En los últimos días se ha revelado que el Sistema Cutzamala, encargado de suministrar agua potable a la Ciudad de México y el área metropolitana, ha registrado los niveles de almacenamiento más bajos en toda su historia.
El sistema desempeña un papel crucial en la satisfacción de la demanda de agua en el Valle de México. Según el último informe del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), el nivel actual de almacenamiento de agua es del 38.7% de su capacidad, considerablemente por debajo del promedio histórico para esta época del año, que es del 76.2 por ciento.
La población aún se encuentra en incertidumbre sobre el futuro de la zona metropolitana, y aunque no se solucionará exactamente con ello, hay diversas acciones generales que se pueden efectuar desde casa para cuidar el agua.
¿Qué hacer ante la falta de agua?
El Comité Asesor de Salud, Protección Civil y Manejo Ambiental, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), emitió las siguientes sugerencias generales con el objetivo de fomentar el cuidado de este liquido vital:
Duchas eficientes
Los expertos recomiendan tomar duchas breves, es decir, que sean menores de 5 minutos. Hay cerrar las llaves mientras se enjabona y recolectar el agua en cubetas para reutilizarla en inodoros o para la limpieza de diversas áreas del hogar.
Dispositivos ahorradores y prevenir goteos
Implementar dispositivos ahorradores en regaderas y grifos, asegurarse de cerrar completamente las llaves después de cada uso y, en caso de ser necesario, cambiar los empaques para prevenir goteos. Además, es fundamental identificar y reparar cualquier fuga en el sistema hidráulico, incluyendo grifos, regaderas e inodoros.
Uso eficiente al cepillarse los dientes
Los expertos de la UNAM sugieren ocupar solamente un vaso de agua para esta actividad, además de cerrar la llave y no dejar agua tirando cuando se cepille.
Uso racional en la comunidad
Fomentar el uso consciente de este liquido vital en la comunidad, adoptando prácticas responsables para preservar este recurso vital.
Responsabilidad en las labores domésticas
Si se tienen plantas y áreas verdes en casa, hay que regarlas sólo cuando sea necesario, preferentemente temprano o por la noche. De ser posible con agua reutilizada o tratada. Evitar tirar desechos químicos, papel o plásticos en la red de drenaje, así como la aplicación de agua corriente para descongelar alimentos. Al cocinar verduras u hortalizas, permitir que se enfríen y emplearla para regar plantas, pues contiene nutrientes benéficos para ellas. Al usar la lavadora procura que sea con carga completa.
¿Cómo cuidar el agua en la escuela?
El cuidado del agua no solo debe desempeñarse en casa, sino en la mayoría de los espacios posibles. Ante ello, la UNAM compartió algunas sugerencias para cuidar este recurso en el espacio universitario, las cuales son las siguientes:
-Al lavar las manos, utiliza la cantidad necesaria, no dejes correr el agua mientras te enjabonas y cierra bien las llaves.
-En los bebederos, emplea solo la cantidad necesaria y evita desperdiciar agua.
-Mantén limpios los sanitarios para reducir el consumo en la limpieza y no arrojar desechos químicos, papel o plásticos en la red de drenaje.
Ya sea en la casa, en la escuela, oficina o algún espacio público, la máxima casa de estudios recordó que es muy importante reportar fugas con las autoridades pertinentes.
¿Cómo reportar una fuga de agua en la UNAM?
En caso de que la fuga se de dentro de la UNAM pueden ser reportadas en las siguientes direcciones:
-Dirección General de Obras y Conservación, a los teléfonos (55) 5622-2601 al 04
-Central de Atención de Emergencias UNAM, a los teléfonos (55) 5616-0289 y (55) 5622-2440
-Página web del programa “PUMAGUA” pumagua.unam.mx/fugas
No solo es México, el planeta se está secando
En otro artículo, la Universidad refirió a un equipo de investigadores de la Universidad de California, la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, la Universidad de Rutgers, el Colegio Universitario de Londres y la Universidad Rey Abdulaziz en la que se analizaron mil 693 sistemas acuíferos y los datos arrojados por 170 mil pozos de seguimiento ubicados en 40 países alrededor del mundo. En la investigación se encontró que 30% de los sistemas sufre sobreexplotación y está en niveles críticos.
El estudio, titulado Rapid groundwater decline and some cases of recovery in aquifers globally, fue difundido por la revista Nature y subraya que la información muestra que “las rápidas disminuciones del nivel de las aguas subterráneas (>0.5 m al año) se han generalizado en el siglo XXI, especialmente en regiones secas con extensas tierras de cultivo. Fundamentalmente, también se observa que la disminución del nivel de las aguas subterráneas se ha acelerado en las últimas cuatro décadas en el 30 % de los acuíferos regionales del mundo”.
Asimismo se añade: “En el 30 % de estos sistemas acuíferos, el decremento del nivel de las aguas subterráneas se aceleró, y las disminuciones del nivel de las aguas subterráneas de principios del siglo XXI superaron a las de finales del XX. Estos casos de descenso acelerado del nivel de las aguas subterráneas son más del doble de frecuentes de lo que uno esperaría de fluctuaciones aleatorias en ausencia de tendencias sistemáticas en cualquiera de los periodos”.
Los especialistas consideraron que “la mayoría (>80%) de los sistemas acuíferos que exhiben descensos acelerados del nivel de las aguas subterráneas también experimentaron una disminución en las precipitaciones a lo largo del tiempo (es decir, una precipitación anual promedio más baja a principios del siglo XXI que a finales del XX). El descenso de las precipitaciones puede causar que los niveles de agua subterránea caigan, como resultado tanto de impactos indirectos (por ejemplo, aumento de las extracciones de agua subterránea durante las sequías) como de impactos directos (es decir, tasas de recarga reducidas durante las sequías)”, sostienen.
También apuntan que los resultados muestran un vínculo potencial entre la variabilidad climática a escala decenal y la aceleración de los descensos del nivel de las aguas subterráneas. Y que “es probable que la aceleración de la disminución del nivel de las aguas subterráneas, independientemente de sus posibles causas, igualmente acelere las consecuencias de esos decrementos, incluidos los hundimientos de la tierra y los pozos que se secan”, advierten.