La necesidad de construir acuerdos de largo plazo, la centralidad de las provincias en la gestión de la educación obligatoria y la urgencia de impulsar una transformación pedagógica que garantice los aprendizajes básicos para todos fueron algunos de los principales puntos de consenso entre los participantes de la Noche de la Educación, un evento que reunió el martes en el Malba a unos 250 referentes de distintos sectores políticos, empresarios y líderes de la sociedad civil.
Organizado por Argentinos por la Educación, el encuentro giró en torno a los desafíos prioritarios de la agenda educativa, con foco particular en la situación de la alfabetización. El plato principal fue la participación de cuatro gobernadores electos, junto con un Sarmiento recreado por medio de inteligencia artificial.
La apertura del encuentro estuvo a cargo de Ricardo Torres, presidente de Argentinos por la Educación, quien destacó: “En educación hay menos diferencias que cosas que nos unen. Queremos generar el clima que permita a quienes tienen el poder político poder hacer los cambios necesarios. No todo está mal en el sistema educativo. Los chicos están en el aula, las familias valoran la escuela: tenemos que trabajar a partir de eso”.
Torres resaltó que este año antes de las PASO los principales candidatos presidenciales –Sergio Massa, Patricia Bullrich, Javier Milei y Juan Schiaretti, además de Horacio Rodríguez Larreta y Juan Grabois– firmaron un “compromiso por la alfabetización”, impulsado por Argentinos por la Educación junto más de 130 organizaciones de la sociedad civil, instituciones y académicos. “Todos se comprometieron a tener un plan, asignarle recursos y medir sus resultados: es algo histórico”, explicó Torres. Y agregó que 10 gobernadores ya se sumaron también al compromiso: el objetivo de la Campaña Nacional por la Alfabetización es lograr la adhesión de las 24 jurisdicciones.
Pobreza de aprendizaje y sistemas de información
Luego, la animadora del evento, la actriz y presentadora Laura Fernández, convocó al escenario a Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina del Banco Mundial y exministro de Educación de Perú –uno de los países latinoamericanos que, a contramano de Argentina, vienen mejorando en las evaluaciones regionales–. Saavedra alertó sobre la “crisis de aprendizajes que se ha ido cultivando en América Latina en las últimas décadas” y señaló que, “aunque los niños están en la escuela, los aprendizajes caen”. Según estimaciones del Banco Mundial, tras la pandemia la “pobreza de aprendizaje” – el porcentaje de niños que a los 10 años no pueden comprender un texto simple– alcanza al 79% de los chicos latinoamericanos.
El siguiente expositor fue el uruguayo Pablo Bartol, gerente de Desarrollo Social del CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. Bartol habló sobre la importancia de los sistemas de información para la mejora de la educación, pero subrayó que contar con información no implica armar rankings: “Los rankings pueden estar bien en el mundo del deporte o las empresas, pero en la educación no. Quizá, para quienes están en la mitad superior de la tabla, un ranking puede servir para generar un esfuerzo adicional. Pero de la mitad para abajo, el ranking solo genera desánimo: los chicos se desenganchan de la escuela”.
Bartol planteó que “en Argentina todavía los sistemas de información no son robustos”, y que contar con datos nominalizados –que sigan la trayectoria individual de cada estudiante durante toda su escolaridad– permitiría, entre otras cosas, poder hacer un uso más eficiente de los recursos: “No podemos invertir lo mismo en todos: tiene que haber una inversión diferencial en los chicos a los que les va mal. El último de la fila es el que más nos importa, no podemos dejar que se quede atrás”.
Sarmiento “revivido” por IA y el debate entre gobernadores
La gran sorpresa de la noche fue la irrupción, en la pantalla gigante del auditorio del Malba, de un Domingo Faustino Sarmiento recreado por medio de inteligencia artificial. Según explicaron los organizadores, la figura de Sarmiento fue generada digitalmente en el laboratorio GoLab del grupo Octubre, en asociación con Metabrain.com.
“Gracias a mi trabajo, la escuela pública argentina maravilló al mundo”, señaló el Sarmiento virtual, y recordó que, cuando él impulsó el primer censo nacional en 1869, más del 70% de la población era analfabeta. “La demanda en educación está en razón inversa a su necesidad. Sin educación, la democracia es una superchería. El pueblo, el Estado, la nación: todo está escrito en los humildes bancos de escuela”, dijo Sarmiento con expresión severa.
