“La escuela no es un negocio”: referentes políticos debatieron sobre educación, con una ausencia clave

Jaime Perczyk (Unión por la Patria), Fabio Quetglas (JxC), Walter Grahovac (Hacemos por Nuestro País) y Romina del Plá (FIT) discutieron sobre los desafíos educativos de la próxima gestión presidencial. Faltó Sandra Pettovello, eventual ministra de Capital Humano de Milei

De izquierda a derecha: la moderadora Gabriela Agosto y Walter Grahovac, Jaime Perczyk, Fabio Quetglas y Romina del Plá.

Referentes educativos de cuatro de los cinco espacios políticos que competirán este domingo en las elecciones debatieron sobre propuestas para mejorar la educación en Argentina. La cita fue en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en la ciudad de Buenos Aires, y reunió a Jaime Perczyk (Unión por la Patria), Fabio Quetglas (Juntos por el Cambio), Walter Grahovac (Hacemos por Nuestro País) y Romina del Plá (Frente de Izquierda y los Trabajadores). La gran ausente fue Sandra Pettovello (La Libertad Avanza), eventual ministra de Capital Humano en un gobierno de Javier Milei: justificó su inasistencia por “reposo médico” tras un incidente “al bajar de un escenario”.

A pesar de las diferencias significativas entre los cuatro participantes del debate, todos coincidieron en subrayar el valor de la educación pública y en afirmar que la escuela no puede ser reducida a la lógica de mercado, dos puntos de disidencia con respecto a las ideas que han expresado los referentes libertarios. Fue el tercer debate sobre los desafíos educativos de la próxima gestión: antes hubo uno en el Malba (sin participación de la izquierda ni los libertarios) y otro en la Universidad Torcuato Di Tella (en el que solo participaron las tres fuerzas más votadas, y donde Martín Krause representó a La Libertad Avanza).

“El nuestro no es un modelo economicista, sino que pone a la persona en el centro”, afirmó Jaime Perczyk, ministro de Educación de la Nación. Y continuó: “En los debates presidenciales escuchamos hablar de la motosierra, de que la escuela donde no cierre el negocio debe ser cerrada. En las escuelas rurales no hay negocio. En la provincia de Buenos Aires, son el 25% de las escuelas. Un tiempo atrás pensábamos que íbamos a llegar a esta elección debatiendo cómo hacemos para financiar la educación para mejorarla. Sin embargo, estamos discutiendo cómo deshacemos: volver a la primaria no obligatoria como en el siglo XIX, a la universidad arancelada como en la dictadura”.

La novedad es el retroceso: el hachazo y la motosierra, la vuelta al ajuste. Volvemos a discutir cuestiones que creíamos saldadas en Argentina, como la obligatoriedad o la privatización del sistema educativo”, dijo el ministro. Y rechazó la idea de que “la mejor manera de garantizar calidad sea que las escuelas compitan entre sí”. En cambio, defendió el proyecto de Ley de Financiamiento Educativo, que prevé elevar la inversión al 8% del PBI, reivindicó la distribución de libros en las escuelas en el marco del programa Libros para Aprender, la ampliación de las becas Progresar y la extensión de la jornada en primaria. También propuso avanzar en la construcción de jardines de infantes.

El sistema educativo ha subdiagnosticado lo que está pasando. Esto alienta las disrupciones. Debemos reconstruir el prestigio y la jerarquía de la escuela: por eso impulsamos la esencialidad de la educación”, señaló Fabio Quetglas, diputado nacional de Juntos por el Cambio. “Argentina necesita reconstruir su rutina educativa. La escuela debe volver a oponerse a la resignación”, agregó. Entre las prioridades, también mencionó la alfabetización “en tiempo oportuno”, y señaló que, si no se logra ese objetivo básico, “es como sacar del Jenga el ladrillito que destartala toda la torre”.

Para mejorar el sistema educativo, hay que quererlo”, definió Quetglas. “No somos solo un mercado: somos un país. Hay ámbitos de la vida social que están por fuera de la idea de mercado: la salud, la educación, la seguridad pública. Ahí se juega la calidad de vida de una sociedad”, planteó Quetglas.

El referente de Juntos por el Cambio, especialista en desarrollo local, pidió salir de los binarismos y las simplificaciones ideológicas: “Defender los bienes públicos no es estar en contra del mercado, y defender el mercado no es estar en contra de los bienes públicos”. También resaltó que “en educación tenemos que colaborar más que competir”.

A partir de su experiencia de 16 años como ministro de Educación de Córdoba, Walter Grahovac analizó la relación entre la Nación y los gobiernos provinciales y señaló: “Creemos en la igualdad, pero tenemos que cambiar los incentivos. Debe haber incentivos adecuados, con apoyo económico a las provincias que hacen bien las cosas, en vez de transferirles fondos a las que no hacen nada porque saben que los reciben igual”.

