Con un gran marco de público, el Centro Cultural de la Ciencia, en el barrio de Palermo, sirvió como espacio de reflexión para pensar cómo la ciencia y la tecnología atraviesan a la educación actual y qué podemos esperar en los próximos años. Aunque no se trata solo de esperar –tal como lo demostraron los invitados a la jornada–, sino también de pensar qué es lo que hacen los educadores, los políticos, y la sociedad para construir esa educación del futuro.
Patricio Zunini fue el encargado de entrevistar e hilar las conversaciones y reflexiones educativas entre Diego Golombek, María Cristina Kanobel, Silvana Cataldo, Federico del Carpio y Melina Masnatta. “’Transformando el presente, construyendo el futuro’: es una frase que vamos a escuchar mucho hoy. Ticmas es una compañía que se precia de ser de vanguardia, y la intención era pensar antes de que termine en el 2023 qué nos va a deparar el 2024″, destacó Zunini al dar el comienzo a la jornada.
La ciencia, esa gran aliada de los estudiantes
El Doctor en Ciencias Biológicas, divulgador científico e investigador Diego Golombek fue el primero en abrir el juego a pensar cómo la ciencia impacta en la educación.
“Yo trabajo sobre un pedacito del cerebro que se encarga de medir el tiempo. Es el reloj biológico”, explicó Golombek, y puso un ejemplo concreto sobre cómo la neurociencia puede ayudar a modificar los horarios escolares en función del bienestar de niños y niñas. Aunque aseguró que no es una tarea fácil ante los tiempos institucionalizados de la escuela,las rutinas y los trabajos del mundo adulto; pero remarcó que es el momento de realizar un debate serio sobre el tema.
También resaltó que “Hay muchísima investigación en educación, pero sospecho que mucho de eso no llega al aula”. Y volviendo al tema del reloj biológico, el autor de La ciencia de las (buenas) ideas (Siglo XXI) planteó: “Nos interesa estudiar los ritmos biológicos a través de los proxys. El uso de los celulares nos da una información muy precisa. El uso de plataformas educativas está generalmente medido en plataformas universitarias” y se mostró interesado al saber que los estudiantes suelen utilizar la plataforma educativa Ticmas durante las noches.
Golombek además destacó que durante su paso por función pública quedó pendiente la implementación de un plan nacional para la enseñanza de las ciencias y subrayó: “Hay habilidades que no estamos enseñando. El pensamiento computacional todavía no ha ingresado al currículo obligatorio y nos estamos quedando afuera (...) Lo mismo para pensamiento científico, para que los chicos y chicas piensen científicamente”.
Por otro lado, el divulgador aseguró que “La ciencia es discutir cosas, y eso no ocurre en el aula. Sería muy sano que ocurriera, porque esa forma de pensamiento te hace mejor persona, no tan prejuicioso”. Y lamentó que la matriculación en carreras científicas y escuelas técnicas esté estancada.
En cuanto a la metodología del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), Golombek destacó que “tiene que involucrar ciencia y tecnología (…) La hija dilecta de la ciencia sería la tecnología, empezar por la tecnología sería al revés”. Y agregó: “La oportunidad de enseñanza de las ciencias, incluso las ABP, está en haciéndolo al salir del aula. En las cuestiones super cotidianas es lo que funciona, lo que genera interés en los estudiantes”
Por último hizo referencia a la pandemia de COVID-19 y reflexionó: “Fue un laboratorio para muchas cosas, efectivamente veíamos a la ciencia en vivo con todas sus contradicciones (...) Fue fascinante poder contar la ciencia en tiempo real. No hemos dimensionado que somos un país que tiene vacuna propia.
Aprender haciendo: STEAM en las aulas
La Doctora en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales, especialista en Entornos virtuales de Enseñanza Aprendizaje, María Cristina Kanobel fue la segunda speaker de la jornada y desde el momento que inició su presentación fue clara: “Estoy aquí para entusiasmarlos con la educación STEAM”, dijo.
Pero no solo demostró su entusiasmo por el enfoque pedagógico STEAM —Science, Technology, Engineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)— sino puntualmente también por las matemáticas. Al igual que Golombek, Kanobel destacó cómo el método científico es más visible en los niveles iniciales educativos cuando la experimentación y la curiosidad están en auge, y cómo luego se va perdiendo en la escolarización.
“El método STEAM no solo nos permite abordar las ciencias desde las ciencias mismas”, destacó la especialista, sino que también “permite una articulación entre el pensamiento lógico, la resolución de problemas, la comunicación, la improvisación, el trabajo en equipo, la creatividad, la autonomía personal y fundamentalmente el aprender de los errores”.
Y aseguró: “Necesitamos cada vez más de la matemática, para ello es importante trabajar en proyectos STEAM. Y es muy importante la motivación, Investigué sobre la motivación intrínseca y extrínseca, la primera determina el proceso de aprendizaje”.
Por último invitó a pensar en “STEAM más H, que es el agregado de humanidades que tiene que ver con darle una mirada ética” e hizo que el público presente debatiera sobre “¿Qué cantidad de agua usamos para lavarnos los dientes?”, un juego que llevó a razonamientos que parecían disparatados, pero que cada uno contenía su posible verdad a la hora de pensar matemáticamente.
