El trabajo y las relaciones laborales están cambiando a una velocidad sin precedentes debido a la irrupción de la tecnología, la globalización, o incluso la demografía y la crisis sanitaria. Estos cambios crean nuevas oportunidades y desafíos, pero también se estarían poniendo en riesgo millones de empleos y trabajadores, que deben desarrollar nuevas habilidades para adaptarse y competir.
El rápido aumento en el uso de la inteligencia artificial está transformando la forma como trabajan los seres humanos. Estos avances pueden representar aumentos de productividad pero también muchos trabajadores enfrentan la posibilidad de ser reemplazados por la IA, según un análisis de McKinsey, hasta 400 millones de empleos están en peligro en todo el mundo.
El Foro Económico Mundial reveló una investigación hecha por Multiverse y el Burning Glass Institute donde se señala que las ocupaciones de alta rotación y bajos salarios son mucho más susceptibles a la automatización.
Con este panorama, se ejerce presión sobre el sistema educativo tradicional ya que no estaría respondiendo a las necesidades que exige el mercado laboral. En el informe se evidencia que los líderes empresariales dicen cada vez más que los graduados universitarios están calificados en teoría pero no en la práctica, y que necesitan 11 meses de entrenamiento para ser totalmente efectivos en su trabajo.
Así las cosas, estaríamos frente a una brecha entre lo que se enseña y lo que necesita el mundo laboral. Según la investigación presentada, el lugar de trabajo exige habilidades adecuadas a partir de la década del 2020; es necesario incluir formación en inteligencia artificial, desarrollar software y gestionar bases de datos. Pero los colegios y universidades siguen enseñando con planes de estudio que se centran en el conocimiento, dejando de lado el desarrollo de habilidades.
¿Cómo cerrar la brecha?
Esta desconexión entre la educación y el mundo laboral transmite la sensación de que la formación es el viaje pero el trabajo es el destino. En el análisis, se planea que para cerrar esta brecha, se necesita un nuevo enfoque de aprendizaje, que sea continuo, práctico y aplicado. Se trata del aprendizaje basado en el trabajo, que combina la educación con las actividades laborales, y que permite a los trabajadores adquirir las habilidades más relevantes para el futuro a través de la práctica y no centrado en la teoría.
¿Qué es el aprendizaje basado en el trabajo?
El aprendizaje basado en el trabajo es un proceso de desarrollo profesional y formación continua o también conocido como lifelong learning mediante la realización de actividades, proyectos y tareas que implican la aplicación de los conocimientos y habilidades.
El aprendizaje basado en el trabajo se basa en el principio de que se aprende haciendo, y no solo escuchando o leyendo. De esta forma, se favorece el aprendizaje significativo, que es aquel que se relaciona con la realidad, los intereses y las motivaciones de los trabajadores.
finalmente, en el informe se advierte que si una empresa invierte en el software para analizar datos de última generación o en herramientas de inteligencia artificial, no podrá recibir todos sus beneficios si los trabajadores no tienen las habilidades necesarias para utilizar dichos recursos, por lo tanto, las organizaciones deben asegurarse de financiar las capacitaciones de la fuerza laboral al mismo tiempo que invierten en tecnología.
Igualmente, las instituciones educativas que enseñan bajo unos estándares tradicionales tienen el desafío de incorporar mejor los escenarios laborales en sus modelos de enseñanza. El Foro Económico Mundial enfatizó que “las empresas no pueden seguir dejando el aprendizaje en manos de las instituciones educativas, y los educadores no pueden seguir ignorando la realidad del trabajo”.