El filme ganó anoche el Oscar al mejor cortometraje documental, y los realizadores lo aclamaron como una victoria en apoyo a la educación musical.
Se trata de una pequeña pero potente tienda de reparación de instrumentos musicales se ha convertido en el centro de una movida inspiracional y benéfica tras el lanzamiento de un documental que captó la atención de miles, incluido Disney en su plataforma de streaming. El taller, dirigido por Steve Bagmanyan, ha sorprendido al público con su dedicación a mantener viva la educación musical en el segundo distrito escolar más grande del país. En respuesta a la popularidad adquirida, y a que The Last Repair Shop ganó se anunció una campaña de recaudación con el objetivo de acumular 15 millones de dólares para la operación y modernización de esta joya única en su tipo a nivel nacional.
Desde correos electrónicos matutinos repletos de ofertas de donaciones de instrumentos y dinero, hasta voluntarios apasionados por contribuir a la causa, la comunidad ha respondido masivamente. Las contribuciones van desde un arpa hasta violines, guitarras y baterías. La LAUSD Education Foundation, organización benéfica sin fines de lucro afiliada al distrito, ha destacado que los fondos permitirán no solo la actualización de la instalación, sino también el apoyo a las crecientes programas de educación musical para los estudiantes, en línea con una ley estatal de 2022 que aumentó la financiación para clases de música.
El almacén sin ventanas está rodeado por una valla de seguridad. Sin embargo, desde el estreno del documental, todo ha cambiado. Ahora habrá ventilación, un nuevo limpiador ultrasónico, más cajas de instrumentos y un programa de aprendices.
La necesidad de profesionales capacitados en la reparación de instrumentos, como luthiers y herreros, se ha vuelto más apremiante según Bagmanyan, que enfatiza la dificultad de encontrar personal especializado para manejar los daños diarios. Muchos instrumentos, datando de los años 1930, requieren un mantenimiento especializado debido a su alta calidad y valor.
Además, Titus Campos, administrador de la rama de Educación Artística del LAUSD, mencionó el objetivo del distrito de ofrecer asignaturas optativas de banda en todas las escuelas intermedias y secundarias, y de brindar educación musical en todas las escuelas primarias. Aunque el distrito está cerca de alcanzar dicha meta, la escasez de profesores de música sigue siendo un desafío, con cerca de diez puestos aún desocupados.
La atención mediática no ha distraído al equipo del taller de su misión principal. Estella Patricia Moreno, encargada de reparar instrumentos bajos en el taller y próxima asistente a los Oscar, comparte su emoción y satisfacción por el reconocimiento a su labor, a pesar de la sencillez de sus instalaciones cerca de Skid Row. Moreno subraya el amor por su trabajo: “Algo que me gusta mucho y disfruto. Y además de eso, fui bastante recompensado. Es una experiencia abrumadora”.
Por otro lado, el documental ha generado un interés renovado en la educación musical, destacando los esfuerzos del Distrito Unificado de Los Ángeles (LAUSD) durante la pandemia, utilizando fondos federales para adquirir aproximadamente 32 mil nuevos instrumentos para estudiantes. Sara Mooney, presidenta interina y directora ejecutiva de la LAUSD Education Foundation, subraya la importancia de aprovechar el momento: “Necesitamos una inversión para afrontar el momento y satisfacer las necesidades de programas musicales ampliados.
El “Polo Norte” de los instrumentos escolares, como lo denomina cariñosamente Proudfoot, refleja la importancia de la música en la formación educativa y el papel crucial de este humilde taller en mantener esa tradición viva. Más allá de la reparación de instrumentos, representa el corazón y el alma de una comunidad que valora la cultura y la educación artística como pilares de desarrollo humano y social.
La historia de este taller no es solo sobre música o instrumentos; es sobre la dedicación, la comunidad y la capacidad de inspiración que puede tener un proyecto con raíces profundas en el amor por el arte y la educación. Al final del día, Bagmanyan resume la esencia de su labor: “Al final del día, sabes que el estudiante de la escuela termina con un instrumento en sus manos. Los programas musicales continúan y nosotros somos parte de ello. Eso es todo lo que importa.”
En su cuenta oficial de Instagram, que se encuentra como @thelastrepairshop, han publicado parte del proceso de creación del documental, además de invitaciones para donar a la causa. Además, entre sus historias destacadas tienen un apartado en el que nombran a exalumnos de las escuelas públicas de Los Ángeles que ahora son artísticas reconocidos en diferentes áreas.
Bajo el lema “No puedes tener esto sin esto”, los realizadores del documental muestran una comparativa de los primeros años escolares de artistas como Slash (guitarrista de Guns and Roses), Phoebe Bridgers, Doja Cat, Kendrick Lamar, y hasta los mismos integrantes de Red Hot Chilli Peppers Flea y Anthony Kiedis.
La música también es un método de aprendizaje y superación
La música puede ser no sólo una asignatura en el campo académico, sino una fuerza que anima y compromete a los estudiantes a aprender nuevos conceptos. Actualmente ya existen varios estudios que demuestran que la aplicación musical para el aprendizaje puede ser posible si el docente implementa las estrategias adecuadas en el aula.
Si bien la educación se ha basado en la transmisión de conocimientos de forma jerárquica y con el orden de los libros y la oralidad, hoy en día se cuenta con técnicas, herramientas y estrategias que hacen que esa transmisión sea de mayor interés para el alumnado, favoreciendo una participación activa e incluso el aprendizaje autónomo.
Según la investigación La música como estrategia pedagógica, de la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador, la música cumple una función muy importante, favorece el desarrollo socio-afectivo del niño, es decir, aprende a diferenciar lo que hay en su entorno y la capacidad para una mayor y mejor participación en el aula, por otra parte, mejora su relación con el docente al compartir o interactuar entre sus pares a través del juego las diversas actividades musicales previamente organizadas.
En las investigaciones se ha determinado que el aprendizaje a través de la música constituye una propuesta formativa hacia la construcción crítica, reflexiva e integral del conocimiento, al mismo tiempo que genera e impulsa el conocer, ser, hacer y convivir, en función de habilitar en el estudiante una posibilidad de mejorar la calidad de vida, tanto individual como colectiva.
Asimismo complementa que las y los maestros no necesitan ser expertos en música para efectivamente enseñar con y a través de ella, lo cual abre un espacio de oportunidades para usarla en los salones de clase. En realidad, lo que sí necesitan los docentes para lograr con éxito la implementación de recursos musicales dentro del aula es conocer el perfil general del grupo en el que se desea trabajar y las actividades que mejor se acoplen a la utilización de la música, o bien cuando se desee provocar un cambio dramático en la dinámica de la clase.