La especializada en crypto Daiana Gómez Banegas y referente de “Mujeres en Bitcoin” habla en este artículo de cómo esta tecnologíava emergente puede povocar una revolución en no sólo el sistema financiero global, sino también en la forma en que cada uno de nosotros vive la soberanía digital.
La entrevista se da en el marco del curso de “Tecnologías emergentes”, del que ella es docente. “Tecnologías emergentes” es una iniciativa conjunta de Ticmas y UdeSA y está coordinado por Joan Cwaik.
—¿Blockchain es la herramienta definitiva para combatir la corrupción y cambiar nuestra manera de participación ciudadana?
—Blockchain o mejor dicho, las blockchain son herramientas tecnológicas, ni más ni menos. Son sumamente poderosas porque hasta este momento de la historia digital no contábamos con ninguna posibilidad de tener registros confiables (de cualquier tipo) que no dependieran de un tercero: el Estado, escribanos, bancos, etc. Teníamos la tecnología de internet para llegar a cualquier persona del planeta, pero no teníamos seguridad ni registro para ningún intercambio de valor. Tener registros inmutables es algo sumamente revolucionario, pero debe reflejar un cambio cultural. No sirve de nada una herramienta de transparencia sin cambios de hábitos y sociales que quieran genuinamente ser transparentes.
—¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la tecnología para llegar a la adopción masiva?
—Una enumeración rápida. Legislación: existen herramientas capaces de descentralizar y automatizar procesos y trámites de los más odiados por las sociedades, pero a los riesgos inherentes a la tecnología se suma la falta de certidumbre respecto al impacto legal, la interpretación de jueces y reguladores. Cambio de paradigma en la propia industria Blockchain: el grado de adopción de Bitcoin y crypto es menor al 5% global. Estamos en un estado de adopción similar al de internet en 2000. Todavía es necesario intercambiar entre varias apps o servicios. Faltan herramientas de interacción con el sistema financiero tradicional, y la auto custodia que supone una tecnología de soberanía son algunas de las barreras que dificultan la adopción. Pero, elementalmente falta educación. Nos sobra información pero nos faltan procesos formativos como el que propone Ticmas, acorde a los nuevos hábitos de una sociedad que quizás no tiene tiempo para ir dos horas por semana de forma física.
—¿De qué hablamos cuando hablamos de educación?
—De educación integral y consciente sobre los usos de la tecnología y el impacto cultural. Por eso son tan importantes las formaciones integrales donde podemos ver Blockchain, NFT, IA, Metaverso o el fenómeno tecnológico que sea, a la luz de una mirada didáctica e integral. No existen soluciones mágicas, hay fenómenos interconectados que deben ser analizados en función del impacto que tienen en nuestra vida cotidiana de manera integral. La educación en materia Bitcoin y Blockchain debe dejar de ser solo sobre cómo abrir billeteras y traer promesas de revolución para pasar a ser instrumento de reflexión. Desde Mujeres en Bitcoin hacemos hincapié en las asimetrías estructurales en la industria tecnológica y financiera, precisamente porque la educación debe dejar de ser un proceso unilateral donde se imparten saberes en un espacio aislado. La posibilidad de aprender de manera gradual, integral y con contenido de calidad debe dejar ser un privilegio.
—¿Cuáles son los campos en los que hoy por hoy se está aplicando esta tecnología, más allá de las finanzas?
—Hay muchos usos: desde NFT, trazabilidad de procesos industriales, Metaverso, real state, agro etc. El verdadero salto cualitativo viene a través del desarrollo de identidades digitales autosoberanas. El santo grial de internet es la identidad digital descentralizada. Es decir: tener una manera segura, confiable e inalterable de operar en el universo digital. Si bien hoy tenemos muchos sistemas de identidad digital, como nuestra cuenta de gmail, Facebook, etc., que funcionan como una suerte de pasaporte para interactuar con otras app y servicios, no tenemos ningún tipo de control sobre los datos, las políticas de uso e incluso el scoring social. Los usamos, pero no tenemos control y tampoco hay controles estatales o reguladores coordinados. Algunas blockchain como la de Bitcoin brindan la posibilidad de construir registros, inmutables, descentralizados y encriptados lo que habilita que los ciudadanos podamos ser dueños de nuestra propios datos e informacion y elegir cómo, cuándo y a quién lo compartimos. Las entidades descentralizadas no sólo son una quimera de internet, sino tambien un arma para defender nuestra privacidad en un tiempo que tiende a la sourveience estatal y privada. Los estándares de identidad SSI (Self-Sovereign Identity) tendrán gran impacto, en áreas como legaltech, metaverso, opengovernance y renta universal, por mencionar algunas
—¿Cómo ves el futuro de esta tecnología?
—Promisorio. Creo que los desafíos son muchos, pero el potencial de los seres humanos es aún mayor. Desde Mujeres en Bitcoin creemos que las transformaciones no son solo necesarias sino posibles en comunidad y con todos. La necesidad de inclusividad no es un tema solo que atañe a las mujeres en el campo tecnológico, sino a todos en lo social. La tecnología y los cambios sociales son procesos sinérgicos que deben encontrarnos a todos con igualdad de oportunidades para acceder al conocimiento y no solo ser usuarios sino protagonistas en la construcción de nuevas infraestructuras de cambio de valor.