El Gobierno porteño anunció que otorgará un reconocimiento salarial para unos 35 mil docentes de escuelas de gestión estatal que no faltaron a su trabajo durante los primeros seis meses del año. La medida alcanzará al 72% de los maestros de gestión estatal.
Un maestro de grado de jornada completa que haya trabajado del 1° de febrero al 30 de junio sin una sola falta cobrará una asignación extraordinaria de 60 mil pesos. Este monto será proporcional al cargo ejercido y a la carga horaria correspondiente y se pagará con la liquidación del sueldo de julio, informaron desde el Ministerio de Educación de CABA en un comunicado.
Para cubrir el costo adicional de esta medida, se utilizarán los fondos que se recaudaron a partir del descuento realizado a los docentes que hayan perdido el presentismo por adherirse a alguna medida de fuerza, señalaron fuentes del Ministerio. También anticiparon a Infobae que la idea es repetir la medida en la segunda mitad del año.
Te puede interesar: “¿La plata que gasta Aerolíneas no arreglaría el problema de educación?”: el planteo del padre de Bahía Blanca que cargó contra los paros docentes
“La presencia continua de los docentes en la escuela es fundamental para que los estudiantes puedan consolidar los aprendizajes, y también para desarrollar habilidades, adquirir hábitos y rutinas y fortalecer los procesos de socialización”, sostuvo la ministra de Educación, Soledad Acuña. “Los docentes que nunca faltaron son el ejemplo que necesitamos para construir el futuro de la Ciudad y del país, por eso los recompensamos”, agregó.
El comunicado del Ministerio informó que aquellos docentes que adhirieron a los 11 paros convocados durante este año por los gremios porteños –Ademys y, en 4 casos, también UTE– recibieron un descuento de $104.101,53, en los casos de maestros de jornada completa sin antigüedad. Para aquellos que cuentan con la máxima antigüedad, el descuento fue de 122.137,84 pesos.
Desde Ademys repudiaron la medida y la calificaron como “divisionista”. Mariana Scayola, secretaria general del gremio, consideró: “Con esta medida, el Gobierno intenta plantear una división entre los trabajadores que en realidad no existe: se equivoca nuevamente la ministra Acuña si piensa que los docentes estamos fragmentados. La gran mayoría de la docencia apoya las medidas de fuerza aun cuando a veces no puede llevarlas adelante, justamente por los descuentos extorsivos”.
“No es verdad que el dinero salga de los descuentos a los que hicimos paros: este dinero sale de lo que el Gobierno no gasta en salarios docentes, con ingresos por debajo de la línea de pobreza”, agregó Scayola.
El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad había señalado en 2010 que “el ejercicio del derecho a huelga no genera por sí la obligación de pago del salario correspondiente”. Desde entonces, el Ministerio de Educación porteño adoptó la medida de descontar los días de paro.
Los motivos de las medidas de fuerza convocadas durante este año por Ademys abarcan reclamos salariales, así como protestas por el estado de la infraestructura escolar, por la falta de ventiladores durante la ola de calor y por la violencia contra los docentes en escuelas públicas. Otras razones incluyen la “solidaridad” con las protestas en Jujuy (como el pasado 21 y 22 de junio), el apoyo a docentes de otras provincias, el 8M y el rechazo al FMI. Desde UTE convocaron al paro en 4 ocasiones: por el 8M y en adhesión a conflictos nacionales.
Desde el Ministerio aseguraron que el acuerdo salarial con los docentes se encuentra por encima de la inflación. El martes 13 de junio el Gobierno porteño otorgó un aumento de 17%, lo que llevó el salario neto de un maestro de grado sin antigüedad a $356.314 por una jornada completa. En tanto, el salario para los maestros que cuentan con la máxima antigüedad es de 413.393 pesos.
Seguir leyendo: