Más de 500 personas, entre estudiantes, educadores e investigadores provenientes de 20 países, además de Argentina, se reunieron durante dos días en la ciudad de Buenos Aires para compartir experiencias de aprendizaje-servicio solidario y debatir sobre esta pedagogía y sus alcances. Lo hicieron en el marco del 26º Seminario Internacional de Aprendizaje y Servicio Solidario que se llevó a cabo en el auditorio San Agustín de la Universidad Católica Argentina.
Este año, el Seminario tuvo como eje los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en 2015. A través de un conversatorio y espacios dedicados a cada uno de los objetivos, cada participante pudo profundizar en su importancia e intercambiar experiencias con colegas de diferentes regiones del mundo.
“La Unesco dice que los ODS pueden ser casi como el currículum de la educación del futuro. Esto que la Unesco planteó como un objetivo a futuro, la verdad es que nosotros ya lo estamos haciendo con el aprendizaje-servicio solidario. Detrás de cada uno de esos objetivos, hay experiencias concretas de aprendizaje y servicio”, dijo Nieves Tapia, fundadora y directora del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS), la organización que impulsa el Seminario.
El vicerrector de Integración de la Universidad Católica Argentina, Gustavo Boquin, resaltó: “El primer ODS es el fin de la pobreza. Tenemos que cambiar esta situación a través de la educación. ¿Para qué? Para que trabajando por las nuevas generaciones y con ellos, no sin ellos, haciéndolos partícipes de este proceso, nosotros tengamos una educación más abierta, más amplia. Salir del caso imaginario para ir al caso real. Salir de que todo me cierra en el pizarrón o en el Excel para ir a las dificultades verdaderas que me plantea la realidad”.
Te puede interesar: Alejandro Piscitelli: “Necesitamos una tercera cultura, más allá de la grieta entre ciencia y humanidades”
La propuesta pedagógica del aprendizaje-servicio solidario puede sintetizarse con una frase que suele citar Tapia: “Hace falta saber más para cambiar el mundo que para aprobar un examen”. La clave, como en otras nuevas pedagogías, es aprender haciendo. Pero se trata de hacer para y con los otros: comprometer a los estudiantes con la transformación de la realidad que los rodea. Los proyectos pueden ser de lo más diversos: una huerta, una campaña de prevención de enfermedades, el desarrollo de materiales para personas con discapacidad o la alfabetización tecnológica de adultos mayores son algunos ejemplos.
“El objetivo es generar agentes de cambio para que los estudiantes conozcan la realidad y puedan cambiarla. Sabemos que tenemos que ayudarlos a que tengan una mirada crítica sobre la realidad, para que no se basen simplemente en lo que escuchan por otros sino que experimenten esa realidad y desde ahí puedan, ellos mismos, diseñar propuestas de acción concretas. Lo que no practiquen ahora, en un contexto educativo, va a ser muy difícil que lo pongan en práctica más adelante, cuando sean ellos los que tomen las decisiones. Qué mejor, entonces, que ayudarlos ahora”, sintetizó María Rosa Tapia Sasot, quien coordina en CLAYSS el programa que promueve el aprendizaje-servicio en la educación superior, en un diálogo reciente con Infobae.
El Seminario Internacional contó con la presencia de personas que trabajan en proyectos de aprendizaje-servicio solidario a lo largo de los cinco continentes. Ellos compartieron sus experiencias a través de paneles y talleres para enriquecer el intercambio, inspirar a otros y generar nuevas perspectivas de abordaje a la temática. Entre los más destacados estuvieron Andrew Furco (Universidad de Minnesota, EE.UU.), Beatrix Bowman (North West University, Sudáfrica), Jimi Caldea (Universidad de La Salle, Manila, Filipinas) y Olha Matiychuk (Universidad Católica de Ucrania), entre otros.
La propuesta incluyó una visita a la Fundación Margarita Barrientos en Villa Soldati, en la que participaron estudiantes, docentes e investigadores de universidades de países miembros de la red global Uniservitate. Durante un encuentro en el edificio que fuera el hogar de Margarita Barrientos, donde hoy funciona un comedor y un jardín de infantes, en el barrio de Los Piletones, la delegación internacional pudo conocer un proyecto de aprendizaje-servicio solidario de prevención de enfermedades y atención de mascotas que la Universidad de Buenos Aires lleva adelante allí desde 2006, con la dirección de Marcela Martínez Vivot.
CLAYSS organiza cada año este seminario internacional con el objetivo principal de sostener un espacio de capacitación y actualización en la pedagogía del aprendizaje-servicio solidario. Al finalizar el encuentro, Nieves Tapia resaltó: “Estamos entrando en una segunda o tercera generación de aprendizaje-servicio solidario. Los que antes fueron nuestros alumnos ahora son nuestros docentes. Y están, a su vez, formando nuevas camadas de estudiantes que esperamos sean multiplicadoras”.
Seguir leyendo: