Unos 6,5 millones de estudiantes retoman las clases hoy en el país, tras el fin del receso escolar en CABA, provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En total, suman alrededor del 61% de la matrícula de nivel inicial, primaria y secundaria de la Argentina. Otras 15 provincias ya regresaron a clases la semana pasada.
¿Qué retos se plantean en la escuela en esta segunda etapa del año? Infobae consultó a 5 directores de escuelas estatales y privadas de distintas jurisdicciones para saber cómo anticipan el segundo semestre en sus instituciones. La evaluación y ajuste de las planificaciones, el trabajo sobre la convivencia y las habilidades sociales, el acompañamiento de los estudiantes más rezagados son los desafíos que se repiten en los testimonios de estos directivos.
Ellos son Fernando Balbi, de la Escuela Secundaria Presidente Domingo F. Sarmiento (Junín, provincia de Buenos Aires); Cynthia Cordi, de la Escuela Julio Verne (Ushuaia, Tierra del Fuego); Alberto De Luca, de la Escuela Philips (Colegiales, CABA); Magdalena Scott, del Colegio Oakhill (Pilar, PBA); y Silvia Vilches, de la Escuela La Banderita (Villa Devoto, CABA). Aunque sus realidades son diversas, tienen retos y objetivos en común.
Fernando Balbi: ajustar la planificación e intensificar aprendizajes
Fernando Balbi es el coordinador académico la Escuela Secundaria Presidente Domingo F. Sarmiento de Junín, dependiente de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA). La escuela tiene apenas 6 años; este año despedirá a su primera promoción con el orgullo de haber quedado nominada en el top 10 de los World’s Best School Prizes 2023 en la categoría de Acción Ambiental.
Esta segunda parte del año requerirá volver sobre lo planificado en la primera parte para hacer los ajustes necesarios, anticipa Fernando: “Hemos trabajado con el equipo docente en diagnosticar el estado de avance de las líneas de trabajo planteadas en el inicio del año, y las vamos a reformular atendiendo al necesario ajuste que requiere toda planificación a medida que se va desarrollando”.
Mientras el cierre del ciclo lectivo asoma a lo lejos en el horizonte, esta también es una etapa para acompañar de cerca a los estudiantes que más lo necesitan: “Vamos a priorizar las trayectorias de nuestros alumnos con propuestas de intensificación de la enseñanza en algunas áreas a través de espacios de tutorías y la atención específica a los requerimientos de cada joven”, cuenta Fernando. También resalta que harán foco en la convivencia escolar y que avanzarán en “experiencias de articulación con la formación universitaria, especialmente para nuestros alumnos del último año, que son los primeros egresados”.
En cuanto a los desafíos de esta segunda etapa del año, Fernando plantea que tienen que ver con sostener la escolaridad de los alumnos y la dinámica de la enseñanza: “El receso es un momento que nos permite repensar lo que estamos haciendo, volver a lo esencial, que es la enseñanza por sobre el emergente, y a partir de ahí contribuir a esa tarea que tiene la escuela de alojar a sus alumnos”.
Cynthia Cordi: foco en la convivencia en la escuela y en las redes
Cynthia Cordi es directora de la Escuela Julio Verne en Ushuaia, Tierra del Fuego, donde también se retoma hoy el ciclo lectivo. De cara a la segunda parte del año, Cynthia explica: “El objetivo general del ciclo fue recuperar plenamente el nivel académico pre 2020, con el acompañamiento pedagógico y afectivo necesario. Hemos observado una creciente demanda de asistencia psicológica en adolescentes, por lo que trabajamos los contenidos con plena conciencia de la necesidad de estrategias cuidadas”.
Como la mayoría de los directores consultados, Cynthia menciona la preocupación por la convivencia –en la escuela y en las redes– como una cuestión central para seguir trabajando: “Estamos reforzando el trabajo sobre convivencia dentro de la escuela, que se ve afectada por las redes sociales, en especial en el nivel secundario, y sobre el uso que hacen de ellas tanto las familias como nuestros niños, niñas y adolescentes”.
“Queremos despertar conciencia de las consecuencias vinculares y de seguridad que encierra su mal uso y vamos a retomar este trabajo con toda nuestra comunidad”, agrega.
El ritmo de trabajo adquiere una intensidad particular en los meses que vienen. Cynthia resume: “Siempre hay varios proyectos académicos y recreativos de acá a fin de año, y esto implica mucho trabajo y una cuidada planificación, pero también encierra el disfrute de los logros alcanzados. El desafío es hacer todo lo que queremos con mucha calma, y llegar al cierre con todos nuestros alumnos en el mejor nivel posible para cada uno. Y con todos nuestros docentes felices con su trabajo”.
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Alberto De Luca: evaluar lo hecho para reconfigurar los objetivos
Alberto De Luca es el rector de la Escuela Philips, una secundaria técnica y bilingüe ubicada en el barrio de Colegiales, en CABA. Allí la segunda mitad del año apunta a poder concretar los proyectos iniciados –en algunos casos, eso implica terminar la construcción de un robot o de algún equipo–, y también a prepararse para rendir los exámenes internacionales de inglés, por medio de evaluaciones previas para ver si los estudiantes están en condiciones o necesitan reforzar sus conocimientos.
