El bullying es un tema presente en las escuelas argentinas. Los últimos datos dan cuenta de ello. La mayoría de los alumnos asegura haber presenciado un episodio de discriminación en su colegio por distintos motivos. No obstante, son pocos los estudiantes que aseguran que esas conductas ocurren “siempre”. Para casi todos, son episodios que se dan de vez en cuando.
Los datos surgen de un nuevo informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Alejandro Castro Santander (Observatorio de la Convivencia Escolar, Universidad Católica de Cuyo), Martín Nistal y Eugenia Orlicki (Observatorio de Argentinos por la Educación). El documento utiliza la información relevada en los cuestionarios complementarios que respondieron estudiantes y directores de secundaria de todo el país en el operativo Aprender 2019, el último disponible para ese nivel. Esos cuestionarios indagaron en las percepciones acerca de los problemas en la convivencia escolar.
Los motivos de bullying en las escuelas varían según los alumnos. El más habitual es por aspectos físico (75,4%), pero también hay discriminación por características personales o familiares –religión, nacionalidad, género, discapacidad– (67,7%), y amenazas o agresiones entre compañeros (54,5%). Al contrario, más de la mitad de los chicos cree que los ataques no suceden nunca a través de las redes sociales.
La percepción de los directores es un tanto más favorable respecto a la convivencia que se presenta en sus establecimientos. Creen que la frecuencia de los episodios de discriminación y amenazas en la escuela es menor que la percibida por los estudiantes. Pero a diferencia de los alumnos, observan que las agresiones vía redes sociales son más habituales.
“Para enfrentar la violencia en general y el bullying en particular, las acciones deben ser complejas y gestionarse en distintos niveles: escuela, aula, docentes, estudiantes, familias y entorno. La violencia, como conducta generalmente aprendida en distintos ámbitos, puede ser prevenida y hasta desaprendida. La escuela requiere –con cierta urgencia– convertirse en ejemplo vivo de que es posible aprender y enseñar en espacios de bienestar y respeto”, señaló Alejandro Castro Santander, coautor del informe.
El 34,6% de los estudiantes del último año de secundaria están “nada” o “poco” de acuerdo con la afirmación de que hay buen clima de convivencia en su escuela. Por otro lado, el 65,4% percibe un buen ambiente de convivencia escolar. La mayoría de los estudiantes (75,2%) dice sentirse bien al ir a su escuela, mientras que 1 de cada 4 (24,8%) está en desacuerdo con esta idea.
A su vez, el 65,1% de los chicos afirman que se llevan bien entre sí, mientras que el 34,9% está en desacuerdo con esta percepción. Por otro lado, cuando se pregunta a los directores por los problemas de convivencia entre estudiantes, solo el 2,8% considera que este es “un problema serio”. El 17% cree que es un “problema moderado” y el 41,2% considera que se trata de “un problema menor”. Para 4 de cada 10 directores (39%), la convivencia entre estudiantes “no es un problema”.
“En la medida que los estudiantes perciban un clima favorecedor en el aula, se sientan escuchados y respetados por sus pares y sus docentes, podrán desarrollarse intelectualmente. Solo en un entorno seguro lograrán construir una sana estima de sí mismos, lograr autonomía, confianza, y aprender a interactuar con otros de manera efectiva. No debemos concentrar nuestro esfuerzo sólo en el aspecto académico de la educación sin tomar el compromiso de formar a los alumnos en valores como el respeto y la solidaridad”, afirmó Paola Zabala, directora de Comunidad Anti Bullying Argentina.
La percepción del clima de convivencia escolar varía entre los estudiantes de distintas provincias. Las tres jurisdicciones con mayor proporción de alumnos que perciben dificultades de convivencia son Jujuy (43,4%), La Rioja (43,1%) y Catamarca (41,2%). Mientras que en el otro extremo se encuentran CABA (25,8%), La Pampa (28,3%) y Misiones (31,7%).
“Es el deber de las instituciones educativas garantizar el buen funcionamiento del clima escolar, trabajando en la prevención, el diálogo, la inclusión y la empatía. El bullying es el problema educativo más complejo de todos, por eso debemos actuar en la prevención”, consideró Marina Vollmann, fundadora de Vínculos sin Bullying
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