Una vez que se concluyen los estudios universitarios, los ahora exestudiantes se enfrentan a la entrada del mundo laboral, que muchas veces es complejo y difícil de abordar debido a que en el mundo profesional los retos se multiplican de forma exponencial.
Las competencias que los recién titulados pueden aportar al mundo de la empresa tienen una importancia creciente. Por esta razón, en las instituciones universitarias surge el reto de formar a los estudiantes en habilidades para un trabajo y armonizar la oferta universitaria con la demanda de los empleadores.
Pero ¿cómo pasar de una universidad de tradición teórica a una universidad orientada a alcanzar un empleo digno? De acuerdo con un artículo de The Conversation, lo primero es saber lo que los expertos han trazado como mapa de cualificaciones, destrezas, aptitudes o competencias que hacen que las personas sean deseables para el mundo profesional.
¿Cuál es la diferencia entre habilidades blandas y duras?
De acuerdo con la Universidad Anáhuac, las habilidades duras son aquellas para las que te puedes capacitar específicamente. Son las competencias más tradicionales. Por lo general, se pueden cuantificar y son habilidades que has aprendido y mejorado con mucho esfuerzo. Las habilidades duras a veces pueden ser específicas según el trabajo que hagas, o el puesto o nivel en el que te encuentres.
Por otro lado, las habilidades blandas se refieren más bien a los atributos, hábitos y rasgos personales que hablan del modo en que una persona se relaciona con los demás. Están vinculadas con la inteligencia emocional ya que se refieren al comportamiento y la forma de ser de un individuo.
Habilidades para un trabajo: competencias transversales
Aunque las habilidades para un trabajo varían en el tiempo, así como de la especialidad profesional que se elija, los expertos en desarrollo de talento afirman que existen unas competencias transversales para todos los perfiles profesionales, independientemente de su formación concreta o del rango que ocupen.
En el texto de los profesores de la Universidad CEU San Pablo Sonia Martín Gómez, profesora de Organizacion de Empresas, y Angel Bartolomé Muñoz de Luna, profesor de Creatividad, explicaron que ya desde 2016 se establecían las siguientes habilidades para conseguir un trabajo como condición obligada en el año 2025, según su grado de importancia son las siguientes:
-Habilidades personales
-Adecuación cultural
-Actitudes
-Habilidades técnicas
-Actividades extracurriculares y de voluntariado
Además, según una investigación reciente destacada por la Comisión Europea durante el Año Europeo de las Competencias 2023, las pequeñas y medianas empresan valoran cada vez más las habilidades blandas, digitales y verdes para el éxito en el ambiente de trabajo.
Qué habilidades personales podemos trabajar
La Guía Salarial Adecco 2024, especializada por sectores, destaca 10 competencias transversales para todo tipo de profesiones:
- Mentalidad de crecimiento: los candidatos han de mostrar curiosidad y disposición para asumir riesgos y afrontar desafíos.
- Toma de decisiones basadas en datos, con el objetivo de maximizar resultados y optimizar recursos.
- Comunicación efectiva: capacidad para expresarse de manera clara, directa y responsable.
- Resiliencia: se espera de los profesionales que tengan habilidad para superar obstáculos y manejar la frustración.
- Flexibilidad :es una competencia clave, que se refiere a la adaptabilidad para trabajar en entornos cambiantes y poder utilizar nuevas herramientas.
- Competencia digital, para poder desenvolverse en entornos digitales.
- Alta productividad: un candidato más eficiente en la gestión del tiempo y el trabajo, que al mismo tiempo mantenga su bienestar personal, será más apreciado por los reclutadores.
- Compromiso: se requiere de los profesionales responsabilidad para con la empresa, sobre todo en lo que se refiere al teletrabajo.
- Aprendizaje autónomo: la capacidad y el interés por adquirir nuevos conocimientos de manera constante se valora cada vez más.
- Trabajo en equipo: es imprescindible la colaboración efectiva con colegas, orientada siempre a alcanzar objetivos comunes.
¿Cómo demostrarmos las habilidades para un trabajo?
Para armonizar lo que necesitan las empresas con la formación que aportan las universidades es necesario conceptualizar de manera unívoca las diferentes competencias, y crear una escala de valoración de cada una de ellas que compartan tanto la comunidad educativa como el sector empresarial.
Se trata, en definitiva, de que el mundo académico y el profesional hablen el mismo idioma, tanto para formar en habilidades para conseguir un trabajo como para evaluar esa formación y evolución.
Y si hablamos de evaluación, sale a la palestra un concepto: microcredenciales. Estos sistemas de microcredenciales y open badges son los grandes aliados para certificar las habilidades de los estudiantes y futuros candidatos.
Acreditados a través de sistemas como blockchain, permiten a los profesionales avalar las habilidades que los diferencian y, al mismo tiempo, ayudan a los reclutadores a encontrar de manera eficiente los perfiles que buscan en sus procesos de captación de talento.