Grahovac propuso una “revisión de la formación docente inicial”, con una mayor articulación “entre el sistema formador de las provincias y las universidades nacionales”, y reclamó la obligatoriedad de la sala de 3 años. También propuso una renovación de los diseños curriculares, la priorización de la alfabetización, y pidió “reformular la escuela secundaria, manteniendo elementos comunes que hacen a la Nación, pero reconociendo también las particularidades y las experiencias valiosas de provincias que han implementado cambios, como Río Negro o Tucumán”.

Por su parte, Romina del Plá empezó su exposición denunciando que “la educación pública ha sido vaciada sistemáticamente durante los últimos 40 años” y citó un informe de Argentinos por la Educación que estimó que, por el incumplimiento de las metas de financiamiento, el Estado acumuló una deuda de 26 mil millones de dólares con el sistema educativo. “Es la mitad de la deuda que contrajo el gobierno de Macri con el Fondo Monetario Internacional”, dijo Del Plá, quien se mostró muy crítica de la “acumulación de programas precarios y la desformalización progresiva del sistema educativo”.

La motosierra de Milei no sale de la nada: surge de la percepción que tiene la comunidad del vaciamiento de la educación”, señaló Del Plá. Diputada nacional y docente de escuelas de La Matanza, la referente del FIT sostuvo que “no se puede cargar sobre los docentes la responsabilidad del fracaso de las políticas educativas”, advirtió que los salarios docentes están por debajo de la línea de pobreza y rechazó las propuestas de otros espacios políticos, como declarar la esencialidad de la educación (mencionada por Quetglas) o reconocer el presentismo (impulsada desde Unión por la Patria). En cambio, propuso la “nacionalización del sistema educativo”.

Educación y trabajo, entre las prioridades urgentes

El encuentro fue organizado por la OEI junto con el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO Argentina), y fue moderado por Gabriela Agosto, directora del Centro de Liderazgo y Prospectiva de la Universidad del Salvador. Tuvo un primer bloque enfocado en exposiciones generales sobre educación, luego uno dedicado a calidad e inclusión educativa y otro sobre educación y trabajo.

Sobre este último punto, Del Plá cuestionó la “visión mercantilizante” que piensa la articulación entre educación y trabajo como “los pibes haciendo reposición en los supermercados, como en la Secundaria del Futuro de CABA”. Del Plá aseguró que la izquierda no se opone a la vinculación entre educación y trabajo: “Nosotros queremos una formación integral para la juventud. El problema no es que los jóvenes no tienen trabajo porque les falta educación, es al revés: hay un proceso de precarización laboral y los jóvenes están sobrecapacitados para los trabajos disponibles. Hoy el mercado quiere mano de obra barata”.

En este bloque, Perczyk destacó que “Argentina duplicó la matrícula de las escuelas técnicas, creando escuelas y equipándolas, actualizando planes de estudio. Pasamos de 350.000 a 700.000 estudiantes. Esto lo hizo el Estado, no la motosierra”. A futuro, planteó: “Tenemos que duplicar esa cifra y llegar al 33% de la matrícula de secundaria; hoy es el 17%. El 35% de la matrícula en las escuelas técnicas son mujeres; antes eran el 8%. Queremos que aumente la matrícula y avance la igualdad de género en las escuelas técnicas”.

Quetglas prefirió hablar de “educación y desarrollo”, antes que “educación y trabajo”. Y señaló: “El sistema educativo forma para el sistema productivo de hoy, pero ese sistema habrá cambiado dentro de 12 o 15 años: enseguida la foto queda vieja. El futuro no es solo la proyección del presente, porque la innovación es disruptiva. Tenemos que preparar a los jóvenes para la incertidumbre y la innovación: saber hacer, saber emprender. La escuela es el lugar donde construimos el desarrollo de la Nación”.

Grahovac, en tanto, pidió revisar la formación superior y avanzar hacia un sistema de reconocimiento de créditos, que certifique las competencias laborales que van adquiriendo los estudiantes en su paso por el sistema educativo.

En el cierre del debate, todos los participantes hicieron alguna mención directa o indirecta a la necesidad de defender la educación pública. Del Plá reclamó el “reconocimiento salarial a los docentes para que puedan trabajar un solo cargo” y defendió “la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral”.

En tanto, Perczyk pidió un “gobierno de unidad nacional” para “cuidar lo que tenemos e ir por más”. También advirtió que lo que pase con el sistema educativo afecta a un tercio de los argentinos: entre estudiantes y docentes, los distintos niveles educativos nuclean a 17 millones de personas.

Al final, Quetglas señaló: “Sin una visión, la educación argentina va a deambular de crisis en crisis. Necesitamos posicionarla en un lugar central en la política pública. No se trata solo de un cambio de instrumentos, de inversión o de retórica. Nos falta un relato educativo que tenga un sentido contemporáneo”. Y señaló que es fundamental “defender el sentido público de la educación y el desarrollo”.

Por su parte, Grahovac planteó: “Hay coincidencias y diferencias significativas entre nosotros. La pregunta es en qué nos vamos a entretener: ¿en poner el hombro a partir de las coincidencias, o en las diferencias para ver quién tiene razón? En este momento hace falta generosidad de todos los actores. No vamos a mejorar la educación a partir de la confrontación”.