Gala Díaz Langou: “Trabajamos hace 23 años intentando obtener los datos para tomar las decisiones educativas”

El auditorio de Ticmas, que se convirtió en el espacio de reflexión e innovación educativa en la pasada Feria del Libro de Buenos Aires. contó, entre la abundante propuesta de invitados, con Gala Díaz Langou, directora ejecutiva del CIPPEC, Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento. Díaz Langou, habló, entre otros temas, del estado actual de la educación y la necesidad de sistematizar las problemáticas que ponen en riesgo la continuidad educativa de los y las jóvenes de la Argentina.

La charla se inició con la mención a una nota de Esteban Torre, director de Educación en CIPPEC, que hablaba de la necesidad de extender la jornada educativa en la escuela secundaria. Una situación todavía pendiente, aunque Díaz Langou celebró que sí esté ocurriendo en las escuelas primarias, “Una política que también hemos impulsado desde CIPPEC”, dijo.

“Nos parece necesario subir la vara y sobre todo poner el foco en uno de los niveles en los que encontramos varios problemas en la Argentina, que es el secundario”, explicó la especialista, y señaló: “Hay una multiplicidad de problemas en términos de quiénes terminan la secundaria y cómo llegan a terminar el secundario. Solamente dos de cada diez chicos y chicas terminan el secundario en tiempo y forma. Esto quiere decir; con la edad esperada y con los aprendizaje básicos de PISA que no es hacer derivadas sino sumar y restar”.

Langou insistió que extender la jornada en el secundario tiene múltiples beneficios: “Por un lado, está comprobado que en las trayectorias escolares mejoran los aprendizajes, es más probable que más chicos terminen el secundario y es más probable que lo terminen con los aprendizajes básicos. También mejora las trayectorias vitales, el ordenar los hitos que suceden en el ciclo vital de terminar la educación obligatoria, empezar el ciclo de trabajo, conformar un hogar propio, decidir si tener o no hijos, etc. en un orden más virtuoso. También está comprobado que tiene efectos positivos en la organización interior de los tiempos de las escuelas, por ejemplo, genera que haya mayor disponibilidad de docentes concentrados en una escuela y evitar a los famosos “docentes taxi”.

Educación y trabajo

Si bien ya hay algunos programas pilotos de extensión de horas en el secundario, Díaz Langou también planteó que desde CIPPEC hay un tercer objetivo: “¿Cómo dialogan esos aprendizajes, y esas habilidades que se forman con el mercado de trabajo?”

“Estamos viendo que hay una preocupación, que no proviene solamente del sector privado o de los empleadores que fue lo que sucedía en el pasado o con más frecuencia. Sino que comprendemos que hay una necesidad de alinear de una manera mucho mejor lo que sucede al interior de las escuelas con lo que luego demanda el mercado del trabajo. También por una cuestión de utilidad percibida del sistema educativo, si se quiere, que es una de las razones que luego están detrás del mal llamado abandono o de la exclusión escolar”, enfatizó Langou.

Políticas públicas a través de la evidencia

“CIPPEC, para quienes no conocen, es una organización sin fines de lucro que trabaja para incidir en la implementación de políticas públicas para que tengan un mayor nivel de desarrollo”, aclaró la Directora Ejecutiva y destacó que es por eso que trabajan junto con las Provincias y el Gobierno Nacional.

Para Langou la clave a la hora de trabajar en políticas públicas está en “hacer un puente con la evidencia” al analizar qué funcionó previamente en otros lugares y cómo adaptarlo al contexto argentino. Otro de los factores claves es poder salir de la coyuntura y pensar a mediano y largo plazo. Uno de los proyectos en los que trabaja CIPPEC “es la detección de alarmas tempranas del abandono escolar; una política que estamos trabajando con Mendoza y con Entre Ríos. Hace ya más de un año empezamos a trabajar con las dos provincias en entender mejor las razones detrás de la exclusión escolar (...) y qué se podía hacer para evitarlo. Esa información las instituciones la tenían, pero no estaba digitalizada- en la mayoría de los casos- o si estaba digitalizada no estaba usada como información para la toma de decisiones”.

A partir de la creación de sistemas informáticos que “le ponen inteligencia” a la información de por qué los y las jóvenes no terminan el secundario en tiempo y forma, desde el CIPPEC pueden determinar el “riesgo” de cada estudiante; ya sea por bullying, bajas notas, por que son chicas que quedaron embarazadas, o por contextos familiares difíciles, entre otros factores. Además, desde el organismo, ofrecen un “menú de acciones” para prevenir la salida temprana de los y las estudiantes del secundario.

La urgencia de pensar en el futuro

“Tenemos un ejercicio muy incorporado, quizás en lo individual y es que nos pasamos haciendo cuentas. Tengo mil pesos en el bolsillo ¿en qué los puedo gastar porque sé que en dos meses eso va a valer menos”, comenzó a reflexionar Langou y agregó: “Esto que hacemos a nivel individual o corporativo --muchas empresas lo hacen-- a nivel país nos cuesta un poquito más. Hay que tratar de hacer ese ejercicio prospectivo, pensar en el futuro para informar las decisiones que tomemos hoy y sobre todo tomar las mejores decisiones que nos lleven al mejor futuro posible”.

La especialista en educación y políticas públicas destacó la necesidad de “generar consensos, aunque sean pequeños, que puedan ir trazando ese camino virtuoso al futuro”. Y agregó: “Argentina puede aprovechar las oportunidades que brinda el contexto o puede verse afectada por los riesgos”.

Mirar los números

“Hay mucho de cuco en cómo pensamos la política educativa con el mundo del trabajo, la evaluación y las métricas”, destacó Langou y planteó que “Desde CIPPEC trabajamos hace 23 años intentamos poner sobre la mesa los datos para tomar las decisiones educativas”.

Además subrayó cómo desde el organismo están viendo que desde hace años se produce una caída en la inversión educativa.

“Seguir tomando decisiones con los ojos vendados no nos puede llevar a los lugares correctos. Tenemos que poner sobre la mesa la información, los datos y usarlos estratégicamente para tomar las decisiones públicas mejores posibles con los contextos que tenemos”, planteó Langou.

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