Un reciente estudio de la Universidad Tecnológica Centroamericana resaltó la importancia de desarrollar la inteligencia emocional en la infancia como medida preventiva contra los trastornos mentales. Los resultados revelaron una correlación entre altos niveles de inteligencia emocional y óptima salud mental en menores.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, se advierte que un 44,7% de los niños podrían estar enfrentando problemas de salud mental.
El análisis hace énfasis en que un desarrollo adecuado de la inteligencia emocional durante los primeros años de vida es un factor determinante que puede conducir a una juventud y adultez más saludable. Esta situación se alza como un desafío para el sistema educativo y de salud, ya que intervenir prontamente se plantea como una estrategia clave que podría mejorar los índices de bienestar emocional en la población infantil.
La educación emocional temprana no solo previene futuras condiciones adversas sino que también potencia el desarrollo integral de los niños, equipándolos con herramientas para afrontar los desafíos de la vida. Así las cosas, en el contexto colombiano, la cifra del 44,7% refleja una realidad preocupante y posiciona la atención en salud mental como una prioridad.
Es por esto, que el método Ruler, alza la mano como una alternativa para incentivar el desarrollo de habilidades socioemocionales en los niños.
¿Qué es el método Ruler?
Es un enfoque innovador para la educación emocional desarrollado por el Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale. RULER es un acrónimo que representa las cinco habilidades clave de la inteligencia emocional:
Recognizing (Reconocer)
El primer paso es reconocer las emociones en uno mismo y en los demás, lo cual implica tener la capacidad de identificar cómo nos sentimos y también identificar las emociones de los demás al interactuar con ellas.
Understanding (Entender)
Entender las emociones involucra el análisis de los motivos o causas, al igual que los efectos asociados a estas. Aquí puede implicar entender el por qué de las emociones y cómo afectan o influyen estas emociones a las decisiones y comportamientos.
Labeling (Etiquetar)
Nombrar o etiquetar las emociones puede ayudar a comunicarle a los demás cómo nos sentimos.
Expressing (Expresar)
Comunicar las emociones de manera efectiva implica hablar sobre cómo se sienten, escribir sobre ellas o expresarlas de algún modo.
Regulating (Regular)
Técnicas como la respiración profunda, la meditación o el ejercicio físico puede ayudar a manejar las emociones negativas, regularlas implica ser capaz de darle un manejo efectivo.
¿Este método le sirve a los estudiantes?
En el Colegio Vermont de Medellín, Colombia, cerca de 1.000 estudiantes están experimentando cambios positivos en su bienestar emocional y social gracias a la implementación del método Ruler, según lo reseñó Portafolio, esta estrategia que se enfoca en desarrollar habilidades socioemocionales, ya muestra resultados beneficiosos en la disminución de la ansiedad, depresión y acoso escolar entre los niños y jóvenes de la institución.
El método, reconocido a nivel internacional promueve una educación integral, equipando a los estudiantes con las herramientas necesarias para el manejo efectivo de sus emociones. Este enfoque busca que los niños y adolescentes estén mejor preparados para enfrentarse a situaciones adversas, mediante el fomento del pensamiento crítico y control emocional.
Adaptación de las instituciones educativas
La rectora del Colegio Vermont, Liliana Anzola Arias, señaló para ese mismo medio, que el aumento de la presión social, impuesta en parte por el entorno digital y las redes sociales, así como las etapas naturales de cambio psicológico durante la adolescencia, han generado un escenario en el que las instituciones educativas deben elevar su rol mediante acciones preventivas y programas de soporte emocional. Estas medidas buscan ofrecer un acompañamiento más significativo para el bienestar y desarrollo de los estudiantes. “Las nuevas dinámicas de la sociedad, la presión de las redes sociales y los cambios emocionales durante el crecimiento de los jóvenes requieren de las instituciones educativas mayor nivel de intervención desde las prácticas preventivas y de acompañamiento que pueden ofrecer”, agregó Anzola.
En conclusión, la evidencia sugiere que el método es una herramienta útil para enseñar a los estudiantes a entender y manejar sus emociones y que al integrar las emociones en ámbito educativo se puede ayudar a que los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, desarrollen en su vida habilidades que les ayuden a potenciar un rendimiento social óptimo trayendo así mejoras en la convivencia estudiantil, mejoras en la concentración, liderazgo y mejor rendimiento escolar.