La tecnología ha transformado muchos aspectos de nuestras vidas, incluida la forma en que accedemos a la información y leemos. En el ámbiito educativo, la lectura en pantallas va ganando terreno, aunque también genera debates sobre sus beneficios en comparación con la lectura tradicional en papel, especialmente en niños que se inician en el camino lector. Y esto es porque en internet se nos ofrecen una multiplicidad de estímulos que apuntan a llamar simultáneamente nuestra atención sobre distintos puntos.
La cultura digital evidencia nuevas formas de leer, fragmentada, veloz, transmedia, que pueden ser sostenidas por un lector experto, pero no favorece al principiante. Leer es una interacción compleja entre el texto y el lector, quien pone a prueba su conocimiento previo y sus experiencias. En esta etapa de desarrollo de habilidades frente a la lectura, es necesario fortalecer la atención, ayudar a los chicos de este tiempo, tan habituados a las múltiples ventanas, a ejercitar la concentración frente a una tarea. Por eso, es muy beneficioso acompañar a los niños que empiezan a leer, leer con ellos, hacerles preguntas que despierten su curiosidad, preguntarles su parecer respecto de lo que se lee.
Pero la comprensión se desarrolla cuando se ejercita la lectura. Sobre todo, la lectura que se elige, aquella que está impulsada por preguntas genuinas del lector. Esa lectura por placer, que es distinta de la lectura escolar. Allí es donde la pantalla puede hacer la diferencia, porque es el soporte cercano y familiar para chicos y adolescentes, quienes realizan muchas actividades con distintos dispositivos: chatear, jugar, buscar información para sus tareas escolares o para resolver distintos problemas, escuchar música, registrar imágenes, etc. ¿Podríamos pensar en una propuesta que los invite a leer y a fortalecer sus habilidades lectoras?
Ventajas de la lectura digital
La tecnología no puede reemplazar el papel de un padre o un maestro, aunque puede simular un entorno de interacción que sirva de apoyo a los lectores de diferentes procedencias y niveles de destreza, para que consigan tener éxito en la lectura. Se trata de aprovechar la experiencia interactiva y multimedia que ofrece la lectura en pantalla para convocar a los lectores más jóvenes. Los libros electrónicos y las aplicaciones educativas suelen incluir elementos visuales, sonidos y animaciones que enriquecen la narrativa. Estos elementos no solo capturan la atención de los niños, sino que también refuerzan la comprensión al proporcionar contextos visuales que facilitan la conexión con el contenido. El texto digital puede fomentar una mayor implicación dentro de los grupos con habilidades lectoras más bajas, así como un medio de lectura más motivante para los niños.
Por otro lado, el texto digital permite adaptar y personalizar el texto a las necesidades del lector: el tamaño de la letra, los recorridos y ritmo, lo que favorece el aprendizaje autónomo. El acceso a una multiplicidad de temáticas de actualidad fomenta la curiosidad y la exploración, promoviendo una actitud positiva hacia la lectura.
Por otro lado, las propuestas de lectura digitales ofrecen instancias de validación que le dan al lector retroalimentación inmediata, lo cual es fundamental para el proceso de aprendizaje. Las actividades interactivas y los cuestionarios integrados en los libros electrónicos permiten evaluar la comprensión lectora en tiempo real, lo que sin dudas, es una enriquecedora oportunidad para el lector de corregir malentendidos y reforzar conceptos clave de manera inmediata.
El poder de un gran simulador
¿Cómo convocar a niños de entre 8 y 11 años a leer y fortalecer sus habilidades de comprensión lectora? Dentro del ámbito escolar, esta es una actividad frecuente. Pero ¿cómo conseguir que los chicos se acerquen a leer por elección y, de este modo, ejerciten su capacidad lectora? Esta pregunta nos hicimos en Ticmas, en busca de una propuesta que realmente entusiasmara a los más pequeños pero que les diera a los docentes herramientas para poder acompañarlos en esta iniciación.
Así nace ¡A leer en vivo!, un simulador que invita a los chicos a sumarse a un entorno de entrenamiento para hacer transmisiones en vivo. El desafío es leer en voz alta, para otros, para la supuesta audiencia de esa transmisión. Los lectores eligen entre una gran variedad de temas, aquél que quieren leer, temáticas que despiertan su real curiosidad: animales, mitos, fútbol, videojuegos. El juego les propone transmitir y responder preguntas en el chat. Cada participante tiene la posibilidad de hacer los recorridos a su propio ritmo, y que cada uno ejercite y fortalezca sus propias habilidades.
El hecho de estar leyendo para “otros”, en un entorno cerrado y seguro, facilita la concentración. Los chicos leen para “ser escuchados” y se esfuerzan por hablar claramente y recibir las preguntas de los oyentes. Ponen especial atención en aquello que se les va a preguntar y entran en el juego de la interacción. De esta manera, esta propuesta se presenta como una gran aliada a la hora de fomentar el ejercicio de la lectura en lectores inexpertos.