La campaña nacional de alfabetización desde adentro
El tercer participante de la Jornada de Ticmas fue Federico del Carpio, jefe de proyectos de la ONG Argentinos por la Educación que desde hace varios años trabaja en relevar datos para entender cómo se estudia y aprende en nuestro país y accionar al respecto buscando el compromiso de la sociedad y los Gobiernos. El primer tema que abordó fue la comentada campaña #NoEntiendenLoQueLeen que hace referencia a un estudio regional publicado en 2019 que indica que en nuestro país “uno de cada dos estudiantes de tercer grado no comprende lo que lee”
Del Carpio planteó que la campaña: “Tuvo tres grandes momentos, uno fue el lanzamiento que tuvo un gran impacto. Después, parte de esta campaña fue la búsqueda de compromisos políticos. Logramos que los precandidatos a presidentes con mayor cantidad de votos se comprometieran a firmar el proyecto. Y en tercer lugar estamos recorriendo todo el país para que esta campaña sea federal. Ya hemos logramos que nueve provincias firmen”
El Jefe de Proyectos de la ONG explicó que los datos del Observatorio son más bien de diagnóstico y análisis: “Producimos informes sobre distintos datos de la educación argentina. En general, no producimos datos propios sino que procesamos datos de información pública”
A la hora de reflexionar sobre cuál es el mejor método para enseñar la lectura si se apunta a lo fónico o a lo holístico, del Carpio fue sincero: “El mejor método es el que funciona” y aseguró que ahora se viene la parte más difícil para replantear la alfabetización inicial y es que “se cumplan los compromisos políticos”
Leer para ser feliz
“La lectura no debe ser obligatoria”, solía decir Jorge Luis Borges para pensar al leer como un acto de felicidad ¿Por qué ponerle una carga negativa al placer de atravesar historias? La líder del programa Ticmas Lee y especialista en Innovación educativa, Silvana Cataldo reflexionó a partir de su propia experiencia de nfancia como lectora voraz de la colección de libros Robin Hood, sobre cómo motivar la lectura en el día de hoy.
Y destacó que el desafío que encuentran hoy los educadores es el de comprender que en esta era digital, “el concepto de felicidad que manejan los adolescentes es el de mostrar en las redes lo que están haciendo. Necesitan contárselo a otros para obtener felicidad”. Se trata de una felicidad para afuera y no para adentro con sus ideas, pensamientos y emociones. Esa felicidad para adentro, explicó Cataldo es la que “antes de exteriorizarla, necesito sentirla” y es la que justamente permite el desarrollo de un mundo interior con habilidades clave como “empatía, pensamiento crítico, creatividad, interculturalidad, pensamientos lógicos, competencias comunicativas”
Ticmas, dijo Cataldo, busca “abrir la puerta a un mundo lector que esté conectado con una multiplicidad, un laberinto borgeano de posibilidades”. Con ese espíritu nace Ticmas Lee, un programa compuesto por distintos módulos, que tiene al estudiante como protagonista. Una experiencia muy interesante que ocurrió en la pasada Feria del Libro de Buenos Aires fue cuando los chicos jugaron a ser Youtubers por primera vez y leyeron en un estudio para que otros los escucharan.
Por último la especialista destacó que el desarrollo de plataformas como Ticmas permite que los docentes accedan a métricas como las de conocer “la fluidez de lectura en un sentido amplio, la velocidad de lectura, los errores que puedan cometer. Reconocimiento de vocabulario. Hay información muy valiosa para entender cómo el estudiante pensó ese texto y ayudarlo en caso de ser necesario”
La nueva educación: Cómo la inteligencia artificial transforma la escuela
El cierre de la jornada fue una entrevista con Melina Masnatta, la referente indiscutile de la Educación en América Latina, quien comenzó con un agradecimiento al público por “la valentía de desafiarse a esta altura del año para pensar en la educación”.
A un año exacto del lanzamiento del ChatGPT –el chatbot de inteligencia artificial que vino a sacudir todos los sectores y especialmente a la educación– Masnatta reflexionó sobre la necesidad de regulaciones más claras sobre las compañías de tecnología en especial en lo que hace al aprendizaje y la enseñanza.
Acerca de las miradas más apocalípticas sobre cómo la inteligencia artificial puede reemplazar a los educadores, Masnatta señaló que una primera pregunta para hacerse es la de si una tecnología fue creada para la educación.
“Reeducar es más difícil que educar. La tecnología hecha con un fin educativo es distinta”, planteó la especialista y subrayó: “Hoy tenemos la aceleración del tiempo y de pensar todo el tiempo si esto fue creado con el propósito educativo”
Con un mensaje honesto y esperanzador, Masnatta aseguró: “Tenemos que volver a empoderarnos las personas que educamos” y habló de la presión histórica que suelen tener quienes enseñan en estar actualizados y atravesados por los cambios que se dan en el mundo.
Y destacó que no debemos olvidar la mediación en el desarrollo de nuevas tecnologías: “Todos estos son modelos predictivos, hay que preguntarse cuánto hay después de posibilidad de que las personas tengamos capacidad de decisión” Y alertó que el uso tecnológico, como el caso del ChatGPT, “Nos empieza a generar tanta fluidez en la conversación que empezamos a pensar que es nuestro propio pensamiento y ese es un riesgo de manipulación”
“Las personas que nos dedicamos a educar tenemos algo espectacular: sabemos marcar los tiempos y sabemos de la mediación. Casi que me vuelvo a la imagen de los filósofos que hablaban a las personas y vamos a volver a ese privilegio del encuentro entre las personas”, celebró la referente. Y reflexionó: Pensar diferente, pensar lento es algo que va a poner al educador nuevamente en el centro. El encuentro humano se va a volver especial, caro”
Por último, destacó: “Creo que los educadores somos el medio, con una mirada esperanzadora, pero sin humo. Porque sabemos hacer esto, porque el mundo llegó hasta acá, porque incluso las personas que hoy hacen tecnología son a las que les estuvimos enseñando”.
Se trata de “la ética y la responsabilidad de la educación. Estamos entrenados para tener responsabilidad sobre lo que hacemos y sabemos que eso va a tener un impacto. Hay muy pocos oficios que hacen eso”