mejorar y aprender. Apuntamos y confiamos en los equipos docentes para transformar la realidad.
—En la Ciudad de Buenos Aires tienen una gestión larga del mismo partido político. ¿Cuáles son esos programas que le han dado tiempo y que todavía tienen más cuerda para dar?
—Sin ninguna duda, todo lo que tiene que ver con la mejora en Lengua y Matemática fue algo en lo que tuvimos foco. Y ahora nuestros tres ejes de “Buenos Aires Aprende” son Lengua, Matemática y Bienestar Socioemocional. Y la otra política pública que tiene mucho camino por recorrer, a pesar de todo lo recorrido, es lo que tiene que ver con competencias digitales. Fuimos pioneros con Plan Sarmiento, en su momento. Hoy es estrictamente necesaria la alfabetización digital, lo era en su momento y cada vez es más importante. Y ahí tenemos un trabajo importante para hacer con los docentes de grado y de todos los niveles educativos, de todas las áreas del conocimiento. Y después todo lo que es la transición, que es a nivel mundial, los espacios educativos donde más atención hay que poner: de nivel inicial a primaria, de primaria a secundaria, de la secundaria a la universidad o al mundo del trabajo o del emprendedurismo. Entonces esos son los puntos donde realmente estamos poniendo mucho foco.
Habilidades para el futuro
—¿Cómo es la articulación secundaria y universidad? La Ciudad de Buenos Aires tiene de hecho un alto porcentaje de terminación del secundario, ¿cómo hacen ustedes ese acompañamiento?
—Bueno, primero ahora con la existencia de la Universidad de la Ciudad tenemos una oportunidad y una agenda muy rica para que los que están terminando la escuela conozcan la oferta de la Ciudad de Buenos Aires. No solo de la Universidad de la Ciudad sino también de todas las universidades que conviven en la Ciudad; nos hace únicos eso también. Por eso ya tuve reuniones con los Rectores de las universidades para atraer a los jóvenes que están en la escuela secundaria, para allanar la transición y ver si de alguna manera; sobre todo con las escuelas técnicas que terminan con un nivel de saberes muy elevado, ver cuáles son los saberes que podemos acreditar para el ingreso a la universidad. Y sí fomentamos la transición de la secundaria a la universidad y por eso tenemos un examen que es el examen de secundaria de tercer año que con esa información estadística lo que buscamos es preparar a los chicos que deseen ir a la universidad con trayectos específicos para que su ingreso sea más suave.
—Otro tema importante es la educación y la empleabilidad. ¿En esa área qué están desarrollando?
—Nosotros ahí tenemos lo que creo Solefoto [Soledad Acuña] en la gestión anterior es la Agencia de Aprendizaje a lo largo de la vida, que ahora el nombre que tiene es Habilidades para el futuro y se ocupa pura y exclusivamente de atender esas demandas. Primero, de lo que es la formación técnico profesional, pero también de escuchar cuál es la demanda de las industrias, de los sistemas del mercado qué es aquello que la Ciudad de Buenos Aires está pidiendo que tengamos mayor talento, mayor capacidad de generar recursos humanos que puedan satisfacer esa demanda. Y ahí está la agencia perfilando y reperfilando lo que hacemos, para que cada vez más jóvenes puedan vivir, estudiar y desarrollarse profesionalmente en la ciudad.