En noviembre, el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires evaluó por tercera vez a los estudiantes de tercer grado de las escuelas estatales para medir sus habilidades de fluidez y comprensión lectora. Los resultados de la evaluación mostraron que el 84% de los estudiantes finaliza el primer ciclo de primaria con un “nivel alto” de comprensión lectora, según los estándares definidos por la cartera.
La cantidad de estudiantes en el nivel más alto de comprensión aumentó en 38,7 puntos porcentuales entre la primera toma en abril (cuando eran 45,3%), y la tercera toma realizada en noviembre (84%), cuyos resultados se presentaron hoy. En el medio hubo una segunda evaluación en julio, que ya había mostrado mejoras significativas. En total, participaron del operativo unos 25 mil estudiantes.
El objetivo central del programa de Fluidez y Comprensión Lectora es que los estudiantes que terminan el primer ciclo de educación primaria desarrollen una lectura fluida y logren comprender lo que leen de manera efectiva, señaló el Ministerio de Educación de la Ciudad en un comunicado.
La iniciativa fue lanzada por la exministra Soledad Acuña y, en una de sus primeras declaraciones públicas como titular la cartera educativa porteña, Mercedes Miguel anunció que continuará priorizándola durante su gestión.
“El trabajo que estamos haciendo desde el programa de Fluidez y Comprensión Lectora es fundamental en la política pública para la mejora del aprendizaje. La fluidez lectora garantiza a los chicos poder comprender los textos que leen y esto impacta en el aprendizaje de las demás asignaturas y en cualquier otro conocimiento que ellos necesiten adquirir. Este programa va a seguir siendo una prioridad absoluta en los cuatro años de nuestra gestión”, afirmó Miguel.
La primera evaluación a los alumnos de tercer grado se llevó a cabo en abril para identificar el nivel de fluidez y comprensión lectora de cada uno. Luego, los docentes realizaron intervenciones de acompañamiento según los resultados obtenidos. En julio se implementó la segunda evaluación para medir el impacto del trabajo, y en noviembre se aplicó la tercera prueba para saber con qué nivel de fluidez y comprensión lectora están terminando el año los alumnos.
Además de la mejora en la comprensión, el operativo también mostró avances en la fluidez lectora, que los especialistas señalan como requisito para comprender textos. Siete de cada diez alumnos (71%) terminan el primer ciclo respetando los signos de puntuación al leer, mientras que una proporción similar (69,4%) lo hace con la entonación adecuada y con calidad (71,4%), es decir, captando la atención del oyente.
El programa de Fluidez y Comprensión Lectora está inspirado en un modelo de Mendoza. Según explicaron desde el Ministerio de Educación porteño, el aspecto clave de la propuesta radica en “la capacitación a docentes para una efectiva intervención”, a la vez que “se brindan materiales de soporte orientados a docentes y estudiantes para mejorar la fluidez y la comprensión lectora durante todo el año”. De esta capacitación participaron 1171 docentes de escuelas estatales, 240 de escuelas privadas y 50 referentes de apoyo a la implementación del programa en las escuelas.
Los recursos que se utilizan incluyen, por un lado, textos narrativos con consignas cerradas que los estudiantes deben leer y responder en voz baja, y por otro, textos para ser leídos en voz alta, de manera que los docentes puedan valorar la fluidez y calidad de la lectura.
L️os objetivos del programa apuntan a dar soporte a todos estudiantes en función de sus necesidades, identificar tempranamente a estudiantes con mayores necesidades de apoyo (como aquellos no alfabetizados y quienes aún se encuentran en proceso de alfabetización), y hacer un seguimiento del progreso de cada estudiante durante el año, informó el Ministerio.