En tercer grado, cuando ya se asume que todos los chicos saben leer con fluidez, el 46% de los alumnos argentinos no maneja las nociones elementales de lectura. Entre los estudiantes más pobres, la situación es aún más alarmante: 6 de cada 10 se ubica en el nivel más bajo de acuerdo a la prueba regional ERCE.
Los datos surgen de un nuevo informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Guillermina Tiramonti (FLACSO), Eugenia Orlicki y Martín Nistal (Observatorio). El estudio analiza los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 de lectura en tercer grado de Argentina en comparación con el resto de los países latinoamericanos y por nivel socioeconómico. En la prueba ERCE, coordinada por UNESCO, participaron 16 países de la región.
De la prueba se obtiene un puntaje y a partir de ese resultado, la UNESCO agrupa en cuatro niveles. Los alumnos del II al IV son capaces de al menos localizar información o relaciones presentadas literalmente y realizar inferencias a partir de información sugerida, destacada o reiterada después de leer un texto adecuado para su edad. Los alumnos en el nivel I no son capaces de hallar información o hacer inferencias básicas.
En Argentina, solo 1 de cada 10 alumnos (14%) se ubica en el nivel de desempeño más alto (nivel IV) en lectura. Para la región, el promedio es 2 de cada 10 alumnos (21%) en ese nivel. En Brasil (30%) y Perú (30,8%), por ejemplo, 3 de cada 10 alumnos alcanzan el nivel más alto.
En todos los países que participaron de la prueba, el nivel de aprendizaje de lectura de los alumnos se asocia con el nivel socioeconómico: los estudiantes del tercil más alto obtienen mejores resultados que sus compañeros del tercil más bajo. Eso no quiere decir que todos los estudiantes de mayores recursos obtengan buenos resultados: en Argentina, solo el 26,4% de los alumnos más avnetajados alcanzan el mejor desempeño en lectura (nivel IV). En países como Costa Rica (47,4%), Brasil (48,1%) y Perú (50,6%), alrededor de la mitad de los alumnos del tercil más alto logra este nivel.
“Los resultados de lectura en tercer grado nos ilustran sobre las dificultades de todos los países de la región para incorporar a toda su población en la cultura letrada. Incluir en este aprendizaje es una tarea que requiere un compromiso fuerte de quienes gobiernan. En América Latina este esfuerzo es mayor porque en muchos casos se están sumando chicos provenientes de poblaciones poco educadas, muy ajenas a la cultura escolar”, señala Guillermina Tiramonti, coautora del informe.
Respecto al rendimiento de Argentina, la especialista advirtió: “Es notable que un país como el nuestro, que se construyó como sociedad moderna a partir de su oferta educativa, descrea hoy del valor de este factor y relegue al analfabetismo a parte de su población”.
Al comparar con la prueba anterior (TERCE 2013), solo 6 países lograron mantener o mejorar su posición en los resultados de lectura de tercer grado. Los mayores avances se registraron en el puntaje promedio de los estudiantes de Brasil (+5,1%) y Perú (+4,7%). Argentina figura entre las principales caídas (-2%), solo superada por Guatemala (-3,2%).
Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para todos, consideró: “Resulta esperanzador analizar la situación de países de la región que, con menor o semejante rango de PBI, alcanzan iguales o mejores resultados. Brasil, un país enorme, variado y de organización federal como la Argentina, ha logrado una mejora sustantiva”.
En la mayoría de los países hay una correlación positiva entre los resultados de aprendizaje y el nivel de riqueza medido por PBI per cápita. Sin embargo, Argentina aquí también evidencia problemas. Con un promedio de 689 puntos en la prueba, tiene peores resultados que países con niveles similares de PBI per cápita como Brasil (748 puntos), Cuba (730) y México (713 puntos). Varios países con PBI per cápita más bajo obtienen mejores resultados, como Perú (753), Colombia (715), Ecuador (699) y El Salvador (697).
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