“El diseño curricular es dinámico: uno establece los objetivos institucionales en febrero, pero durante el año se va haciendo una evaluación y dichos objetivos se pueden reconfigurar. La segunda parte del año es el momento de evaluar las distintas dimensiones del proyecto institucional: la psicopedagógica, la tecnológica, la social”, explica Alberto. El seguimiento del sistema de pasantías, de las prácticas profesionalizantes, del nivel de inglés previo a los exámenes, o de la aprobación de las asignaturas del CBC de la UBA (que la escuela dicta a partir de 5° año) forman parte de esa evaluación.
Las exigencias propias de una escuela técnica pueden hacer que aparezcan dudas vocacionales en algunos estudiantes en este período: “Algunos pocos alumnos pueden sentir cierta resistencia a seguir una carrera tecnológica como la nuestra, que requiere dedicarle cierto tiempo de estudio. Esto se trabaja con tiempo, hacemos un seguimiento con el Departamento de Orientación y con los padres, para ver si ese alumno quiere continuar o no y poder tomar una decisión a fin de año”, cuenta Alberto.
El cierre de las calificaciones también traza un horizonte que se vuelve más concreto en esta etapa: “Otro desafío es acompañar a los alumnos que presentan mayores dificultades en distintas asignaturas. En nuestra escuela las que suelen generar más problemas son Matemática, Física, Química y Programación. Hacemos entrevistas con los padres y vemos si es necesario poner algún refuerzo para que los chicos puedan alcanzar los objetivos a fin de año”.
Silvia Vilches: proyectos comunitarios y habilidades sociales
Silvia Vilches es directora de la Escuela Primaria N° 7 de Villa Devoto (CABA), conocida como “La Banderita”. Para la segunda mitad del año, el equipo directivo y docente identifica dos objetivos centrales: avanzar en la concreción de “proyectos comunitarios potentes y significativos, que inviten a aprender por medio del disfrute”, y profundizar “el trabajo de convivencia desarrollando habilidades sociales como la empatía, respeto por el otro, solidaridad, responsabilidad grupal, escucha y tolerancia”, explica Silvia.
Entre los proyectos que asoman para estos meses, Silvia menciona la Radio La Banderita, así como la realización de un mural por los 40 años de democracia. “En los tiempos de incertidumbre y desconfianza que vivimos, lograr concretar aprendizajes colectivos con un producto final tangible es muy valioso –asegura la directora–. Se trata de generar un ambiente sano de aprendizaje donde confluyan los conocimientos, saberes, ideas, experiencias de todos y todas”.
Con respecto a la convivencia escolar, Silvia plantea: “Después de la pandemia, las habilidades sociales se volvieron algo tan central como Matemática y Prácticas del Lenguaje. Notamos poca tolerancia, poco respeto hacia las ideas ajenas, poca empatía. Los medios y las redes no nos colaboran con eso”. La directora subraya el valor de las asambleas de grado para resolver los conflictos, así como los espacios de debate y participación de las familias, y el aporte de profesionales del programa Vínculos Saludables.
Entre los desafíos, Silvia menciona la necesidad de “optimizar los tiempos para cumplir con la planificación que pensamos a principios de año, haciendo los ajustes necesarios y tomando decisiones en equipo para priorizar algunos contenidos nodales”. Esto implica también “acompañar pedagógicamente a aquellos niños y niñas que más lo necesiten con un seguimiento permanente y con todos los recursos disponibles”. Claro que, tras el esfuerzo, llega la celebración: “Se vienen muchos eventos comunitarios que tradicionalmente organiza la cooperadora de la escuela, donde participa toda la comunidad, como la Carrera de Ingenio y el CUJUCA (jornada de juegos en la calle), además de la gran fiesta de fin de año”.
Magdalena Scott: evaluación permanente y clima escolar
Magdalena Scott es directora general del colegio Oakhill Pilar. Al igual que otros directores consultados, ella menciona la incidencia del contexto sociopolítico –las elecciones, así como la crisis económica– como parte de los desafíos que enfrentará la escuela en este segundo semestre. “Nuestro principal objetivo es seguir trabajando para la mejora educativa en un contexto volátil, incierto, complejo y ambiguo”, define Magdalena.
Una de las prioridades para esta etapa será “continuar promoviendo una cultura y clima institucional de confianza, apertura al diálogo y acompañamiento hacia todos los integrantes de la comunidad educativa: familias, docentes, no docentes y alumnos”, explica.
También menciona que este es un tiempo para poner el foco “en los aprendizajes académicos que preparen a los estudiantes para la próxima etapa. En particular en secundaria, el desafío es llevar adelante propuestas pedagógicas que involucren activamente a los adolescentes para que sostengan la motivación y proactividad frente a su propio proceso de aprendizaje”.
Sostener la intensidad del trabajo se presenta como un reto creciente a medida que avanza el año: “En los últimos meses, el mayor cansancio implica un mayor desafío para mantener el involucramiento y la motivación positiva de los estudiantes”, agrega Magdalena. Para llegar a la meta, ella subraya el compromiso con la mejora continua a partir de “la evaluación permanente y la toma de decisiones fundamentadas en análisis de datos y evidencias”.
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