Tradicionalmente, los programas académicos son la principal vía de preparación para el mundo laboral. Sin embargo, debido a la prolongación de las carreras profesionales y el rápido avance científico, los títulos académicos por sí solos ya no son suficientes. En promedio, las nuevas generaciones cambian tres veces de empleo en los primeros 5 años de su carrera.
Una encuesta realizada por Wiley reveló una brecha significativa entre las habilidades de los empleados y las competencias requeridas para el éxito, lo que lleva a la necesidad de adquirir competencias complementarias mediante upskilling (la actualización de las ya alcanzadas) y reskilling (el apredizaje de nuevas competencias).
Estas nuevas competencias podrían obtenerse a través de una maestría y otros estudios complementarios, pero es más común adquirilas por fuera del ámbito académico, ya sea a través de cursos de formación continua —que son breves y están enfocados a lo que se necesita en el momento— o a través de la propia experiencia laboral. El reconocimiento que se otorga por los logros de aprendizaje obtenidos por medios no académicos se llama “credenciales alternativas”.
En un webinar que se realizó por Facebook, Jorge Limón Robles, director de Soluciones, Talento y Experiencia de la Vicerrectoría de Educación Continua del Tec de Monterrey, habló sobre la evolución de las credenciales académicas y la creciente importancia de las credenciales alternativas en el mundo laboral actual. Si bien estas últimas no siempre están reguladas por las autoridades educativas, han conseguido interesar a las empresas al demostrar habilidades y competencias que van más allá de la educación formal. Algunas de las compañías que valoran estas credenciales son Google, Apple, IBM, Bank of America, Tesla.
Existen cinco tipos de credenciales y cada una proporcionando un nivel diferente de validación de las habilidades adquiridas:
1. Evidencia de proceso: Se refiere a un curso sin una evaluación formal, por lo que avala el proceso de aprendizaje pero no el dominio del tema. Según las estadísticas, solo el 15% logra dominar lo aprendido en este nivel.
2. Evidencia de conocimiento: En este caso, la persona debe aprobar un examen que demuestre su comprensión y capacidad para articular las respuestas, aunque no necesariamente se le enseñe a aplicar esos conocimientos en la vida real.
3. Evidencia de competencia: El estudiante puede demostrar que ha adquirido la competencia a través de ejercicios académicos.
4. Evidencia de competencia en el trabajo: Aquí se muestra la capacidad para aplicar los conocimientos en el contexto laboral propio. Como se aplica en la propia empresa, hay una alta probabilidad de que el individuo continúe haciéndolo.
5. Evidencia de resultado de valor: Evidencia de resultado de valor: Esta credencial se otorga no por haber adquirir la habilidad, sino por haber logrado generar un resultado de valor con ella. Demuestra que fue capaz de aplicar un resultado valioso para la empresa.
En cuanto a los programas de Educación Continua en el Tec, a partir de 2024 se clasificarán en dos tipos: programas de dominio opcional, donde el participante decide qué conocimientos y competencias abordar sin una evaluación final obligatoria; y programas con evidencia de dominio, donde se debe demostrar el dominio de los conocimientos y la capacidad para aplicarlos con éxito en situaciones reales para aprobar el programa.
Son los programas con evidencia de dominio los que otorgan credenciales alternativas, que se dividen en cuatro niveles: bronce, plata, oro y diamante, según el impacto que tengan y el cambio de conducta que generen. Para obtenerlas, se requiere que los participantes apliquen los conocimientos en situaciones reales. Dependiendo del alcance y la carga horaria, se dividen en: Microcertificados de nivel bronce (con una duración de 20 a 49 horas, que reconocen el dominio de una competencia específica); Certificados de competencias de nivel plata (con una duración de 50 a 95 horas, que reconocen el dominio de varias competencias sobre una función específica) y Certificados de competencias de nivel oro (con 96 o más horas de duración, que reconocen varias competencias relevantes para un perfil profesional). Cabe señalar destacar que este último se puede obtener mediante la acumulación de microcertificados.
Además, el Tec permite acreditar hasta cuatro credenciales alternativas en sus programas de posgrado, siempre y cuando estas tengan una evaluación, duren al menos 135 horas y su contenido sea equivalente al de la materia que se desea acreditar.