El próximo 8 de abril de 2024, México tendrá el privilegio de presenciar un espectáculo celestial extraordinario: un eclipse total de sol. Este fenómeno único es una oportunidad emocionante para conocer un poco más sobre el mundo de la astronomía y la belleza de la naturaleza.
Aún cuando es un evento único, que no volverá a repetirse hasta dentro de 300 años en el mismo lugar, un eclipse total de sol no es solo cuestión de mirar al cielo en el momento adecuado. Requiere una preparación que pueda garantizar una experiencia segura y gratificante.
Parte de esta anticipación debe estar contemplada por las autoridades a nivel federal, tal como se tienen medidas preventivas ante un sismo o el paso de un huracán. De acuerdo con la doctora de Julieta Fierro Gossman, pese a que en 1991 el gobierno federal sí realizó una Comisión Intersecretarial, esta vez las autoridades ignoraron sus recomendaciones y no desplegaron esfuerzos para reducir los riesgos que se corren ante un fenómeno astronómico.
En declaraciones con Milenio, la especialista recordó que hace 32 años hubo un total de nueve personas afectadas por ver directamente el eclipse, cifra que en esta ocasión podría acrecentarse ante la falta de un plan preventivo mayor.
Cómo poder ver el eclipse solar
La Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM explicó que aún cuando se trate de un evento sin precedentes, mirar directamente al sol puede desencadenar un grave daño a nivel ocular, sin importar que esto se haga por solo un instante, ya que se puede dañar la retina de forma permanente o incluso provocar pérdida de visión.
Ante este riesgo, la Universidad Nacional Autónoma de México invitó a ver el eclipse de forma indirecta por alguna de las siguientes opciones:
- Perforar una caja de cartón y crear una cámara oscura, como aquellas con las que se tomaron las primeras fotografías de la historia.
- Hacer un orificio con una aguja en una hoja de papel para ver una proyección del eclipse.
- A través del follaje de los árboles, la favorita de numerosas personas pues permite ver sobre el suelo cientos de pequeños eclipses que lucen como diminutas monedas cintilantes a las que, poco a poco, “devora la oscuridad”.
La única forma en la que se puede ver el eclipse directamente es utilizando lentescon la norma ISO 12312-2.
Cómo se prepara un país para un eclipse
Según los especialistas, el gobierno y las autoridades pertinentes deben difundir información clara y precisa sobre el eclipse a través de diversos medios de comunicación, incluidos sitios web oficiales, redes sociales, y campañas de concienciación.
Es fundamental educar al público sobre los peligros de observar directamente el sol sin protección adecuada, así como sobre las mejores prácticas para disfrutar del eclipse de manera segura, como el uso de gafas especiales para eclipses.
Además, ante la previsible afluencia de visitantes, es importante garantizar que el transporte público y las carreteras estén preparados para manejar el aumento del tráfico. De la misma forma se debe tener en cuenta la capacidad de respuesta ante posibles emergencias, asegurando que los servicios médicos y de seguridad estén debidamente equipados y preparados para hacer frente a cualquier situación.
Por otro lado, las autoridades deben desplegar un operativo en el que se promueva el turismo responsable para aquellas áreas donde será visible el eclipse (como en Teotihuacán).
También es importante que las autoridades se mantengan monitoreando las condiciones atmosféricas durante el eclipse para alertar sobre posibles riesgos meteorológicos, como tormentas o nubes densas que podrían obstaculizar la visibilidad. De la misma forma, desplegar algún tipo de vigilancia que recuerde que el eclipse no puede verse de forma directa.
Los eclipses solares ofrecen oportunidades únicas para la investigación científica, y México puede aprovechar este evento para colaborar con instituciones y científicos de todo el mundo en estudios astronómicos y fenomenológicos. Se deben establecer programas de recolección de datos para registrar y analizar diversos aspectos del eclipse, como cambios en la temperatura, comportamiento animal y otros fenómenos relacionados.
Fomentar la participación comunitaria a través de eventos educativos, culturales y recreativos relacionados con el eclipse, para que las personas puedan disfrutar de esta experiencia única en un ambiente festivo y colaborativo. Proporcionar espacios designados y seguros para que el público disfrute del eclipse, con instalaciones adecuadas y personal capacitado para brindar asistencia en caso de necesidad.
La preparación para vivir un eclipse total de sol va más allá de la mera observación del fenómeno astronómico. Requiere una planificación integral que abarque aspectos educativos, de infraestructura, medioambientales, turísticos, científicos, de seguridad y comunitarios.