En América Latina los niveles de vulnerabilidad en los alumnos son altos desde educación básica hasta media superior y superior. Lo anterior se debe sobre todo al contexto social y económico que atraviesa la región, junto con factores familiares y personales de cada alumno, lo que puede provocar que los estudiantes tengan desfases en su educación
Sumado a los problemas que hacen vulnerable a la población de niños y niñas, así de adolescentes y jóvenes, se encuentran las diferencias de aprendizaje entre cada estudiante. Parte de la solución para reducir la deserción escolar, y antes que ello, el rezago educativo es continuar formando a las y los docentes para que los contenidos educativos sean adaptables a las diversas situaciones que atraviesa la comunidad estudiantil.
Capacitar a los maestros para combatir el rezago
Varios estudios han señalado las mejoras relacionadas al aprendizaje cuando los docentes están mejor capacitados y logran adaptar las materias a lo que los alumnos reciben de mejor manera.
En ese sentido, una investigación de Perú titulada Políticas para una educación equitativa e inclusiva (2021), elaborado por Sandra Carrillo (del Instituto de Estudios Peruanos), plantea una serie de propuestas para reducir las brechas que se hicieron más evidentes durante la emergencia sanitaria.
La más importante de ellas es facilitar la formación continua y el acompañamiento pedagógico a docentes y directivos que atienden a los estudiantes más vulnerables y de menor rendimiento. Según la propuesta de la investigadora, el 100% de los docentes y directivos deberían contar con oportunidades de formación al menos cada tres años, con programas actualizados.
¿Por qué es necesario que los profesores tengan capacitación?
Si los maestros tienen la capacitación necesaria, contarán con las herramientas suficientes para enfrentar los retos que plantea el rezago escolar, como lo es la diferencia de aprendizaje, la adaptabilidad a clases dentro y fuera de las aulas, así como una educación con formación tecnológica y alfabetización digital.
Esto permite identificar espacios de mejora al mismo tiempo que cierra brechas como la digital, la de género y la de rezagos en educación.
La inversión en capacitación docente tiene un impacto en la calidad de educación que reciben los estudiantes.
“Si un maestro es muy bueno, llegará a los mejores colegios, tendrá mayor apoyo y avanzará en su carrera con un ambiente óptimo de participación, lo que a su vez asegurará que sus estudiantes tengan éxito, apuntó Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD - OCDE) en el Seminario Anual de Investigación CIES 2022.
Como parte de la continua formación docente se deben de integrar planes para abordar las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y la realidad virtual, así como nuevas técnicas y métodos de aprendizaje que permitan sacar el máximo potencial de cada alumno.
Previo al campo tecnológico, la formación continua en los docentes debe emerger como un aliado para cerrar la brecha generacional entre los profesores y los estudiantes, el profesional de la docencia siempre se va a ver enfrentado a la distancia histórica y cultural que lo separa de sus alumnos.
Que los docentes continúen capacitándose permite además entender y adaptarse a los diferentes procesos cognitivos entre infantes y adolescentes y que así el docente realmente pueda apoyar su desarrollo. Lo anterior es crucial para comprender de buena manera sus necesidades y entregarle los estímulos necesarios en los momentos indicados.
Además, también es importante que el docente sepa acerca del contexto en donde se está insertando, y los cambios en el campo de estudio y la realidad social que presenta ante sus estudiantes.
No solo es conveniente modificar los planes de estudio, las hojas de ruta o los contenidos de los libros de texto, sino que sean quienes imparten las clases los primeros que reciben la información sobre cómo se pueden mejorar las aulas a través de la convivencia diaria con los alumnos, así como con proyectos que los involucren y pongan a prueba sus habilidades de aprendizaje, emocionales y sociales.