La evidente irrupción de la inteligencia artificial en las aulas trajo consigo cambios dentro de las instituciones educativas así como en los estudiantes, pero no siempre el uso de la IA en las aulas significa enviar instrucciones a ChatGPT para que elabore un texto. Los educadores, por ejemplo, también usan chatbots para elaborar mallas curriculares, planear clases, y dedicarle más tiempo a otras actividades laborales.
Precisamente esa intersección entre educación y tecnología llamó la atención de la UNESCO, organismo que ha identificado a la inteligencia artificial (IA) como un elemento transformador para el sector educativo en múltiples aspectos que abarcan desde la administración hasta las formas como se enseña, bajo la premisa de su implementación responsable y ética. Esta influencia de la IA promete remodelar los paradigmas tradicionales de la educación, ofreciendo oportunidades de aprendizaje innovadoras y facilitando la personalización de la enseñanza.
La IA en la educación
Las aplicaciones de la IA en el ambiente educativo no solo se limitan a facilitar los procesos administrativos, sino que también incluyen la posibilidad de una enseñanza más personalizada y adaptada a las necesidades individuales de cada estudiante. Herramientas como sistemas de tutoría inteligentes y plataformas de aprendizaje adaptativo son ejemplos claros de cómo la tecnología puede ofrecer un acompañamiento más ajustado al ritmo y estilo de cada alumno, al mismo tiempo que proporciona a los educadores datos valiosos para la toma de decisiones pedagógicas.
Precisamente, este potencial de la inteligencia artificial en el plano educativo es particularmente importante para América Latina y el Caribe, región que enfrenta grandes cambios y desafíos en la educación. Un informe de la Revista Iberoamericana de Educación reveló que cerca del 37% de adolescentes latinoamericanos abandonan la escuela, como dato no menor: la mitad de ellos, lo hacen tempranamente, es decir, antes de completar la educación primaria.
Con este panorama poco alentador, surgió una iniciativa para combatir la deserción escolar: Argentina y Uruguay han implementado sistemas de alerta temprana con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estas herramientas basadas en Machine Learning, proporcionan a principios de año académico un “mapa” que señala a los estudiantes con mayor riesgo de no concluir sus estudios.
Los sistemas buscan contrarrestar este fenómeno al detectar patrones y señales de alerta, así, las instituciones educativas pueden intervenir de manera anticipada y oportuna para ofrecer el apoyo necesario a quienes podrían estar en camino a abandonar la escuela.
Los programas diseñados en Argentina y Uruguay se diferencian de los métodos tradicionales, que solo analizan las causas después de que el estudiante ha abandonado sus estudios. Esta innovación permite a los educadores actuar antes de que el abandono ocurra, adaptando estrategias de retención y apoyo más efectivas.
¿Cómo frenar la deserción escolar?
La aplicación de la IA permite analizar el rendimiento académico y detectar áreas de mejora, facilitando así la tarea de los docentes para adaptar su enfoque pedagógico. Igualmente, contribuye al desarrollo de estrategias educativas personalizadas, tanto a nivel individual como grupal, potenciando la efectividad de los programas de estudio.
El procesamiento de grandes cantidades de datos educativos mediante algoritmos inteligentes brinda la posibilidad de hacer un seguimiento detallado y en tiempo real de la evolución del aprendizaje. Además, dicha innovación ayuda a orientar los recursos y esfuerzos donde más se necesitan, asegurando una mejor asignación de recursos y apoyo estudiantil.
Con el uso escalado de la IA en las instituciones educativas, se espera una transformación en la manera de entender y abordar la educación. Esto replantea la intervención educativa desde un enfoque reactivo a uno proactivo, favoreciendo la retención estudiantil y la excelencia académica.
Un fenómeno que no es exclusivo de Latam
No solamente países de América Latina tienen como desafío combatir la deserción escolar, un fenómeno que es motivado por factores interrelacionados como la pobreza, desigualdad, retraso en el aprendizaje, etc. En Wisconsin, Estados Unidos, el Sistema de alerta temprana de deserción escolar (Dropout Early Warning System) opera como un sistema predictivo para identificar a los estudiantes en riesgo de abandono escolar temprano. Esta tecnología ha probado ser especialmente útil para alumnos de minorías y aquellos con inglés como segunda lengua, este caso fue analizado en un estudio publicado como parte de un reporte del Banco de desarrollo de América Latina (CAF) sobre el uso estratégico de datos e inteligencia artificial (IA) en el sector público ExperiencIA; Datos e Inteligencia artificial en el Sector Público en América Latina,
El sistema destaca por su eficacia al analizar la trayectoria educativa de los alumnos. Utiliza procesamiento de datos para evaluar resultados académicos, identificar áreas de debilidad y proporcionar guía al personal docente en el desarrollo de estrategias personalizadas. Esto permite una adaptación en los programas de estudios tanto a nivel individual como grupal, asegurando una intervención temprana y efectiva en casos donde los estudiantes muestran signos de posibles dificultades educativas.
¿La IA en la educación funciona?
En el informe: ExperiencIA; Datos e Inteligencia artificial en el Sector Público en América Latina, se señala que este método ha mostrado resultados significativos en su aplicación, evidenciando el potencial de la IA en la educación para ofrecer un seguimiento personalizado y preventivo. La detección anticipada y las acciones subsiguientes posibilitan que los educadores se enfoquen en los sectores más necesitados con la esperanza de igualar las oportunidades educativas y reducir las tasas de deserción.
Con la implementación de estos sistemas, se espera una reducción significativa en la tasa de abandono escolar. La alianza entre la tecnología y la educación se perfila así como una solución prometedora en la lucha contra uno de los mayores obstáculos para el desarrollo y crecimiento personal de los jóvenes en la región.