Por último, llegó el turno del diálogo entre cuatro gobernadores electos: Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Martín Llaryora (Córdoba), Claudio Poggi (San Luis) y Alberto Weretilneck (Río Negro). La moderación estuvo a cargo de la periodista Mai Pistiner.
“Pretender seguir educando con un sistema de hace 40 años es algo que tenemos que discutir en la era digital. No es un problema de presupuesto, puede ser un problema de eficiencia del gasto. La pregunta es: ¿vamos a seguir enseñando con la tiza y el pizarrón?”, planteó Weretilneck, quien recordó sus años como alumno de una escuela de frontera en El Bolsón.
“Nadie gana una elección por un tema educativo, no está en agenda. No es solo el componente salarial o la infraestructura el determinante de la calidad educativa. Nosotros estamos proponiendo una transformación educativa que empiece por el nivel inicial: queremos incorporar el pensamiento computacional desde el jardín de infantes, garantizando la cobertura universal en sala de 3. Queremos poner a los intendentes a trabajar en la prevención de la deserción y el seguimiento de las trayectorias educativas”, explicó Llaryora.
Frente a la pregunta por la propuesta de los vouchers lanzada por La Libertad Avanza, Poggi respondió: “La educación es federal, está en cabeza de las provincias. Hay un Consejo Federal. El Gobierno nacional puede fijar grandes lineamientos, corregir asimetrías, ayudar a medir, pero somos las provincias las que tenemos la competencia educativa de los niveles obligatorios. La educación es la madre de las políticas públicas”.
Weretilneck sí señaló que “en este marco de pobreza, hay que volver a discutir de qué manera focalizamos la inversión en las familias”. Y mencionó el caso de la Asignación Universal por Hijo, que tiene como requisito la escolarización. “Hay que plantearse cómo lograr que la familia retome el acompañamiento a la escuela”, agregó.
La educación como proyecto nacional
Por su parte, Melella relativizó la contraposición entre la función educativa y la asistencial de la escuela: “Reivindico el rol social de la escuela. Si no tuviéramos a los pibes en las aulas, no podríamos discutir la calidad educativa: la escuela no puede ser solamente un comedor, pero no es menor que los chicos vayan. El Estado tiene que generar igualdad de oportunidades. Que el chico vaya a la escuela a comer es una oportunidad para darle un mejor futuro. Ahora es el momento de discutir qué enseñamos y para qué”.
Llaryora resaltó la experiencia de las Escuelas PROA en Córdoba y afirmó: “Tenemos que generar un cambio urgente y masivo en la pedagogía. Hay un sistema que está cómodo, aunque sabe que está atrasado. Tenemos que salir de la zona de confort en un tema que nadie demanda, pero que es fundamental para el futuro”.
“La educación tiene que ser una política pública y nos tiene que unir. No creo en las grietas. Es la columna vertebral de un proyecto de país que se traslada a los proyectos de provincia. Si queremos salir adelante como país, tenemos que apostar a la educación y garantizar la calidad educativa para transformar las vidas de los pibes”, concluyó Melella, quien valoró la presentación –más temprano el martes– del nuevo proyecto de Ley de Financiamiento Educativo.
Weretilneck también hizo foco en la necesidad de construir acuerdos amplios y de largo plazo: “La educación hace a la Nación. No podemos tener 24 políticas educativas distintas. La gestión educativa es provincial pero hay un marco nacional que tenemos que sostener. Nos debemos un debate profundo sobre cuál es el destino educativo de Argentina. El problema de nuestro país es una falta absoluta de consenso de toda la dirigencia: política, empresarial, religiosa. Quizá la educación pueda ser el punto donde logremos el consenso que no logramos en otras áreas”.
En el cierre del evento, el director ejecutivo de Argentinos por la Educación, Ignacio Ibarzábal, planteó una invitación a todos los presentes: “Estamos dando pasos para mejorar la educación: hay que redoblar estos esfuerzos. Invitamos a todos a seguir trabajando en conjunto, de manera inteligente, amplia y generosa”.