Con más de cuarenta años de haberse acuñado el término, el liderazgo generativo se fundamenta en estudios desarrollados por Robert Dilts y Stephen Gilligan. Surgió como una respuesta a la necesidad de comprender y potenciar las capacidades de liderazgo más allá de los enfoques tradicionales. Es un enfoque integrador que se basa en una combinación de diversas disciplinas como el diseño ontológico, la cognición, el aprendizaje incorporado, la inteligencia emocional y el lenguaje generativo.
Tiene como propósito permitir que líderes y coaches lleven la organización a un nivel superior. No solo abordando cuestiones superficiales, sino también promoviendo un cambio profundo y sostenible en las personas y en la propia organización. Este enfoque reconoce la complejidad de los desafíos modernos y busca desarrollar líderes capaces de adaptarse y prosperar en entornos cambiantes y diversos.
En este contexto, Mónica Rodríguez Salvo emerge como una figura destacada. Con una trayectoria consolidada, Mónica es coach certificada por la International Coach Federation y ha realizado estudios de postgrado en Dirección de Recursos Humanos. Su amplio bagaje académico y profesional la sitúa como una experta en el campo del desarrollo humano y organizacional. Además de su formación como coach, se especializó en Mindfulness para Educación y el Trabajo en la Universidad de California (UCLA), y cursó una diplomatura en Educación Socioemocional por la Universidad de San Diego, California. Estas credenciales le proporcionan un sólido fundamento para integrar prácticas innovadoras de educación emocional y atención plena en sus programas de desarrollo de liderazgo y trabajo en equipo.
En su análisis sobre el liderazgo generativo, Mónica Rodríguez Salvo identifica cinco tendencias clave que están moldeando el panorama del liderazgo actual:
1. Mindset. La mentalidad de crecimiento es el pilar fundamental en modelos de liderazgo como el de Microsoft: model – coach – care. Expandir la mentalidad y trabajar desde la curiosidad y la humildad ontológica son claves del éxito del liderazgo.
2. Conexión. El líder de equipos de alta performance comprende que la mayor productividad se logra a través de la conexión auténtica. Valida y estimula el concepto de “liderazgo distribuido” y comprende el poder del “cerebro social”.
3. Gestión emocional. El líder inspira desde la gestión emocional: valida y comprende el poder generativo de las emociones, y desarrolla estas capacidades en equipo. Comprende el impacto de hablar y reconocer emociones, generando un clima de trabajo positivo que se traduce en mejores indicadores y resultados.
4. Coherencia e influencia. El liderazgo 4.0 se basa en la coherencia y sintonía entre valores, emociones y acciones. Cuando el líder demuestra coherencia, no impone ideas, sino que ejerce influencia.
5. Presencia. El líder generativo inicia su viaje desde un único punto de partida: él mismo. El autoconocimiento, el enfoque y la atención están siempre orientados a actuar con presencia. Liderar en presencia implica estar conectados con contextos internos y externos, fomentando entornos generativos de resolución de conflictos.
Estas tendencias son el camino hacia un liderazgo más efectivo y adaptable en un mundo en constante evolución.