La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse. Desde su popularización con el uso de ChatGPT, han surgido miles de nuevos chatbots, emprendimientos y aplicaciones que se le pueden dar a la IA. Sin embargo, a la par salen a la luz algunas dudas sobre los alcances éticos y prácticos de la inteligencia artificial, así como de la tecnología en general.
Una de las preguntas frecuentes desde el “boom” de la IA es sobre la afección a las oportunidades laborales; constantemente resuena la cuestión sobre si la tecnología remplazará al humano. Y en realidad la respuesta ya está dada, pues en más de un estudio (de diversos países y organizaciones) se ha confirmado que la experiencia humana no podrá suplirse desde la IA. Lo que si conviene es cuestionarse qué aspectos laborales se ven influidos por la inteligencia artificial.
En ese sentido, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estudia el impacto de los sistemas de inteligencia artificial en las oportunidades laborales de las mujeres.
El informe titulado Los efectos de la inteligencia artificial en la vida laboral de las mujeres revela que los sistemas de IA pueden tener un efecto de género en lo laboral, el cuidado y el empleo doméstico. Puesto que la inteligencia artificial está condicionada al entorno cultural y laboral de quienes la desarrollan, estos sistemas pueden reforzar sesgos de género preexistentes que afectarían a la mujer.
¿La IA apoya la igualdad de género?
El informe conjunto recalcó que la fuerza laboral las mujeres obtiene menores remuneraciones en comparación que los hombres, al igual que ocupan menos posiciones directivas y participan menos de los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Sobre este último punto, la Unesco destacó en 2019 que las mujeres ocupan apenas el 29% de los puestos de investigación y desarrollo científico en el mundo y que ya son 25% menos propensas que los varones a apalancar la tecnología digital para usos básicos.
Mientras sigue madurando el uso y desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), es momento de preguntar: ¿cómo será el mercado laboral de mañana para las mujeres? ¿Estamos dando un uso efectivo al poder de la IA para achicar las brechas de igualdad de género o estamos dejando que esas brechas se perpetúen o, peor aún, que se ensanchen?
Brecha digital y las mujeres
Desde los requisitos laborales, pasando por la contratación hasta el desarrollo de nuevas habilidades, la IA puede tener gran peso en la vida laboral de las mujeres y el futuro del trabajo. Si bien las organizaciones señalan que las mujeres tienen menor conexión a Internet (pues solo el 48%), si hay un área de oportunidades latente: las habilidades digitales.
Si se alfabetiza a las mujeres en cuestiones de internet pueden desarrollar habilidades digitales, las cuales dan acceso a nuevas oportunidades y configuraciones laborales. Un ejemplo sencillo sobre el uso que se le puede dar al internet es la venta de bienes; posibilitar que las mujeres abran un negocio en línea no solo logra diversificar los ingresos (ya sean personales o familiares), sino que les permite tener oportunidades para el crecimiento de sus carreras y para obtener aumentos salariales o abrir acceso a préstamos y otros servicios financieros.
Además, las habilidades digitales pueden permitir a las mujeres a aprender el manejo de nuevas herramientas relacionadas con sus empleos. Al mismo tiempo, que las mujeres desarrollen sus habilidades digitales y consigan empleo también representa un beneficio para sus comunidades, pues ellas tienden a reinvertir sus ingresos dentro de sus familias y comunidades en mayor medida que los hombres.
Cómo influye la IA en la vida laboral de las mujeres
Una vez que se tiene acceso a internet, se puede acceder a muchas oportunidades tanto para el aprendizaje como para la vida laboral. Los cursos en línea o los tutoriales por video pueden ayudar a las mujeres a usar mejor las herramientas digitales y a extraer más valor de ellas. En ese sentido, los sistemas de IA también pueden optimizar los servicios de búsqueda de empleo para asegurar que las mujeres reciban iguales oportunidades al considerar y postular para empleos.
El informe del BID, Inteligencia Artificial para la Búsqueda Laboral, argumenta que el uso correcto y responsable de búsquedas de IA intensivas en información tiene el potencial de acelerar los procesos de los servicios, personalizarlos y potencialmente mitigar los sesgos que llevan a la discriminación laboral.
La IA en sí misma es una oportunidad laboral para las mujeres, no solo una herramienta para usarse dentro de sus labores o impulso para sus carreras. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EU, se espera que la demanda de profesionales de aprendizaje automático aumente 11% en 2024.
Entre las soluciones para que las mujeres estén presentes dentro del desarrollo de inteligencia artificial están el apoyo a la educación en STEM, visibilizar a mujeres pioneras en IA como ejemplos a seguir, proporcionar oportunidades de mentoría y hacer frente a la brecha salarial de género en IA para atraer a más mujeres al sector y apoyar su crecimiento profesional.