La Unesco lanzó una recomendación sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo Sostenible, la organización reconoció que la paz no solo se construye desde negociaciones internacionales, como las mesas de diálogo que mantiene actualmente el gobierno colombiano con el ELN o la que se plantea en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania, también se hace desde las aulas de clase y en las actividades extracurriculares como los campos de deporte, la educación artística o científica, abogando con lo anterior por una intervención educativa a lo largo de toda la vida.
Este llamado llega en un momento crucial, el mundo enfrenta un incremento en los índices de intolerancia y discriminación, junto con una creciente prevalencia de los discursos de odio. La Unesco destaca que tales problemas no solo causan daño a nivel individual e incitan a la violencia contra grupos específicos, sino que también amenazan los valores de inclusión y diversidad. Estos temas ponen de manifiesto la necesidad urgente de fomentar una educación que promueva la paz y el entendimiento mutuo.
“Si el odio empieza con las palabras, la paz empieza con la educación. Lo que aprendemos cambia nuestro modo de ver el mundo e influye en nuestra forma de tratar a los demás. Por tanto, debemos situar la educación en el centro de nuestros esfuerzos por alcanzar y mantener la paz mundial”. Afirmó Audrey Azoulay, directora General de la Unesco.
La organización instó a naciones y comunidades globales a priorizar la educación dentro de sus agendas políticas, buscando cumplir con los objetivos establecidos en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación y la agenda Educación 2030. Subrayando la importancia de una educación que sea transformadora, con énfasis en la alfabetización básica, las matemáticas y el desarrollo de habilidades analíticas y críticas, el respeto por la diversidad y la capacidad de actuar de manera ética y responsable.
Se busca que la educación fomente ciudadanos globales, capaces de abordar y resolver conflictos de manera pacífica, promoviendo así la prevención de la violencia y la construcción de comunidades más tolerantes y seguras.
En el ámbito digital, también se recalcó la necesidad de fortalecer las competencias mediáticas e informativas, así como las habilidades digitales de los estudiantes. Esto incluye la capacidad de acceder, evaluar y difundir información de manera crítica y ética, combatiendo la desinformación y fomentando una participación segura y respetuosa en entornos digitales. La educación en estos ámbitos resulta crucial para la seguridad digital y la protección de la privacidad de los individuos en la era de la información.
En última instancia, se promueve una enseñanza y aprendizaje que valore la dignidad y diversidad de cada estudiante, eliminando barreras y motivándolos a ser agentes de cambio en su entorno. Este enfoque transformador busca potenciar las capacidades individuales para enfrentar los retos del futuro con creatividad, colaboración y adaptabilidad.
¿Cómo abordar conflictos desde las aulas?
La Unesco señaló que abordar conflictos armados en el entorno educativo y educar para la paz desde edades tempranas es un pilar para construir una sociedad consolidada en valores de paz. Frente a este panorama, ¿cómo pueden abordar estos temas los docentes en las aulas de clase?
Una de las propuestas sugeridas en un artículo publicado por educaweb plantea que abordar temáticas de perdón y humanidad a través de figuras históricas puede representar una estrategia eficaz que pueden usar los docentes en las aulas.
Antonio Milán Fitera, director del Departamento de Educación de la Universidad CEU San Pablo, ha destacado la importancia de la enseñanza de la cultura de paz y el manejo de conflictos en las instituciones educativas, empleando como referencia figuras de renombre como Nelson Mandela. Milán sugiere que el aprendizaje sobre tales personalidades puede fomentar la cultura del perdón y la cooperación entre los estudiantes. Además, propone la integración de la educación emocional en todas las áreas del currículum académico, por considerarlo fundamental para el desarrollo de relaciones interpersonales saludables y la apreciación de la diversidad.
Para complementar estas estrategias, Cécile Barbeito, investigadora de la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en entrevista con Educaweb, recomienda un abordaje cuidadoso de los conflictos armados y temas de paz en el aula. Su perspectiva incluye evitar la exposición de los niños a imágenes gráficamente explícitas, promover el entendimiento a través de múltiples perspectivas, y centrar la discusión en los derechos humanos. Barbeito subraya la importancia de educar sobre las implicancias geopolíticas detrás de los conflictos.
Ambos expertos coinciden en que la implementación de estas prácticas no solo enriquecería el desarrollo emocional e intelectual de los estudiantes sino que también promovería entornos de aprendizaje más armónicos e inclusivos. La adopción de tales métodos educativos representa una oportunidad para instruir a las futuras generaciones en los valores de la empatía, el respeto mutuo, y la solución pacífica de las disputas, primordiales para la conformación de comunidades más justas y pacíficas.