Desde una radio escolar hasta un “pasaporte literario”: premiaron proyectos que fomentan la lectura

Recomendar libros por la radio, encontrarse con las voces de escritoras argentinas, redescubrir la ciudad a través de la literatura, aprovechar la lectura como disparadora de la escritura son algunas de las estrategias que impulsaron los ganadores del Premio Vivalectura 2023, que se entregó ayer en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. El concurso reconoce todos los años las mejores experiencias que promueven la lectura en la escuela y en otros ámbitos.

El primer premio en la categoría Escuelas fue para el Club de Lectura, un programa literario de la radio Luis Lacunza, de la Escuela Primaria N° 5 “Juan Bautista Alberdi” de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires. La iniciativa es impulsada por Ileana Falconnat, la bibliotecaria de la institución, que consiguió el año pasado una donación privada que les permitió iniciar el proyecto de la radio escolar.

La transmisión se realiza por internet y los programas se suben luego a Youtube. La propuesta abarca dos segmentos: “Recomendaciones literarias” y “Lecturas en el aire”. La lectura por placer, la escritura creativa y el trabajo en equipo son los ingredientes clave del proyecto.

“Los alumnos de primer ciclo de la primaria (de 1° a 3er grado) participan recomendando libros. Con su vocabulario, cuentan de qué se trata y explican qué fue lo que les gustó”, cuenta Falconnat a Infobae. Ella trabaja en conjunto con las maestras de grado y con el apoyo de la radio municipal, que les brindó capacitación.

A los chicos del segundo ciclo (de 4° a 6° grado) les proponen un desafío diferente: “Como la mayoría de ellos ya saben leer, los animamos a leer en voz alta cuentos o poemas. No solo de otros autores, sino también textos escritos por ellos mismos. Uno de los principales retos es superar la vergüenza”. En un trabajo de edición posterior, les agregan efectos de sonido, “como en los antiguos radioteatros”. Las familias también participan y se acercan a compartir textos literarios con los estudiantes.

Ileana enfatiza que esta iniciativa escolar, como tantas otras, es posible gracias al esfuerzo de la comunidad educativa. “La mayoría de los libros que tenemos en la biblioteca los consiguieron los docentes y la cooperadora, que también paga la conexión a internet. El equipamiento para la radio y la computadora llegaron por donaciones de fundaciones privadas”, explica.

El proyecto “Mujeres escritoras y jóvenes lectorxs chapatenses contagiando ideas”, de la Escuela Secundaria N° 83 de Chapadmalal (ex N° 71), obtuvo la “mención especial Vera Rexach a la lectura en entornos digitales”. Impulsada por Marinela Pionetti, Milena Bracciale, Rocío Sadobe y Carolina Bergese, la propuesta consistió en acercar a los estudiantes de 6° año las obras de dos escritoras argentinas, Juana Manso y Alfonsina Storni, combinando la lectura con la expresión en distintos formatos: podcasts, tuits, collages poéticos, diálogos imaginarios, conversaciones y textos.

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Las responsables del proyecto dan clases en escuelas secundarias y en la carrera de Letras de la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde surgió la iniciativa, con apoyo de la editorial universitaria EUDEM. “Hoy no nos podemos quedar solo con el libro impreso: la lectura se desplaza hacia otros dispositivos”, afirma Pionetti. Si bien ella advierte dificultades en la comprensión –”sobre todo, a la hora de interpretar consignas complejas”–, también observa que los estudiantes leen y comprenden más de lo que sugieren las estadísticas.

“Los adolescentes con los que trabajamos tienen modos de leer muy interesantes y una sensibilidad literaria particular. A pesar del vocabulario de otra época, entendían perfectamente los textos de Juana Manso y de Alfonsina Storni”, describe Marinela. Y subraya: “Se ha puesto en un nivel de tragedia la falta de comprensión lectora. Pero los chicos se la pasan leyendo e interpretando: muchas veces, el éxito de esa tarea depende de cómo el docente propone la lectura y cómo la acompaña, mediando entre el texto y los saberes de los estudiantes”.

La propuesta “Espacios de Lecturas en Salud”, a cargo de María Soledad Mancini en el Hospital Piñero, obtuvo el primer premio en la categoría Sociedad. La iniciativa consistió en la apertura de un espacio de mediación de lecturas en la sala de espera de Pediatría del Hospital, que atiende a vecinos del Bajo Flores, Villa Soldati, Barrio Padre Richardelli (ex Villa 1/11/14) y Villa Lugano, entre otros. Se conformó un equipo de trabajo interdisciplinario “para incorporar los libros y la lectura al proceso de salud, cuidado y protección del hospital de modo integrador, creando las condiciones para una apropiación placentera, enriquecedora, creativa y estimulante de la actividad”.

En esta categoría, el segundo premio fue para “Paraná lee: recorridos literarios”, una iniciativa conjunta de la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (EDUNER) y la Editorial Municipal de Paraná que, bajo la dirección de Alexis Ariel Chausovsky, propone recorridos de lectura grupales guiados por animadores en diferentes lugares de la capital entrerriana.

También resultó premiado en esta edición el proyecto “Itinerarios de lectura en el primer año de la secundaria”, a cargo de Gastón Daix, en la Escuela “Sara Bartfeld Rietti” de General Lagos, Santa Fe. Allí crearon un “pasaporte de lecturas” para que cada estudiante registrara su recorrido personal por los textos leídos tanto dentro como fuera del aula.

La iniciativa “La casita de los libros”, dirigida por Camila Florencia Lozada en el Liceo 1 “José Figueroa Alcorta” de Palermo, recibió una mención especial, así como el proyecto “De la biblioteca a la radio”, de Marcelo Montero, desarrollado en la localidad de Claypole con estudiantes de los últimos años de secundaria.

La comisión evaluadora de los proyectos estuvo presidida por la escritora Claudia Piñeiro e integrada por Natalia Porta López, coordinadora del Plan Nacional de Lecturas; Andrea Talamoni, responsable de IberLectura OEI; Graciela Valle, directora editorial en Ediciones Santillana; y Nilda Palacios, coordinadora de proyectos de la Fundación Santillana. Los primeros puestos de cada categoría recibirán un premio de $70.000 y los segundos, $30.000; las menciones especiales obtendrán bibliotecas.

El Premio Vivalectura es una iniciativa del Plan Nacional de Lecturas del Ministerio de Educación de la Nación, coordinada y realizada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), con el patrocinio de la Fundación Santillana.

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