Cada tres años, la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) evalúa cómo es el desempeño de los alumnos de nivel básico para dar a conocer cuáles son los retos educativos que deben abordarse en distintos países.
El examen se aplica desde el año 2000 en 28 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) --entre ellos México, Argentina y Colombia-- y cuatro países no miembros, dando un total de 32 federaciones que lo aplican.
El próximo año, la prestigiosa prueba internacional buscará mostrar cómo la inteligencia artificial (IA) puede revolucionar la forma en que creamos y evaluamos exámenes para entender mejor el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
EdWeek reportó hace unos días que Andreas Schleicher, director de educación y habilidades de la OCDE, enfatizó en una conferencia en Washington que la edición 2025 de PISA incluirá tareas de desempeño que analizarán cómo los estudiantes aprenden y resuelven problemas. Estas tareas serán evaluadas en parte por sistemas de IA.
Los estudiantes podrán utilizar chatbots basados eninteligencia artificial para completar estas tareas, centrándose en su capacidad de pensamiento en lugar de conocimientos previos.
En la misma conferencia, Schleicher enfatizó la importancia de vincular la evaluación con el aprendizaje real, destacando que separar ambas ha llevado a un aprendizaje superficial.
La propuesta de PISA incluye tareas creativas, como diseñar experimentos o campañas publicitarias, que podrían ser calificadas por IA. EdWeek agregó en su cobertura del tema que, en palabras de Scott Marion del Centro Nacional para la Mejora de la Evaluación Educativa, aunque inicialmente esta tecnología puede no influir en las calificaciones nacionales, su impacto potencial en la enseñanza y el aprendizaje es considerable.
Los educadores esperan que la IA proporcione una comprensión más profunda de cómo aprenden los estudiantes individualmente, lo que podría mejorar la enseñanza y la retroalimentación. Esta iniciativa de PISA está siendo observada de cerca a nivel mundial, ya que podría marcar un cambio significativo en la forma en que evaluamos y enseñamos a las futuras generaciones.
“Creo que uno de los mayores errores que hemos cometido en la historia de la educación es divorciar el aprendizaje de la evaluación. Tenemos niños pequeños que acumulan años y años y años y años de aprendizaje. Y entonces, un día, les volvemos a llamar y les decimos: ‘Cuéntame todo lo que sabes’ en este entorno artificial. Y eso ha sido superficial, eso ha hecho que la enseñanza sea superficial”, dijo Schleicher en la conferencia del Consejo de Directores Escolares Estatales en Washington.
Bajos resultados de América Latina en PISA 2022
En 2022 fue cuando se aplicó la última prueba PISA; cuando los resultados fueron entregados a finales de 2023 se reportó que los países de América Latina obtuvieron bajas evaluaciones en las tres áreas calificadas: Matemáticas, Lectura y Ciencias.
La calificación de México en dichas materias no sólo se ubicó por debajo del promedio de la OCDE, sino que las cifras fueron menores a las obtenidas en la prueba de 2018. Los resultados de 2022 también son inferiores a los que se obtuvieron en 2006 y 2009, con lo que México ocupó el puesto 51 de los 81 países evaluados.
Con una calificación de 395 en Matemáticas, el país retrocedió 14 puntos con respecto a los 409 que había obtenido en 2018. Por otra parte, en Lectura lograron 415 puntos, cinco menos que en 2018, y en Ciencias 410, nueve menos que en 2018.
En una vista de los resultados promedios de la región, los países de Latinoamérica se ubicaron en la mitad de tabla para abajo a nivel global en Matemáticas y Ciencias. Aunque los países mejores evaluados fueron Chile y Uruguay, éstos aparecen en los puestos 52 y 53, así como en las posiciones 43 y 45, respectivamente, dentro de los 81 participantes.
En el tema de Lectura, los países latinos tuvieron mejores desempeños. Una vez más Chile se colocó con un nivel mejor llegando al puesto 37; ningún latinoamericano está en los últimos cinco lugares, a diferencia de las otras áreas. Aún así, en promedio, están de mitad de tabla para abajo.