El año 2024 se presenta como un periodo de cambios y desafíos significativos para la educación superior. Desde la evolución en las políticas de admisión hasta el impacto creciente de la Inteligencia Artificial, y la continua lucha contra déficits presupuestarios, las instituciones académicas enfrentan una serie de transformaciones cruciales. Un artículo de Michael T. Nietzel para la revista Forbes reveló algunas de las tendencias que moldearán el futuro inmediato de las instituciones académicas. Publicamos aquí algunos de esos aspectos que pueden tener un impacto directo en las universidades de América Latina.
Cambios en el proceso de admisión
En el panorama del 2024, las admisiones universitarias experimentarán cambios notables. Más instituciones buscarán estrategias de inscripción comprometidas con la diversidad estudiantil. En Estados Unidos, se proyecta que un número creciente de universidades abandonará la práctica de otorgar ventajas a los hijos de exalumnos. Los programas de admisión directa o garantizada ganarán terreno, ya que las universidades buscan aumentar la matrícula y llegar a estudiantes que de otra manera podrían no considerar la educación superior. También se espera la expansión de programas de preparación universitaria para persuadir a más estudiantes a inscribirse.
Estos cambios responden a un entorno educativo en constante evolución, donde la diversidad y la inclusión son aspectos fundamentales. Las instituciones se ajustan a las decisiones judiciales y a las nuevas dinámicas sociales, buscando crear entornos más accesibles e inclusivos. La ampliación de los programas de admisión directa y las estrategias de inscripción refleja respuestas concretas a los desafíos actuales y futuros en la educación superior.
Expansión de la Inteligencia Artificial
La IA se erige como un protagonista ineludible que seguirá transformando prácticamente todos los aspectos de la vida, y la educación superior no quedará exenta de su influencia. Si bien en el pasado se enfocaba en cómo las herramientas generativas de IA podían contribuir al aumento del fraude estudiantil, actualmente la atención de los profesores universitarios se dirige hacia cómo puede potenciar la enseñanza y personalizar el aprendizaje de manera más efectiva.
Los investigadores, conscientes del potencial de la IA, la incorporan cada vez más en sus investigaciones, mientras que los administradores universitarios la aplican en diversas áreas, desde el reclutamiento y admisiones hasta servicios de apoyo estudiantil, esfuerzos de retención y tecnología de la información.
El impacto se extiende a la contratación de personal docente, donde las universidades buscan profesores con experiencia en IA para competir por fondos federales en campos tan diversos como medicina, ciberseguridad, agricultura, cambio climático, salud mental, ciencias de los materiales, derecho y finanzas. Este impulso refleja la creciente importancia que se otorga a la integración de la IA en disciplinas clave.
Sin embargo, dado que el respaldo a la investigación en IA no es económico, y la expansión de sus capacidades se presenta como un desafío financiero significativo, las instituciones bien financiadas disfrutarán de una ventaja pronunciada sobre aquellas con recursos más limitados, exacerbando las disparidades en la capacidad de investigación y desarrollo tecnológico entre las universidades.
Innovaciones Curriculares
A medida que la relevancia del título universitario es cuestionada por más empleadores como requisito para empleo inicial, las universidades exploran alternativas curriculares. Un renovado interés surge en programas de grado de tres años, con el enfoque del “Intercambio Universitario en Tres”. Iniciado en 2021, ya cuenta con 17 instituciones participantes, diseñando programas específicos que pueden completarse en ese tiempo. Además, las universidades buscan enriquecer especializaciones con cursos orientados a habilidades, certificados industriales y experiencias como pasantías que reemplazan requisitos formales.
A la par, con la mejora en la percepción pública de la educación en línea, las instituciones expanden sus programas virtuales, principalmente a nivel de posgrado. Este crecimiento se centra en adultos laborales, una audiencia significativa, permitiendo a las universidades ofrecer programas que generan ingresos netos. Estos cambios reflejan una adaptación a la evolución del panorama laboral y una respuesta a la demanda de opciones educativas más flexibles y orientadas al desarrollo de habilidades.
Problemas presupuestarios
Los profundos déficits presupuestarios, persistentes desde el inicio de la pandemia, continúan afectando a numerosas universidades. A lo largo de 2023, cada semana traía noticias de instituciones que cesaban programas, despedían profesores o reducían gastos en un esfuerzo por cerrar brechas sustanciales entre ingresos y gastos.
Este año, se anticipa una repetición de este escenario, con pérdidas de matrícula, incremento en costos y descensos en los ingresos que seguirán imponiendo su carga. Las crisis financieras no discriminan; afectan tanto a colegios privados pequeños como a universidades públicas regionales y escuelas de dos años. Incluso instituciones de renombre se ven presionadas, agravadas en algunos casos por rebeliones de donantes privados, como las ocurridas a finales de 2023.
El 2024 se presenta como un año donde más universidades enfrentarán el borde financiero, conduciendo a un aumento en consolidaciones, cierres y declaraciones de necesidad financiera. Todo esto se inscribe en el marco de un desafío financiero sin precedentes, representando la prueba más seria que la educación superior ha enfrentado en décadas.